Confrontation

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El Peso de las Palabras

En el silencio roto, un susurro tembloroso,
la verdad se revela en sombras de dolor.
Cicatrices del pasado, emociones enredadas,
un amor que se quiebra, la traición a flor de piel.

La mirada baja, la culpa se siente,
palabras no dichas, promesas rotas.
En el eco de los recuerdos, una traición,
en el pecho, un lamento, un amor en descomposición.

la verdad que hiere, una amistad en riesgo.
Entre lágrimas y miradas perdidas,
la soledad se alza, en el vacío, un reflejo.

El adiós susurrado, el silencio que queda,
un corazón dividido, en el eco de la despedida.
Entre palabras no dichas, promesas quebradas,
queda la esperanza, en el duelo, una nueva vida
.


CAPITULO 5


Enid flotaba en un vacío, una sensación que nunca antes había experimentado, como si su mente y su cuerpo se hubieran separado del mundo físico y fueran absorbidos por una densa niebla que la envolvía por completo. No había suelo bajo sus pies, ni paredes a su alrededor, solo un abismo interminable de oscuridad y silencio. Cada intento de moverse se sentía como si estuviera atrapada en arenas movedizas invisibles, y cada vez que intentaba gritar, su voz se perdía en la nada, como si el vacío mismo absorbiera cualquier sonido que pudiera producir. El lugar en el que se encontraba era indescriptible, no porque careciera de detalles, sino porque era un escenario que desafiaba toda lógica. No era simplemente oscuro, sino lúgubre, con sombras que parecían tener vida propia, moviéndose en los límites de su visión. Estas sombras no tenían forma, pero su presencia era opresiva, como si la observaran desde todos los ángulos, esperando el momento adecuado para revelarse.

El silencio que la rodeaba no era natural, era absoluto, tan profundo que incluso sus pensamientos parecían susurrar en su propia mente. Sin embargo, en medio de ese silencio, había una vibración sutil, como un murmullo lejano, casi inaudible, que parecía provenir de las mismas sombras que la acechaban. Era un sonido inquietante, que resonaba en lo más profundo de su ser, y cada vez que intentaba concentrarse en él, la sensación de pánico crecía dentro de ella. Aunque Enid no sabía cómo había llegado a ese lugar, una parte de ella sentía que era un reflejo de algo más, algo dentro de ella que no podía comprender. Era como si esta oscuridad fuera una manifestación de sus miedos más profundos, aquellos que siempre había mantenido ocultos incluso de sí misma.

Pero mientras la desesperación amenazaba con consumirla, hubo un destello, un ligero parpadeo en la lejanía. No era luz en el sentido convencional, sino una presencia, una energía que contrastaba con la opresión del vacío. Era débil, casi imperceptible, pero estaba ahí, y Enid, aferrándose a lo único que le daba esperanza, intentó moverse hacia esa dirección. El esfuerzo fue titánico. Cada paso, cada movimiento, era una lucha contra la parálisis que la mantenía atrapada. Pero cuanto más se acercaba, más consciente se volvía de que este lugar no era simplemente una creación de su mente; era real, tan real como cualquier cosa que hubiera experimentado antes. Y lo que sea que estaba en el centro de esa presencia, esa energía tenue, tenía un poder sobre ella que no lograba comprender.

A medida que avanzaba, la niebla a su alrededor comenzó a cambiar, revelando destellos de imágenes fugaces, momentos de su vida que no lograba entender del todo. Rostros conocidos aparecían y desaparecían, fragmentos de recuerdos, algunos felices, otros dolorosos, pero todos mezclados en un caos que reflejaba la confusión interna que sentía. Sin embargo, había una constante: la presencia de Merlina, siempre en el fondo de sus pensamientos, como un ancla que la mantenía conectada a la realidad. Pero a medida que se acercaba más al centro de ese vacío, la sensación de angustia aumentaba. La presencia que antes había sentido como un rayo de esperanza comenzó a distorsionarse, transformándose en algo amenazante, una fuerza que parecía atraerla y repelerla al mismo tiempo. Y entonces, justo cuando estaba a punto de alcanzar esa luz, todo cambió. Las sombras se arremolinaron a su alrededor, formándose en figuras que la observaban con ojos vacíos, acusadores.

ADDAMS---une histoire de sang.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora