en un mundo donde dos poderosas manadas han mantenido la paz gracias a un frágil tratado, el rio que los separa es la única barrera entre la armonía y el caos. ¿pero que pasara cuando dos omegas valientes y rebeldes desafían las reglas por amor y...
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Jimin estaba en medio de la pelea, sus garras y colmillos buscando cualquier punto débil en el alfa que tenía frente a él. Sus movimientos eran rápidos, precisos, pero en su interior sentía la desesperación acumulándose. De repente, el eco de un aullido atravesó el aire. Un sonido cargado de dolor. El aullido de la muerte de Tae.
Jimin: —¡No...! —murmuró, sus ojos llenos de terror mientras el impacto de la noticia lo golpeaba.
La rabia y la tristeza lo invadieron de golpe. En un estallido de furia, Jimin canalizó toda su ira hacia el alfa que estaba luchando contra él. Con un grito visceral, le clavó sus colmillos en el cuello, rompiendo la carne y acabando con su vida en un solo movimiento.
El alfa cayó, sin vida.
Pero Jimin no se detuvo. Las lágrimas se mezclaban con la nieve en su rostro mientras giraba la cabeza hacia el lugar de donde había venido el aullido. Quería correr, ver con sus propios ojos, encontrar a Tae, aunque su corazón ya supiera la verdad. jimin volvió a su forma humana para poder esconderse mejor.
Jimin: —¡Tae!
Sin embargo, antes de que pudiera echarse a correr, Yoongi apareció frente a él. Jimin intentó esquivarlo, desesperado por llegar a donde su hermano había caído.
Yoongui: no jimin no vayas, es peligroso debe haber otros lobos ahí.- dijo el alfa sujetando a jimin con fuerza.
Jimin: —¡Déjame ir, Yoongi! Necesito verlo, necesito...
Yoongi, con su rostro serio y su voz baja pero firme, extendió la mano para detenerlo.
Yoongi: —No, Jimin. No puedes.
Jimin: —¡Muévete! -gritó,- el omega.
— lo siento pero no te dejaré ir.- dijo el alfa serio.
Jimin intentó nuevamente soltarse de yoongui.
— YA BASTA JIMIN, VENDRAS CONMIGO AHORA MISMO. - hablo el alfa con su voz de mando.
Jimin sintió cómo su cuerpo se tensaba, incapaz de desobedecer la orden de su alfa. Las lágrimas continuaban cayendo, pero Yoongi no cedió. Sabía que la prioridad era mantenerlo a salvo.
Jimin, con el corazón roto, se rindió y dejó que Yoongi lo guiara hacia la montaña, lejos de la guerra que se desataría pronto.
Mientras tanto, Jungkook seguía enfrascado en una brutal batalla contra varios alfas del sur. Sus movimientos eran rápidos y feroces, pero en el fondo, algo no estaba bien. Sentía una punzada en el corazón que no lograba entender. Luego un aullido desgarrador llegó hasta sus oídos.El aullido que anunciaba la muerte de Tae.
El mundo de Jungkook se detuvo por un instante. El aire pareció abandonarlo, y por un momento, sintió que todo lo que conocía se desmoronaba a su alrededor. La rabia lo invadió, un dolor tan intenso que apenas podía contener. Con un grito salvaje, canalizó todo su sufrimiento en los alfas que lo rodeaban.
