Los días posteriores a la conversación con Daniel fueron un torbellino de emociones para Ana. Aunque intentaba mantener la fachada de normalidad en su relación con Marcos, la inquietud no la abandonaba. Cada vez que lo miraba, se preguntaba si había algo más en sus ojos, algo que él no le había contado. La incertidumbre estaba empezando a afectarla más de lo que quería admitir.
Finalmente, decidió que era hora de actuar. Necesitaba respuestas, y sabía que la única persona que podría dárselas era Clara. No podía seguir ignorando las señales, ni permitirse caer en la duda sin investigar. Así que, una tarde, después del trabajo, decidió llamar a Clara.
—Hola, Clara. Soy Ana —comenzó, tratando de sonar tranquila, aunque su corazón latía con fuerza.
—¡Ana! Hola, qué sorpresa —respondió Clara, su voz cargada de amabilidad—. ¿Cómo estás?
—Estoy bien, gracias. Clara, quería preguntarte si podríamos vernos pronto. Hay algo de lo que me gustaría hablar contigo, en persona —dijo Ana, tratando de mantener el tono casual.
Hubo una breve pausa al otro lado de la línea antes de que Clara respondiera.
—Claro, Ana. ¿Todo está bien? —preguntó Clara, con una ligera preocupación en su voz.
—Sí, sí, todo está bien. Solo quiero aclarar algunas cosas. ¿Te parece bien mañana, después del trabajo? —respondió Ana, sin querer dar más detalles por teléfono.
—Por supuesto. Podemos vernos en el café cerca de mi oficina a las seis —sugirió Clara.
—Perfecto, nos vemos entonces —dijo Ana antes de despedirse.
La noche anterior a la reunión, Ana apenas durmió. Las palabras de Daniel seguían resonando en su mente, y la posibilidad de descubrir algo que podría cambiar su relación con Marcos la mantenía en vilo. ¿Estaba preparada para lo que fuera que Clara pudiera revelarle? Sabía que esta conversación podría ser un punto de inflexión, pero también sabía que no podía seguir viviendo con la duda.
Al día siguiente, Ana llegó al café unos minutos antes. El lugar estaba tranquilo, con pocas personas alrededor, lo que la ayudó a calmar un poco los nervios. Se sentó en una mesa en el rincón, donde podría tener privacidad para la conversación que estaba por venir.
Clara llegó poco después, con una sonrisa en el rostro, pero Ana pudo notar una sombra de preocupación en sus ojos.
—Hola, Ana. Gracias por venir —dijo Clara, sentándose frente a ella.
—Gracias a ti por aceptar verme, Clara —respondió Ana, intentando mantener la calma.
Después de pedir café, Ana decidió no andar con rodeos.
—Clara, quiero ser honesta contigo. Daniel me dijo algunas cosas que me han dejado preocupada, cosas sobre Marcos y su pasado. Él mencionó que tú podrías saber más de lo que me has contado. Quiero entender lo que está pasando, porque siento que hay algo que no sé y que podría ser importante para mi relación con él —dijo Ana, con la voz firme pero con un toque de vulnerabilidad.
Clara la miró en silencio por un momento, claramente sorprendida por la dirección de la conversación. Luego, bajó la vista a su taza de café, como si estuviera debatiéndose internamente.
—Ana... No esperaba que esto surgiera, pero si ya estás al tanto de algo, creo que es mejor que lo sepas todo. No quiero que te sientas traicionada, pero hay cosas que Marcos nunca mencionó porque quería protegerte —comenzó Clara, su voz suave pero seria.
El corazón de Ana comenzó a latir con más fuerza.
—¿Protegerme de qué? —preguntó, sintiendo cómo su estómago se tensaba.
Clara tomó un sorbo de su café antes de continuar.
—Antes de conocerte, Marcos estuvo en una relación muy complicada. La chica con la que estaba, Isabel, era alguien muy cercana a mí. Cuando todo terminó, ella quedó devastada. Marcos se convirtió en alguien que ella no reconocía, y al final, ella tuvo que alejarse para proteger su propia salud mental. La relación terminó en malos términos, y Marcos siempre se sintió culpable por lo que pasó —explicó Clara, con un tono que reflejaba tanto tristeza como resignación.
Ana sintió que el mundo se desmoronaba bajo sus pies. Había sabido que Marcos tenía un pasado, pero nunca había imaginado que pudiera ser algo tan oscuro.
—¿Qué fue lo que pasó exactamente? —preguntó Ana, intentando mantener la compostura.
Clara dudó antes de continuar.
—No quiero entrar en demasiados detalles, Ana, pero hubo manipulación emocional, inseguridades que se convirtieron en control, y al final, una ruptura que dejó a Isabel rota. Marcos siempre se sintió responsable, pero nunca lo enfrentó realmente. Simplemente, se alejó de ella y trató de empezar de nuevo, hasta que te conoció a ti. Creo que realmente te ama, Ana, pero nunca te habló de esto porque no quería que lo vieras de la misma manera que Isabel lo hizo —dijo Clara, su voz llena de compasión.
Ana no sabía qué decir. Todo lo que había imaginado, todo lo que había construido con Marcos, ahora parecía tambalearse bajo el peso de esta nueva información.
—Clara, necesito saber si crees que Marcos aún podría ser esa persona —dijo Ana, su voz temblando ligeramente.
Clara la miró con una expresión seria.
—Ana, la verdad es que no lo sé. Marcos ha cambiado, eso es evidente, pero solo tú puedes decidir si lo que tienen es suficiente para superar lo que pasó antes. Lo que te puedo decir es que, aunque todo esto es difícil, creo que él realmente se preocupa por ti y quiere ser mejor. Pero solo tú puedes decidir si confías en él lo suficiente como para enfrentar esto juntos —respondió Clara, con una honestidad que Ana apreciaba.
El café en la mesa de Ana se enfriaba mientras ella intentaba procesar lo que había escuchado. Sabía que tenía que hablar con Marcos, pero también sabía que esta conversación sería una de las más difíciles de su vida. La realidad de la situación era mucho más complicada de lo que había imaginado.
Cuando finalmente se despidió de Clara, Ana se sentía abrumada. Mientras caminaba de regreso a su casa, las dudas y los miedos la asaltaban. Sabía que Marcos merecía la oportunidad de explicar su lado de la historia, pero también sabía que, después de lo que había descubierto, nada volvería a ser igual.
Esa noche, mientras se sentaba sola en su apartamento, Ana supo que había llegado el momento de enfrentarse a la verdad, por dolorosa que fuera. Sabía que su relación con Marcos estaba en la cuerda floja, y que cualquier cosa que él dijera a partir de ahora determinaría su futuro juntos.
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Poliamor - Tres corazones, un solo amor
Подростковая литератураAna es una chica oficinista, que toma la decisión más loca de toda su vida. La cual hace que toda su vida amorosa se vuelva un nudo, al estar enamorada de dos chicos super complicados. Acompáñame en esta historia llena de amor y confusión.