capitulo 16

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Manada del sur

Antes de que tae y jimin salieran de la cabaña del anciano.

Yeonjun se encontraba buscando dos omegas, siguiendo las órdenes de jungkook y yoongui.

De un momento atro escucho risas y como si corrieran entonces yeonjun apareció entre las sombras de los árboles, interceptandolos con una mirada severa.

— ustedes ¿que hacen aqui? - dijo yeonjun con un tono autoritario, sin darles tiempo a reaccionar, los sujeto firmemente y los llevo con sus alfas.
Esperando que nadie se les cruce por el camino.

Actualidad

Cuando llegaron antes ellos la tensión era palpable. Jungkook y yoongui se pusieron de pie de inmediato, sus miradas furiosas clavadas en las de los omegas.

¿qué estaban pensando? - rugio jungkook, su voz era firme pero teñida de preocupacion.
—les dijimos que se quedaran aqui. ¡Esto era por su seguridad!- grito el alfa acercandose a tae.

Tae se asusto por el grito que decidió taparse los oídos. Retrocediendo tres paso hacia atrás.
Eso alarmó a jungkook que se detuvo al instante, ver a su omega con miedo le molesto, eso hizo que se tranquilizara un poco.

— osito ven, no gritaré más.- dijo jungkook con los brazos extendidos hacia tae.
El omega no sabía por que solo con jungkook se podía asustar y actuar en sumisión. De igual forma sabía que su alfa sería incapaz de lastimarlo. Así que fue hacia el escondiendose en su cuello para respirar su aroma.

Yoongui, más  frio pero igual de molesto, cruzo los brazos  y miro a jimin con decepción.

— no estamos jugando. Ustedes no entienden lo que esta en juego. - dijo en un tono bajo y amenazante.
— si los hubieran descubierto, habrían desatado un conflicto que nadie podrian detener.

Los omegas avergonzados  y aun bajo el impacto de las palabras del anciano, no dijeron ni una palabra. Sabian que habían cometido un error, pero algún en su interior  sabía que ese con el anciano no era una simple coincidencia.

La noche comenzó a caer, y con ella, el cielo se tiñó de un azul profundo mientras la luna llena se alzaba imponente sobre el horizonte. La celebración estaba a punto de comenzar, y sabían que debían ejecutar su plan inmediatamente. El tiempo apremiaba, y las tensiones entre las manadas podían desatarse en cualquier momento.

—Tenemos que llevarlos de vuelta a su manada —dijo Yoongi, mirando a Jungkook—, pero no será fácil. Si los otros descubren que estamos moviendo a los omegas, esto podría terminar mal.

Jungkook asintió, consciente de lo complicado que sería caminar por  el territorio sin ser descubiertos.

—No tenemos opción —respondió con firmeza—. Si no lo hacemos ahora, será aún más peligroso. Esta noche, durante la celebración de la luna, es nuestra única oportunidad. Debemos movernos ya.

Los cuatro sabían que no podían esperar más. La celebración de la luna llenaría los alrededores de ruido y distracción, el momento perfecto para intentar la fuga. Pero el riesgo era enorme. Cualquier error podría costarles la paz y desatar el caos entre las manadas.

—Prepárense —dijo Jungkook, dirigiéndose a los omegas—. Esto será difícil, pero lo lograremos juntos. No se separen de nosotros.

La luna, testigo silenciosa de todo lo que estaba por suceder, brillaba cada vez más fuerte, mientras el destino de todos se entrelazaba en una trama de peligro, traición y sacrificio.

La luna, ahora completamente llena, iluminaba los árboles y el terreno con un brillo plateado, haciendo que cada sombra pareciera más profunda y cada sonido más nítido. La celebración había comenzado; tambores y cánticos ancestrales retumbaban en la distancia, eco de los rituales que las manadas realizaban en honor al astro nocturno. La atmósfera estaba cargada de una mezcla de euforia y misterio, perfecta para pasar desapercibidos, pero también traicionera.

nuestro peligroso amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora