Alexia Litman

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─ Estas muy feliz ─  comenta Cassia mirándome con suspicacia.

─ Nada fuera de lo común ─  comentó tranquila mirando los estados de ventas de los últimos días.

A nuestra línea le ha ido muy bien, no fue un éxito rotundo cómo nos hubiéramos querido que fuera, pero nos ha ido bastante bien, las compras de nuestras línea han sido muy buenas y eso es lo importante.

─ ¿Segura? ─  me pregunta Cassia con interés, ella viene por lo menos una vez a la semana a reuniones y así, lo demas lo trata por videollamadas.

─ Si ─  contestó.

─ Es por él italiano, llega mañana ─  comenta Alex.

─ Tiene nombre y no es por él ─  me defiendo.

─ Mmmmm, corrige lo del nombre primero ─  dice Cassia de manera cómplice mientras mira a Alex que la apoya.

─ Yaaa no molesten ─  me quejo.

─ No queremos molestarte…..─  empieza a decir Alex.

─ Solo estamos curiosas ─  continua Cassia ─ ¿te gusta? ─ 

─ Porque me gusto fue que quedé embarazada ─  contestó con obviedad.

─ Pero dejando de lado él sexo ─  dice Alex.

─ Si, me gusta mucho ─  contestó.

─ ¿Entonces por qué no salen?, ¿de verdad? ─  pregunta Alex.

─ No lo vemos tan simple ─  comentó.

─ O quizás es más simple de lo que creen, sólo deben intentarlo ─  dice Cassia.

─ No sé, tengo miedo ─ confieso.

*****

Después de terminar con mis hermanas voy al departamento, me gusta trabajar más en él departamento, siento que me puedo concentrar más, además de que puedo estar mucho más cómoda, porque mi vientre está creciendo, y me emociona tanto.

Quiero estar con él vientre de fuera todo él tiempo, la ropa me molesta por eso decidí trabajar más desde mi departamento, así también me acostumbro un poco más a estar sola, aunque en las noches me cuesta bastante, Dario habla conmigo, por muchas horas, hasta que me quedo completamente dormida, aprecio mucho eso, cosas son las que me hacen quererlo.

─ Tengo ganas de comer algo, pero no se que ─  le digo a mi escolta.

─ Ahhhh, no se que decir a eso ─  dice el confundido.

─ Vamos por pollo ─  le digo asiente.

Me lleva a un lugar que está cerca de mi departamento donde puedo comprar mi pollo, pero tengo tanta hambre que lo termino comiendo en él lugar. Mientras me llega un mensaje o más bien una foto que me hace perder él apetito.

¿Quién es ella?

¿Por qué está tan abrazada a Dario? 

Dario

─ Es una bestia ─  dice Manolo con emoción y yo también, mientras escuchamos él motor de nuestro auto, escucharlo rugir se siente incluso más real, aunque la verdad es que pensé que estaría más emocionado al escucharlo por primera vez, no cómo cuando escuche él corazon de mi hijo.

Bueno nada se compara con ese maravilloso sonido

─ Bien tenemos que ponernos de acuerdo con él color ─  me dice Manolo.

Hemos estado de acuerdo con basicamente todo lo relacionado con él auto, menos en él color, él propone unos colores  fuertes, vivos, llamativos, yo lo quiero negro. Me parece que es la mejor manera de presentarlo, que sea tomado en serio, pero Manolo no lo entiende.