► 𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝟐𝟗 ◄

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Tome el celular, sonó un par de veces pero no obtuve respuesta de su parte.

Solo esperaba que no estuviera molesta conmigo, casi nunca teníamos alguna clase de conflicto así que esto me tenía afectado.

Me recosté en el pequeño sofá de cuero qué tenía en mi camerino, alfo agotado y abatido por el problema, cubrí mi rostro un segundo y solté un suspiro cansado, cuando de pronto escuché a alguien entrar a mi camerino sin tocar.

Alzó la mirada y veo a Ophelia con un lindo y señido vestido con un precioso escote, no pude evitar quedar boca abierto al verla.

—¿Cariño, que haces aquí?— me levanto de inmediato y me acerco a ella.
—Vine por ti, me dejaste sola...—pone sus manos sobre mi pecho.
—Lo siento, creí que sería más prudente dejarte descansar, pero me tenias algo preocupado no me habías mandado algún mensaje.
—Lo siento amor, es que quería sorprenderte— me mira a los ojos— ¿Estas sorprendido?.
—Realmente lo estoy– la miro de pies a cabeza— ¿Porque estas vestida así?.
—¿Que acaso no te gusta? — da una pequeña vuelta frente mio, modelando el vestido.
—No, digo claro que me encanta, no me mal entiendas, estas muy atractiva... — pongo mis manos en su cintura un momento.
—Y estaras por sorprenderte más cariño— sonrie y se cuelga de mi cuello un poco para luego empezar a besarme.

Un beso de amor, pasión, lento y un poco sutil donde ambos disfrutabamos y nos deleitabamos con cada momento de el, el aroma de su perfume llenaba el ambiente y me encantaba, en parte este beso me hacía sentir mucho más aliviado, estaba entendiendo que eso significa que estábamos bien.

Pero ella poco a poco comenzó a subir de intensidad como en la noche, no me negaba hasta ahora creí que se lo debía solo era un beso cargado de calor, me tomaba mi tiempo para disfrutar del dulce sabor de sus labios, jugueteando con su lengua, compartiendo la conexión del comento, abrazándola con fuerza como si no quiera que se alejara jamás de mi.

Cuando apreté un poco sus caderas ella solo un sutil y pequeño gemido.

—S-solo quiero que me tomes Johnny— susurra en mis labios.
—Cariño... — respondí su susurro con la respiración algo agitada.
—Por favor, necesito sentirte, quiero que me tomes que me hagas sentir tuya... —me da un beso rápido— Tómame fuerte y hazme sentir viva, quiero que subas mi vestido y arranques mis bragas para poder acabar con esta desesperación qué siento... —vuelve a besarme— Tómame por el cuello ponme contra la pared y azotame...

Todas sus palabras me llenaban y me hacían desbordar pero cuando me pedía que fuera rudo con ella no podía evitar dudar, son los recuerdos...

—No puedo por ahora, estamos en mi camerino y... —luchaba con todas mis fuerzas por resisitirme.
—Nadie nos verá, ya le puse seguro a la puerta— me mira a los ojos.
—Nos escucharan...
—¿Y que si lo hacen?— de pronto tiro su vestido a un lado y la vi como a una diosa con la bonita lencería qué compramos ayer.

Pero use toda mi fuerza para ser consiente de que no estaba bien en ese momento tome el vestido y le pedí que se lo pusiera y le di un beso en la frente, desviando la mirada de ella.

—¿Es enserió?— me mira molesta y se cruza de brazos.
—Cariño solo te estoy protegiendo— añadi serio.
—¿Protegerme de que Depp?— dice con voz irritada— Basta Johnny, crei qué había sido por que ayer estaba ebria el motivo por el que me habías rechazado...
—Lo fue— la inrrumpi— Pedías cosas no tan sensatas, como que te ahorcara... Es evidente que lo estabas jamás, por eso preferí dejarte dormir.
—¡Pues ahora no estoy ebria y aun quiero que lo hagas!— alza un poco la voz.
—Tranquila— la tomo de las manos— No entiendo porque pides cosas así ese jamás ha sido tu estilo.
—¿Y que si no?, tal vez ahora quiero experimentarlo y saber que se siente ser así de deseada por mi hombre, pero es evidente que no sientes eso por mi— se zafa de mi agarre— Suficiente para mi, no pienso seguir rogando por atención— veo como se pone el vestido, estaba más que molesta.
—Basta Ophelia— la mire ya también irritado por sus palabras— ¿Me puedes decir que carajos pasa contigo?, estas actuando muy extraño.
—Dimelo tu— me dice roja de la rabia— Desde que llegue me rechazas a cualquier intento de tener algo sexual contigo, ¿Cual es el maldito problema?, ¡Si soy yo, solo tienes que decirlo!.
—¿Has estado consiente de lo que has pedido? ¡Y DE QUE ME LO PIDES EN LUGARES DONDE NO SE PODRÍA HACER ESO!.
—¡¿Porque no?!, ¡¿O es que acaso le temes a algo?! — grito.
—No digas tonterías Ophelia por favor— digo con seriedad— Simplemente sabes que yo no soy esa clase de hombre... — voltee para evitar seguir peleando.
—Si no eres esa clase de hombre— dijo con la voz quebrada— Parece que no conmigo al parecer.
—¿Ahora de que hablas? — voltee súbitamente al escucharla decir eso.
—Sabes muy bien a que ya lo se... Se todas tus locas aventuras antes de mi y como sea no me importa mientras fuera antes de mi, lo que me resulta deprimente es darme cuenta que mi prometido no me desea en absoluto lo suficiente como para hacer cualquiera de esas locuras— se volteo y estaba por irse pero la tome de la muñeca y la pare.
—Basta, Ophelia háblame claro por favor...
—Desde que te mande las fotos me rechazaste, solo quiero que me digas por que...
—No te rechace solo te pedí que fueras consiente, no es apropiado.
—¿Y no es apropiado en mi pero en tu ex Amber Heard si estaba bien? — se safo de mi agarre con mirada cristalina por la rabia que sentía.
—Ophelia espero que estés bromeando— estaba algo más que molesto luego de que escuche esa absurda comparación.
—Yo se todo, leí algunas cosas sobre eso...
—Por favor Ophelia no me digas que leíste toda esa mierda en Internet, ¡Sabes que esta lleno de putas mentiras!.
—¿Entonces las fotos no son de ella?, ¡Ja!, déjame tranquila ya.
—¡¿Al menos terminaste de leer todo el artículo?! — alzó la voz— Porque si fuera así entenderías porque no...
—¿Si no es ese el problema? — hable— ¿Entonces cual es?, ¡Dime que pasa Johnny por favor! —dijo ella al borde de las lágrimas.
—Yo... No puedo decirlo...
—Okay, ya entendí— dijo recuperando su postura sería.
—Espera Ophelia no es lo que tu... —me interrumpe.
—No quiero ya no quiero saber nada de eso, estoy cansada ya me voy, ya me ridiculece lo suficiente.
—¿Enserio estas haciendo todo esto por las fotos?, No seas ridícula, ¡Como puedes si quiera compararte con esa arpia! — gritó ya enfadado con ella.
—Si bueno es evidente que no me comparo— se libro de mi agarre y salio corriendo del camerino molesta.

𝘾𝙝𝙤𝙤𝙨𝙚 𝙢𝙚 》𝘙𝘰𝘣𝘦𝘳𝘵 ¦ 𝘑𝘰𝘩𝘯𝘯𝘺 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora