En medio del caos y la desesperación, la máquina del tiempo, ahora su única esperanza, era la única fuente de luz en la oscuridad implacable. Mark, Alex y Emma estaban paralizados por la pérdida, pero el tiempo no se detenía para ellos. Las sombras avanzaban, y la atmósfera se volvía cada vez más pesada con el hedor de los Umbras.
—No podemos quedarnos aquí —dijo Alex, su voz temblando mientras apretaba botones y giraba perillas con una rapidez desesperada—. ¡Hagan algo!
Mark se arrodilló junto a la máquina, intentando comprender la complejidad de los controles mientras sus manos se movían con una precisión frenética. La luz blanca que antes había sido su esperanza ahora parecía más lejana. Sabía que no podía permitirse cometer un error.
Las garras de los Umbras arañaban la pared de la máquina, el sonido era escalofriante, como si la misma desesperación estuviera tratando de entrar.
—Mark, ¡ahora! —Emma lo instó, su voz casi un susurro, pero cargada de urgencia.
Con una última bocanada de aire, Mark apretó el botón final. La máquina emitió un zumbido bajo y constante, y una luz titilante comenzó a parpadear. El reloj interno de Mark marcaba la diferencia entre la vida y la muerte.
Un rugido ensordecedor resonó cuando los Umbras finalmente penetraron completamente la barricada. Las sombras llenaron el espacio, avanzando hacia ellos con una velocidad aterradora. Alex, con una expresión de furia y determinación, intentó mantenerse en la brecha, empujando a las criaturas con un palo improvisado.
—¡No podemos permitir que nos atrapen! —gritó Alex, su voz cargada de una desesperación feroz.
Las luces de la máquina parpadearon y luego se estabilizaron, un brillo brillante y constante llenó la nave. La luz era casi cegadora, empujando las sombras hacia atrás y creando un círculo de seguridad alrededor de ellos.
—¡¡Por favor, que funcione!! —Emma gritó, abrazando a Mark, mientras la máquina comenzaba a girar y emitir un zumbido creciente.
De repente, una onda de energía sacudió el espacio. La máquina estaba en plena acción, y las sombras de los Umbras parecían desvanecerse. La intensidad de la luz creció, y los rugidos se convirtieron en un eco distante. El lugar se transformó en un torbellino de luz y sonido, una última esperanza contra la oscuridad.
Pero justo cuando el alivio parecía inminente, un nuevo grito rompió el aire.
—¡¿Qué está pasando?! —Mark gritó, mirando desesperadamente a su alrededor mientras la máquina comenzaba a fallar. La luz parpadeó nuevamente, y un estruendo repentino hizo temblar el suelo.
La máquina parecía estar desmoronándose. Las luces se atenuaron, el zumbido se volvió errático, y el espacio se llenó de una sensación de desesperación y fracaso. Los Umbras avanzaban con una intensidad renovada, sus ojos brillando con una furia desesperada por alcanzar a sus presas.
De repente, un rugido final estalló, y el entorno comenzó a distorsionarse. La máquina emitió un último destello de luz, y una ráfaga de energía arrastró a los sobrevivientes dentro de un remolino de colores y sonidos ensordecedores. La oscuridad se volvió total, y la luz blanca que había sido su salvación se desvaneció en un instante de absoluto vacío.

ESTÁS LEYENDO
UMBRAS
Science FictionHistoria de supervivencia y desesperación en un mundo apocalíptico donde las criaturas conocidas como Umbras cazan en la oscuridad. Los últimos sobrevivientes, Mark, Emma, Alex y David, han resistido el colapso de la civilización refugiándose en una...