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Dario

─¡Le dijiste de esto a tu madre! ─ me reclama mi padre cuando entró en la habitación.

─Si ─ contestó tranquilo y aliviado de que esté mejor.

─No debiste hacer eso ─ me reclama.

─Por si no te has dado cuenta le tengo más miedo a ella que tu papá ─ le digo tranquilo ─ y no te exaltes que si no, no te darán él alta ─ le recuerdo y él bufa.

─Pero no debes preocupar asi a tu madre ─ se sigue quejando.

─Papá tu salud no es la misma de antes aunque quieras aparentar que sí, debes tomarte las cosas con calma y lo sabes ─ comentó.

─Aun tengo fuerza muchacho no soy tan viejo ─ se queja él.

─Yo no mencione tu edad, menciona tu salud ─ le aclaró, la edad es un tema delicado para mi padre ─ y si, no estas tan viejos y todas esas energías que gastamos en él trabajo gastala pasando tiempo con mi madre ─ le digo ─ es mejor que te pongas al día con ella, hay muchos que le están echando él ojos ─

─¡¿Qué?!, ¿quiénes son?, habla ahora mismo muchacho ─ me exige él y no puedo contener la ira, aunque si es verdad, mi  madre es una mujer hermosa y hay hombres que le coquetean.

─Te haré una lista cuando estemos de nuevo en casa, así te ocupas de eso y le dejas él trabajo a Marco ─ le propongo ─ debes de estar listo para hacerse cargo, ¿oh no? ─ le preguntó con interés.

El con palabras exactas él no a dijo que dejara a Marco cómo su sucesor, pero por la manera en la que lo trata y siempre lo tiene a su lado es claro que es él a quién dejará en su lugar, él ya debe tomar un descanso.

─Tu hermano, ¿no ha venido? ─ me pregunta él.

─No seguramente es porque no sabe en qué hospital estamos ─ comentó.

─Pero tampoco te ha llamado ─ comenta él. No, la verdad es que no lo ha hecho y no tengo ni la menor idea de donde se habrá metido Marco, estupido cobarde ¿a donde mierda te has ido?.

─Yo lo llamaré ─ le digo, sacando mi celular para llamarlo y pongo él altavoz, contesta al cuarto tono.

─¿Qué? ─

─Papá está preguntando por ti, ¿a donde mierda te fuiste? ─ le preguntó.

─Al hotel, ¿ustedes donde se quedaron? ─ pregunta él.

─Si, te hubieras detenido un segundo te habrías dado cuenta que papá se puso mal, lo traje al hospital ─ le cuento.

─¿Qué?, ¿está bien? ─

─Si, esta bien la presión se le disparó, pero no más que eso, ya lo estabilizaron, estamos esperando al doctor para que le den él alta y las indicaciones, ¿me podrias hacer un favor? ─ le preguntó.

─¿Qué favor?, ─ 

─Convencelo de que se tome unos días libres…

─Ni creas que estarás a cargo eres un inutil bueno para nada ─ me dice él.

─Si aja, aja, solo convencelo de que se tome unos días y ven que está preguntando por ti ─ le digo y cuelgo antes de que siga diciéndome más estupideces ─ seguro viene ─ le digo a mi padre.

─N… ─ empieza a decir algo y mi celular suena, es mi madre.

─Es mamá ─ le avisó y también pongo él celular en altavoz de nuevo ─ sí mamá ─ contestó.

Alexia LitmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora