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Capítulo 15. La semilla

Nota de la autora: Hermana, ¡ponte los audífonos y escucha mi disco de piano de Shingeki no Kyojin mientras lees! No te arrepentirás. Puedes encontrarla en diferentes plataformas a través de este link:https://links.altafonte.com/jujutsukaisen

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22 de Agosto

Jane's POV

—Follame Suguru —Le dije antes de lanzarnos al mismo tiempo a la cacería de los labios que teníamos enfrente.

Me cargó con las piernas enrolladas en su torso y caminó conmigo sin dejar de comerme los labios mientras buscaba la llave, hasta llegar a la puerta de su departamento.

Jamás lo había visto tan frenético. Sus movimientos eran lentos pero salvajes, como una pantera abriéndose paso entre la maleza con su presa en los colmillos.

Entramos. Sus dedos se movían por la piel de mi cintura como si un felino enorme estuviera afilando sus garras. Me quitó la chaqueta, la blusa y el sujetador, de inmediato sentí el aire frío de la noche que me tensó la espalda y los pechos. Suguru estaba a punto de lanzarse sobre mí cuando lo empujé contra la pared y lo único que conseguí fue que me acechara con su sonrisa.

Le quité la camisa, dejando su torso completamente desnudo y pude ver cómo el mismo frío que me abrazaba a mí, tensaba con violencia sus músculos, que amenazaban con dominarme si lo hacía perder el control. Le desabroché el pantalón tan rápido como pude, moría por meterlo en mi boca.

Cuando lo saqué, tenía ya un tamaño suficiente como para lastimarme si no teníamos cuidado. Él siempre había sido muy considerado en lubricarme con mi propia excitación e incluso con su lengua. Me hinque frente a él, aunque teníamos algunos meses follando, hincarme frente a él era algo que jamás había hecho ¿Por qué? ¡ah, claro! Suguru me trataba como princesa, siempre priorizaba mi placer por encima del de él.

Sus manos se abrían y cerraban a sus costados mientras yo sostenía su empuñadura. Comencé a empaparlo con mi saliva, desde la base hasta la punta sin meterlo aún en mi boca, mientras lo marturbaba a diferentes ritmos, al no dejarlo saber cuál era mi próximo movimiento, cada cosa que hacía lo tomaba por sorpresa.

Comencé a chupar y succionar su punta.

—oooohhhh... Jane...mmmmhhhggg —Escuchar mi nombre en su garganta hacía palpitar mi entrepierna.

Suguru inclinó la cabeza hacia atrás mientras tiró de mi cabello con su puño, el tirón no llegó a dolerme, pero él jamás me había tomado del cabello, estaba descubriendo otro maravilloso nivel de excitación de Suguru.

Tal vez se dió cuenta, porque casi de inmediato me soltó y comenzó a acariciarme, como si intentara aliviar el dolor que pudiera haberme causado. No pude evitar dejar escapar una risa corta, él también rió con la boca cerrada.

—Lo siento —Me dijo mientras abría lentamente los ojos y acariciaba mi cabeza.

Comencé a meter su erección en mi boca y su sonrisa se borró de inmediato, para dar paso a un hermoso ceño fruncido, inhalando aire a través de los dientes y exhalando un gemido que raspó su garganta. Aunque su tamaño apenas entraba hasta la mitad en mi boca, me lo comí todo lo que pude, chupando suave y con fuerza, rápido y lento, torturándolo y amándolo por varios minutos.

—¡Ven aquí! —Dijo mientras me levantaba para inclinarme sobre la mesa.

No hubo tiempo de quitarme por completo la falda del uniforme, la subió y desgarró mis bragas para abrirse paso. Me penetró con una fuerza que no había conocido hasta ahora, mientras separaba la entrada de mi vagina con sus pulgares. Estaba tan empapada que su enorme erección resbalaba dentro y fuera de mi como si hubiéramos sido hechos el uno para el otro.