En este mundo inquieto, moderno, apresurado,
tomamos todo aquello que nuestro corazón deseaba -tú y yo,
y ahora las velas blancas de nuestro barco están arriadas
y agotada la carga del navío.-Oscar Wilde
El dichoso dia habia llegado, aun sin salir de casa sentía la sensación de que sería una completa agonía asistir a la tan dichosa feria, el simple echo de pensar en personas y risas de niños por todo lados, los caramelos, fuegos artificiales, todo aquello le hacía querer degollarse para tener la excusa perfecta para no asistir, sin embargo le habia prometido a cierta rubia que asistiría, misma a la cual no habia respondido su ultima carta la cual suponia no lo habia hecho porque se verían en algunas horas. Llegado el momento suspiro pesadamente, largo la estaba esperando el el auto familiar, ya no habia manera de continuar procrastinando, asi que subio al coche, y por mas lago que fuera el camino ciertamente le pareció corto el tiempo del trayecto, solo al llegar a San Francisco ya estaba comenzando a caer el sol, no tenían un lugar en especificó para llegar a reunirse por lo tanto opto llegar directo a la feria.
Tardó aproximadamente 10 minutos en decidir bajar del auto, por alguna razon sentia una sensacion extraña en su pecho de nuevo, aquella sensación era distinta a cuando estaba en la mansion Addams, era mas como una especie de aceleracion cosa extraña pues no habia ejercido nada de actividad fisica.-Merlina¡-
Escucho no muy lejos una voz que para su desgracia le era conocida, dejo su andar y espero paciente en su lugar con los brazos cruzados.
-mmm muy bien... empezó la tortura-
-Merlina, vaya sorpresa que estés aquí verdaderamente... no crei que este tipo de cosas te gustaran... supongo que Enid y Yoko lograron convencerte... dime.. te ha sido de utilidad el teléfono?-
Miro al chico mas alto, Xavier, no se sorprendía de verlo en aquel lugar ya Enid habia mencionado que todos se reunirían, pero no esperaba encontrarse con el primero, elevo los hombros sin interés alguno, aunque le habia dado ciertos usos al celular que le habia obsequiado la verdad era que lo unico mas interesante de ese aparato era la anónima existencia de su acosador, cosa que aun debía de estar investigando.
-ha sido una cadena atada a mi pierna, pero no puedo negar que llega a ser útil en ciertas circunstancias... como sobornos-
-eso es.... emm, muy tu supongo... los demás no deben tardar o quizás ya andes por allí... podemos buscarlos juntos si gustas-
-no creo tener muchas opciones no es verdad?-
sin esperara respuesta por parte del chico comenzó a caminar, el junto a ella hablaba a su pesar sin parar de lo poco productivo que habia sido su estadia vacacional, algo fastidiada puso la minima atencion, asistió con la cabeza ante cada cosa que dijera así no tuviera sentido con la pregunta que le hiciera, se detuvo entonces a observar el dichos puesto de terror el cual le habia mencionado Enid, el cual habia logrado "convencerla" de asistir a esa jodida reunión.
-entonces si lo usaste para hablar con alguien?, vaya.. no quiero decir que sea.. bueno extraño.. pero lo es... pensé que no serias del tipo de persona que hablara por teléfono-
-MMG... afirme hablar con alguien, no que usara ese aparato para hacerlo.-
Antes de que el chico pudiera continuar la pregunta, alegando cualquier otra cosa de la conversación la cual claramente no presto atención, se fueron uniendo más personas en la caminata. Poco en poco se fueron reuniendo los conocidos de nevermore, primero Xavier, luego Eugene, tras recorrer algunos juegos de azar se habían topado con la dichosa Yoko, ya más tarde cuando la luz en la feria solo era expuesta por los reflectores y bombillas radiantes, apareció lo que para ella era el grupo de sirenas, cabe aclarar que aunque eran solo 3 siempre que lo meditaba les veía cerca, como si fueran una especie de mafia conformados por bianca y su séquito de divina y ken, aun a pesar de que estaban todo reunidos allí no se dignaba a dirigirles la palabra a ninguno, le era simplemente molesto, igualmente ellos parecian comprenderlo y lo aceptaban, ninguno le forzaba a hablar. Lo más extraño de todo aquel alboroto de idioteces que oía del grupo de adolescentes era que faltaba los comentarios entusiastas de cierta rubia, no veía rastro de ella, y al parecer no era la única que había notado la falta de está, puesto que las preguntas constantes de los "amigos" (meramente de Enid), ella no opinaba absolutamente nada del grupo de hormonales, ellos no paraban de sugerir y especular posibles razones a su falta, una teoría mas descabellada que la anterior, parecía una apuesta de a quien se le ocurría la peor historia, y ante lo que escuchaba al parecer la rubia solo habia tenido contacto con ella y Yoko, siendo solo unas llamadas ocasionales a la asiática, de alguna forma sintió cierto favoritismos de la rabia hacia su persona, pero aun estaba la duda mas grande, donde se encontraba la rubia.