Capítulo 23: Ecos del Corazón

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Los días siguientes a la noche en la terraza fueron una mezcla de emociones para Ana. Sentía que su relación con Marcos había alcanzado un nuevo nivel de intimidad y confianza. Sin embargo, había algo en el aire, una especie de calma antes de la tormenta que no podía ignorar.

Una mañana, mientras Ana tomaba su café en la cocina, recibió un mensaje de Daniel. Desde su última conversación, no habían hablado mucho, pero el mensaje la tomó por sorpresa.

Daniel: "Ana, he estado pensando mucho en nosotros y en lo que hablamos. ¿Te gustaría que nos viéramos un día de estos? Solo para hablar, nada más."

Ana se quedó mirando el teléfono, sintiendo cómo su mente se llenaba de dudas. Había sido clara con Daniel sobre su decisión de seguir adelante, pero el tono de su mensaje despertó en ella una mezcla de curiosidad y preocupación. Sabía que, a pesar de todo, todavía había asuntos sin resolver entre ellos.

Después de unos minutos, decidió responder:

Ana: "Podemos vernos. Dime cuándo y dónde te va bien."

Acordaron encontrarse en un parque cercano, un lugar tranquilo que permitía conversaciones serias sin interrupciones. Ana se preparó mentalmente para el encuentro, sabiendo que cualquier conversación con Daniel ahora debía ser tratada con cuidado.

Cuando llegó al parque, lo vio esperándola en un banco, con una expresión pensativa. Al acercarse, Daniel se levantó y la saludó con una sonrisa que no llegó a sus ojos.

—Hola, Ana. Gracias por venir —dijo, indicando que se sentara a su lado.

Ana asintió y se sentó, observando cómo Daniel parecía buscar las palabras adecuadas.

—He estado dándole muchas vueltas a todo, y no puedo dejar de pensar en lo que podríamos haber sido. Sé que decidiste seguir adelante, y lo respeto, pero no puedo sacarte de mi cabeza —comenzó Daniel, con una sinceridad que Ana no esperaba.

Ana sintió una punzada en el pecho. Aunque había decidido seguir adelante, escuchar esas palabras la descolocaba.

—Daniel, ambos sabemos que lo que tuvimos fue importante, pero también que no funcionó por una razón. No quiero que te aferres a algo que ya no existe —respondió Ana, intentando ser firme pero compasiva.

Daniel la miró, su expresión cambiando a una mezcla de tristeza y aceptación.

—Lo sé, Ana. Solo necesitaba decirlo, necesitaba que supieras lo que siento. No estoy intentando interferir en tu vida, solo quería cerrar este capítulo de la manera correcta —dijo él, con una voz suave.

Ana se relajó un poco al escuchar eso. Sabía que Daniel tenía razón; era importante que ambos encontraran una forma de cerrar el pasado para poder avanzar sin remordimientos.

—Te entiendo, Daniel. Y quiero que sepas que también me importas, pero de una manera diferente ahora. Lo que tuvimos siempre será parte de mi historia, pero no podemos quedarnos atrapados en el pasado —dijo Ana, sintiendo que finalmente podía decir estas palabras sin dudas.

Daniel asintió, finalmente pareciendo aceptar la realidad.

—Gracias, Ana. Eso es todo lo que necesitaba escuchar. Te deseo lo mejor, de verdad —respondió, esbozando una sonrisa más sincera esta vez.

Se despidieron con un abrazo breve pero significativo, y Ana se alejó del parque sintiéndose más ligera. Sabía que Daniel siempre tendría un lugar en su vida, pero ahora ese lugar estaba claramente definido, lo que le permitía centrarse en lo que realmente quería para su futuro.

Esa noche, mientras Ana se preparaba para dormir, recibió un mensaje de Marcos. Solo ver su nombre en la pantalla la hizo sonreír, recordándole por qué había tomado la decisión correcta.

Marcos: "Solo quería decirte que estoy pensando en ti. No puedo esperar a verte mañana. 😊"

Ana respondió rápidamente, sintiéndose más segura que nunca de lo que quería:

Ana: "Yo también estoy pensando en ti. Mañana no llega lo suficientemente rápido. 😊"

Apagó el teléfono y se metió en la cama, sintiéndose finalmente en paz. Sabía que había tomado las decisiones correctas y que, aunque el camino había sido difícil, estaba en el lugar correcto, con la persona adecuada.

Poliamor - Tres corazones, un solo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora