Abyss

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"El umbral del silencio"

Antes de que las puertas de hierro se cierren,
Antes de que el eco de mis pasos se extinga,
Me preparo en silencio, como quien sabe,
Que el horizonte de su mundo ha menguado.

No habrá más cielo abierto ni sol en el rostro,
Solo un techo bajo y paredes frías,
Donde las sombras serán mis únicas compañeras,
Y el tiempo un verdugo implacable, sin días.

Cada respiro se torna en despedida,
Cada pensamiento en un lamento velado,
Porque aunque el cuerpo sea la prisión forzada,
La mente sigue libre, aunque atormentada.

¿Quién soy yo sin la vastedad del viento?
¿Quién seré en este abismo de concreto?
Una sombra de lo que fui, un eco difuso,
Una chispa de libertad que en el encierro, se ha perdido.

-Autor desconocido-




Salir de la sala de los Ocultista no fue tan complicado como lo esperaba que fuera, a pesar de la seguridad claramente establecida lograron salir sin ser vistas, cada una nerviosa a su manera, Merlina era la imagen misma de una persona imperturbable, fría y analíticamente bien establecida, Endi, con pasos torpes, algo de sudor en las manos, asustadiza y con el estomago y pecho echo un lio, algo que se podría notar a la vista. Cuando dieron al final del pasillo y estaban totalmente seguras de que nadie sospecharía de su aparición repentina, con ya una actuación totalmente natural, o al menos por parte de Merlina porque Enid no podía elevar la mirada aun.

No fue hasta que observaron la entrada de la academia llena de guardias que la realidad las invadió, Enid olvido su nerviosismo al verlos, frunció el seño, eran demasiados, y por lo que veía estaban bajando de una camioneta unas cadenas, no debía ser un genio para saber el uso que le darían a dicho objeto.

-eso es plata-menciono su compañera a su lado.

La azabache seguía impasible, era experta en tortura, claro reconocería la plata a simple vista, pero Enid a su lado no lo estaba, esta si expresaba corporalmente su molestia, ambas sabían cuál era el uso de ese metal, y no era del agrado de la rubia, logro distinguir el director a lo lejos, esta estaba parado junto a la entrada viendo la camioneta, su expresión también impasible, Enid miro a la merlina, no necesitaban palabras, no al menos ahora, por lo tanto la azabache se limito a sentir con la cabeza, tras el consentimiento silencioso Enid se alejo caminado directo al director, vasto con una mirada sutil del mayor para que ambos entendieran, el director fue directo a su oficina y Enid tras él.

El camino fue pesado y silencioso, la densidad o tensión entre ellos era casi palpable, ella estaba nerviosa, o frustrada era la palabra mas adecuada, en cuanto llegaron a la oficina he ingresaron fue ella la que estallo, ya no soportaba mas ese silencio o poca información.

-que esta pasando¡?, se supone que lograrías de evitar todo este conflicto... porque nos están encerrando?- dijo yendo directamente hacia la silla frente el escritorio, de estar en un lugar menos formal habría roto algo.

El director no se inmuto por la explosión de la chica, solo acepto la queja que ella tenia en ese momento, paso con una calma inusual hasta su propio asiento, mas no se sentó, solo se quedó tras del asiento dándole la espalda a la rubia, se cruzo de brazos soltando un largo gruñido, se veía que le costaba mantener el control en ese momento, miro de reojo hacia atrás, su mirada de enfoco en Enid en ese instante, ella vio en sus ojos la rabia contenida.

Salir de la sala de los Ocultistas fue menos complicado de lo que esperaban. A pesar de la seguridad establecida, cruzaron los pasillos con pasos silenciosos, cada una lidiando con su nerviosismo de manera distinta. Merlina avanzaba como una sombra, imperturbable, con la mente fría y analítica que la caracterizaba, mientras que Enid no podía ocultar el desorden en su interior. Sus pasos eran torpes, las manos húmedas de sudor, y su pecho y estómago se enredaban en un nudo de ansiedad. Aunque intentaba mantener la calma, cualquiera que la observara sabría que algo la perturbaba profundamente.

ADDAMS---une histoire de sang.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora