capitulo 27

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El día llegó, y con él, un frío intenso que envolvía todo a su alrededor. La nieve caía sin cesar, cubriendo el suelo con una capa blanca que crujía bajo sus pies. Jungkook y Tae se preparaban para partir; era momento de regresar a casa.

El alfa caminaba al frente, guiándolos a través del bosque cubierto de nieve. El viento soplaba fuerte, haciendo que la visibilidad fuera difícil, pero el alfa parecía conocer el camino con precisión. Tras varios minutos de caminar en silencio, llegaron a una formación rocosa cerca de una cascada congelada.

—Van a subir por aquí —dijo el alfa, señalando las rocas—. Deben prestar mucha atención. Algunas rocas pueden desprenderse, así que tengan cuidado.

Tae miró hacia arriba, observando la altura de las rocas y el peligro evidente. Un nudo de miedo se formó en su estómago.

—Es muy alto... No podré hacerlo —susurró, con el miedo claro en su voz.

El alfa se volvió hacia él, su expresión dura y su voz firme.

—Si quieres volver a casa, lo harás—dijo, su tono inflexible y cortante.

—¿por que siempre esta regañandome?- dijo tae abultando sus labios con el ceño fruncido.

— por que eres un omega problemático, debes escuchar y obedecer más o podrías poner en peligro a todos.- dijo el alfa con un tono de voz severo.

Jungkook frunció el ceño al escuchar esas palabras. El alfa había sido su salvador, pero el tono que usaba con Tae no le gustaba en lo absoluto. La mirada protectora de Jungkook se endureció mientras daba un paso adelante, poniéndose ligeramente entre Tae y el alfa.

—No tienes derecho a hablarle así —dijo Jungkook, su voz baja pero cargada de molestia—. Estamos agradecidos por tu ayuda, pero no volverás a dirigirte a Tae con ese tono.

El alfa lo miró en silencio por un segundo, su expresión inexpresiva. Finalmente, asintió ligeramente, reconociendo la defensa de Jungkook.

—Como quieras, pero debes entender algo —dijo el alfa, con calma—. El camino hacia su hogar no será fácil. Y no habrá tiempo para dudas. Si él no puede hacerlo, ambos corren peligro.

Jungkook apretó los dientes, sus ojos oscuros reflejando su determinación.

—No te preocupes por nosotros —respondió, volviendo la mirada hacia Tae—. Yo me aseguraré de que lo logremos.

Tae miró a Jungkook, encontrando en sus ojos la fuerza que le faltaba en ese momento. A pesar del miedo que lo invadía, asintió, confiando plenamente en él.

—Confío en ti, Jungkook —dijo Tae suavemente, mientras se preparaba para el desafío.

El alfa mayor, sin perder tiempo, lanzó una soga hacia arriba, y la cuerda se sujetó con algo en lo alto de las rocas. Antes de continuar, el alfa comprobó que aguantara su peso, jalándola con fuerza para asegurarse.

—Bien, Jungkook, irás primero —dijo el alfa, su tono firme pero con urgencia—. Date prisa, no estamos solos en este bosque.

Jungkook asintió, pero antes de comenzar, se giró hacia Tae, quien aún mostraba el miedo reflejado en sus ojos.

—Estaré bien, no temas —intervino el alfa, mirando a Tae con una mezcla de comprensión y paciencia que no había mostrado antes.

Jungkook le dedicó a Tae una sonrisa tranquilizadora antes de comenzar a escalar. A medida que subía, las rocas resbaladizas por el agua de la cascada hacían el trayecto más complicado, pero Jungkook se mantenía firme, avanzando con cuidado. El frío mordía su piel y la nieve se arremolinaba a su alrededor, pero no iba a detenerse. Después de unos minutos de esfuerzo, finalmente logró llegar a la cima.

nuestro peligroso amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora