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Alexia

algunas semanas después

─Xia despierta, ya llegamos─ me dice Alex mientras me empuja para que despierte.

Por fin, después de varios años, por fin estamos regresando a casa y ahora las tres nos dedicaremos de lleno al desarrollo de nuestra marca.

─Qué corto fue el viaje ─ comentó aún somnolienta.

─Estuviste dormida casi todo él viaje, claro que para ti fue corto ─ me dice ella.

─¿Por qué estás tan cansada? ─ me pregunta.

─Creo que es porque me quede despierta hasta tarde dibujando – contesto – mi mente parece que cambió sola de horario y piensa que el día es la noche ─

Desde hace algunas semanas me la paso cabeceando en las mañanas y despierta en la noche, con la energía de una persona que se ha tomado cinco expresos, ni yo me entiendo ahora mismo.

Los escoltas ya nos están esperando al llegar, por lo que nos llevan directamente a casa de nuestros padres, donde el abuelo y nuestros padres nos reciben.

─Qué bueno es tenerlas en casa ─ dile el abuelo.

─Y nosotras de estar ─ dice Alex mientras yo asiento tratando en lo posible de no quedarme dormida.

─¿Estás bien, hija? ─ me pregunta mi padre.

─Si es que me quede trabajando hasta tarde ─ le digo

─Se que están muy entusiasmadas con el desarrollo de su marca y se sienten con mucha energía, pero tampoco se sobre esfuerzan – me dice el abuelo.

─Tranquilo abuelo, no me estoy sobre es...forzando – digo a medio bostezo.

Seguimos hablando un poco más, nuestros padres nos ponen más detalladamente al día con todo lo que está pasando en la familia y eso es el juicio de Cedrick y Hanna por la custodia de nuestra sobrina. Nuestros padres nos aseguran de que ella no tiene ninguna oportunidad de ganar, ella, aunque se muestre como una madre muy arrepentida que jura a ver cambiado su pasado, no es tan fácil de limpiar.

Luego llegan nuestros sobrinos y conocemos a la pareja de Cedrick, al fin tiene pareja, me alegra mucho ver que mi hermano ya no lo sigue atormentando lo que pasó con Hanna hace años.

─No entiendo para qué tienen un departamento, esta es su casa ─ dice él abuelo.

Hace un poco más de un año, que compramos un departamento en el centro de la ciudad, para tener nuestro propio espacio, además Alex necesitaba un lugar para verse con Caref y yo poder salir.

─Lo es, pero también es tiempo que necesitamos nuestra casa ─ dice mi hermana.

─Díganme anticuado, pero las mujeres tienen su casa cuando se casan ─ dice él abuelo.

─Bueno, en ese caso.... ─ empieza a decir Alex.

─No ─ dice el abuelo serio.

─Pero, él es bueno ─ se queja mi hermano.

─No completamente ─dice él serió y mi hermana hace un puchero.

─Nadie es completamente bueno ─ refuta ella ─ yo lo quiero y él a mí, ¿o me dirás que él no me quiere? ─ le pregunta ella molesta.

Miro al abuelo con interés y él solo la mira molesto, tanto Alex cómo yo sabemos que significa, Caref si quiere a mi hermana, el abuelo lo sabe, todo el mundo lo sabe, ellos solo no están juntos oficialmente porque el abuelo se opone por alguna razón.

─Él auto, está listo, avisa nuestro escolta y yo me acerco al abuelo para darle un beso en la mejilla en despedida.

─Deja que estén juntos, ellos se aman mucho ─ le susurro al abuelo ─ te quiero ─ digo dándole otro beso, después Alex se acerca a ella y se despide él también ara después irnos a nuestro departamento.

*****

Las semanas pasan tranquilas, visitamos a la familia, pasamos tiempo juntos, pasamos tiempo con nuestros curiosos sobrinos, además conociendo mejor a nuestra nueva cuñada, además de por supuesto trabajar.

─Si nos organizamos bien en tres meses, deberíamos de tener listo nuestro primer desfile ─ nos dice Cass, estamos con ella por videollamada, ella está en su casa con su esposo, desde haya lo hace todo y viene a la ciudad de vez en cuando.

─No sé, me siento nerviosa, me parece que es algo muy ambicioso ─ digo nerviosa, mientras como jamón.

─Todo irá bien, pero también estoy de acuerdo en la parte de ser ambicioso ─ dice Alex ─ queremos presentar buenas piezas, pero es posible que se nos están yendo las manos ─ dice.

─Necesitamos asesoría ─ digo.

─Xia deja de comer tanto que me pones nerviosa ─ dice Cassia.

─No lo puedo evitar, cómo cuando estoy nerviosa ─ me encojo de hombros.

─Vamos con nuestros hermanos para que nos asesoren ─ dice Alex y las tres estamos de acuerdo en eso.

No vamos hoy directamente porque nuestra conversación se extendió un poco más de lo que esperábamos, cada una tiene demasiadas ideas de lo que quiere, de sus diseños de cómo combinarlo que es un poco ponernos de acuerdo, además necesitamos límites, porque a esté paso con todo lo que queremos hacer y mostrar agotaremos todo el presupuesto en nuestra primera pasarela.

─Te dolerá él estómago de nuevo si sigues comiendo así ─ me dice Alex mientras vamos en él auto.

─No sé porque, pero me he sentido muy ansiosa en estos días ─ le digo.

─Si, yo también estoy ansiosa, aunque más que nada emocionada, con todo lo que haremos y es mejor que te acostumbres, porque esto fue lo que siempre quisimos, recuérdalo ─ me dice ella.

─Si es lo que siempre hemos querido y lo sigo queriendo, pero no entiendo por qué me siento así, además ya ni duermo, me quedo despierta dibujando hasta muy tarde, porque el sueño no está de mi parte ─ le cuento.

─Eso es muy raro, deberías ir al médico a que te revise ─ me dice ella.

─Ohhh, no médico, sí que no, saber cómo se pone papá cuando alguno dice que debe de ir al médico ─ le digo.

Nuestro padre es alguien que se preocupa demasiado por la salud, por su propia condición, pero en ocasiones exagera un poco y lo mío seguramente es temporal, algo pasajero, o Jet lag, lo más seguro, así que no debe de ser algo que nos preocupe.

─Es mejor que vayas al doctor y saber que tienes y tratarlo, que no hacer nada y sea algo de cuidado ─ dice ella.

─Te escuchas igual que papá ─ me quejo haciendo una mueca. Llegamos al departamento y nos encontramos con Caref ─ los dejo solo, no hagan mucho ruido, veré si duermo un poco ─ digo mientras subo a la habitación.

En cuanto entro en mi habitación me voy a despojar de mi ropa, para estar más cómodo y descansar. No creo tener nada malo, solo estoy cansada, nada más.

Alexia LitmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora