Dario
─¿Dónde estabas? ─ pregunta mi padre molesto desde su lugar en la sala de estar de la mansión familiar.
─Fui a una fiesta, pase la noche con una linda chica y estuve toda la mañana en el Club─ contestó sincero, claro, dejo de lado el detalle de que participe en una carrera en dicha fiesta.
─¿Cuándo piensas sentar cabeza?, ¿buscar a una buena mujer?, ¿Casarte? ─ me reclama él.
─Cuando mi hermano lo haga, a ver si una vez casado respetaría a su esposa y dejará de quitarme a las mujeres con las que salgo ─ le digo tranquilo.
Mi familia dice que soy grosero, pero la verdad es que soy sincero, siempre digo la verdad, el asunto está que no la quieren aceptar, especialmente mi padre, él nunca quiere aceptar la verdad de su perfecto hijo Marcos. Para nuestro padre él puede hacer lo que sea, puede quitarme lo que sea y está bien, para él está perfecto porque en Marcos, su primogénito.
─¡No esté levantando falsas calumnias de tu hermano!─ grita el ofendido.
─Hijo que bueno que llegaste─ dice mi madre bajando las escaleras arregladas para salir, se acerca a mí y me saluda con un beso en cada mejilla ─ ¿llegas muy cansado?─ me pregunta ella.
─No para algo que me pidas madre ─ le aseguro besando su mano y claro que es cierto, ella es la única en la familia que me aprecia, así que claro que no hay nada que haga por ella.
─En ese caso, sube, date una ducha para salir, necesito comprar algunas cosas y de paso almorzamos juntos, que hace mucho que no lo hacemos ─ me dice ella .
─Me parece un plan estupendo, no tardó─ digo para después, subir a mi habitación para cambiarme, en realidad fue a eso que vine, ya que aquí lo único que recibo son reclamos.
Me ducho y cambia lo más rápido que puedo, a mi madre tampoco le gusta que la dejen esperando, cuando estoy listo salgo de mi habitación encontrando me dé frente con mi hermano, trato de pasar de él, no me interesa tener ningún tipo de conversación.
─Ayer cené con Catia, te manda saludos ─ me dice él con la voz llena de alegría y prepotencia, lo ignoro completamente, ni siquiera le doy el gusto de ver, me reacciona ante su comentario.
Catia fue mi primera novia, la única que en realidad fue serio, yo la amaba, veía a través de sus ojos, ella lo fue todo, todo y con apenas 20 años quería que fuera mi esposa, mi madre estaba de acuerdo con nuestra relación, aunque no tanto con que nos casáramos, ya que ambos éramos muy jóvenes para eso, algo justo, pero mi padre, él es otro tema.
A pesar de que Catia también viene de una familia con la misma buena posición que nosotros, su padre y mi padre son buenos amigos de muchos años, él no estaba conforme con la relación, por supuesto el problema de la relación era yo, yo no era lo suficiente me era el adecuado, pero mi hermano, el sí, el sí era el bueno, el mejor, más de lo que yo podría ser jamás. Es molesto que cada vez ambos, pese a mis quejas a las de mi madre no les importo y continuaban haciéndolo, Catia me decía que nos les hiciera caso, que de cualquier manera ella no estaba interesada en mi hermano.
Estaba tan poco interesada que en mi cumplearias 21, los encontré follando en mi habitación, no pedí una explicación, ¿para qué?, solo termine con ella y no he vuelto a tener otra relación, además cuando Marcos se da cuenta de algún atisbo o interés miden alguna mujer, no duda en acercarse a la misma para que su atención pase de mí a él.
Ya no me sorprende cuando lo veo salir con alguna mujer con la que ya he salido antes o he tenido algo que ver, No entiendo por qué lo hace, cuál es la satisfacción que obtiene al hacerlo.
─Estoy listo─ le aviso a mi madre que está sentada en la sala, sola, luce acalorada aunque intenta disimularlo con una sonrisa, discutió con mi padre ─ madre por favor, no pelees por asuntos estúpidos, sabes mejor que yo que él nunca aceptará que está equivocado ─ le digo, no me gusta que se preocupe o altere por esta situaciones.
─Es que tu padre me desespera demasiado─ se queja ella.
─Ya no pienses en él, disfrutemos el día juntos ─ le digo.
Pasar un día con mi madre es ir de tienda en tienda gastando miles y miles de euros en cada una de las tiendas, las cuales cubre mi padre, además de detenernos en uno que otro Café a comer algo y tomar café. Para mi madre, además de hacer sus compras y comprarme a mí como si tuviera 10 años, también en las cafeterías donde nos detenemos, buscar me una novia.
Mi madre medio entiende mis razones y digo medio entiende, porque ella no se hace de la vista gorda con lo que hace mi hermano, ella sabe perfectamente que él siempre quiere hacerme la vida imposible y él acusa a mi madre de tener un favorito.
Él es el favorito de nuestro padre, así que estamos a mano.
El caso es que aunque ella sepa eso, dice que no es motivo suficiente para que deje de intentarlo en el amor, que no me funcionara con ella, pues no significa que no funcionara con alguien más, que en algún lugar estará la mujer que de verdad me ame, muy por encima de cualquier infamia de mi padre o intentos de mi madre.
Quizás tenga razón, pero ahora no tengo ganas de intentarlo.
─¿Cómo va tu proyecto? ─ me pregunta ella con emoción.
Trabajo en la empresa de la familia, aunque no algo que me llene en lo más mínimo, por supuesto el motivo de esto son mi padre y mi hermano, estoy seguro de ellos tampoco me quieren en la empresa.
¿Por qué mi padre insistió en que si esté en la empresa?
Supongo que imagen, le encanta presumir de que sus dos hijos serán la siguiente cara de su empresa, pero tampoco es que tenga algún tipo de voz o voto en las decisiones de esta, ya que cualquier idea u opinión que diga, es simplemente declinada por ambos, en caso claro de que me dejen hablar y por eso empecé mi propio proyecto.
Quiero mi propia empresa automotriz, mi pasión por los autos, a pesar de lo que mi padre piense o diga, nos es simple pasatiempo o capricho, el proyecto lo empecé en la universidad y por presión de él lo deje, o es lo que le hice creer, nunca lo he dejado y con unos amigos lo estamos llevando a cabo.
La única que sabe de esto es mi madre, somos una empresa pequeña, apenas si nos estamos empezando a abrir camino después de tres años, es un mercado difícil, pero me encanta y dado que en realidad ellos solo me quieren en las reuniones para que ocupe una silla, porque en realidad no les interesa lo que pueda aportar en la empresa, porque según ellos no tengo nada que aportar, ocupo mi tiempo en mi propia empresa.
Ellos creen que ando de fiesta gastando el dinero, si de verdad prestaran atención se darían cuenta de que no es así y no me importa llegara el momento en que tendré la satisfacción de decirle a ambos que tengo mi propia empresa, una que yo forme, una empresa que vale millones.
─Tuvimos un poco de retraso por lo que le pasó a Manolo, pero aún estamos con un buen tiempo para terminar el auto – le cuento.
Manolo es mi mejor amigo, nos conocimos en la universidad y es mi socio en este ambicioso proyecto que tenemos, hace unas semanas tuvieron que intervenirlo por apendicitis.
─Me alegra mucho hijo, estoy emocionada de ver su primer auto – dice ella feliz, ella, su amor es lo único que estoy seguro de que Marcos no me podrá quitar jamás.
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Alexia Litman
RomancePara Alexia Litman solo hay tres cosas que ama con locura, su familia, la moda y las carreras de autos, está ultima un poco más que la moda, porque para ser participe de ellas, con ayuda de su hermana se escapar a las carreras a escondidas de su fam...