Saleth
Me desperté con un dolor punzante en la cabeza y la boca seca. Con gran esfuerzo abrí los ojos. No quería, quería seguir durmiendo, pero tenía que levantarme.
Sentí un brazo fuerte y cálido alrededor de mi cintura y mi primer pensamiento fue que Kozlov se había quedado a dormir conmigo, pero cuando me di vuelta para mirarlo, no era él sino mi jefe.
¿Qué demonios estaba haciendo Gabriel en mi casa, y especialmente en mi cama?
Miré el color de las sábanas, la textura de la cama, los muebles que la rodeaban y me di cuenta de que esta no era mi habitación, esta no era mi casa.
¿Dónde diablos estaba?
Traté de recordar lo que pasó la noche anterior, algunos recuerdos estaban borrosos pero, poco a poco, fueron aclarándose y mostrándome lo que realmente había sucedido.
Ayer salí a cenar y tomar algo con Miley, lo que terminó conmigo emborrachándome muchísimo y ella llamando a mi contacto de emergencia, que resulta ser la persona que tengo aquí conmigo.
También recuerdo que anoche me desperté desorientada y encontré a Gabriel durmiendo en el sofá de la sala. Nuestra conversación y los besos subidos de tono hicieron que mi cara se pusiera roja como un tomate de la vergüenza.
Okey...
Dignidad es lo que me falta ahora mismo.
¡Carajo!, ¿cómo es que pude poner de contacto de emergencia a Gabriel?
No lo pensé bien.
Fue la mejor decisión, si me lo preguntas.
No he pedido tu opinión, conciencia de mierda que no sirve para nada salvo para tirarme al precipicio.
Cómo quieras, pero eso no borra que sí lo fue.
Ignoro la voz de mi conciencia y procedo a buscar mi celular. Kozlov seguramente me ha escrito o llamado, y seguro se ha desesperado cuando no le he respondido.
Gabriel sigue dormido, lo cual no me sorprende, ya que casi siempre se mantiene despierto por las noches haciendo... quién sabe. Solo él sabe.
Cuando encuentro mi celular, me doy cuenta de que mi batería ha muerto. Maldigo mi suerte en voz baja, porque no quiero despertar al bello durmiente.
— Ni modo, me tocará cargarlo cuando llegue a mi departamento — susurro para mí misma.
Me pongo los zapatos y salgo de la habitación, pero no sin antes echarle una última mirada a Gabriel.
Es muy atractivo, tanto que luce jodidamente hermoso incluso cuando solo está durmiendo.
Salgo de mis embelesados pensamientos cuando me doy cuenta que necesito salir de aquí urgentemente, hoy es la boda y tengo que ir temprano con las chicas al salón de belleza.
Cruzo el pasillo hacia la sala de estar, donde me encuentro con la mujer que supongo es la madre de Gabriel, tomando café y leyendo el periódico.
— Buenos días, Saleth — me saluda sin apartar la vista del periódico, pasa la página y añade — ¿Has dormido bien? El desayuno estará listo en unos minutos, ve a ducharte y a cambiarte. Esto es tuyo — deja el periódico y me entrega una caja con la marca Tommy Hilfiger.
![](https://img.wattpad.com/cover/329655081-288-k9492.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Exorbitante Amor © #3 [+21]
RomantikGabriel Beckett es adictivo, astuto e incontrolable. Su temperamento es igual o cercano al de una bestia. Y cualquier persona en el mundo pensaría que es afortunado de tener: Belleza, amor, poder y riqueza. Sin embargo, el amor es uno de los privile...