1.5 - La Luz se Apaga

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En el silencio absoluto que siguió, el vacío parecía interminable. La sensación de estar flotando en un limbo eterno rodeó a los sobrevivientes. Los murmullos de los Umbras se habían desvanecido, y todo se había sumergido en una calma inquietante.

Mark, Emma y Alex se encontraban en una oscuridad profunda y fría. Sus respiraciones eran pesadas y entrecortadas, sus cuerpos temblando por el frío y el miedo. La máquina, en algún lugar fuera de su vista, estaba inmóvil y en silencio.

—¿Estamos... muertos? —preguntó Alex, su voz quebrada, llena de una desesperanza que casi podía tocarse.

—No —respondió Mark, su voz temblando, pero decidida—. Estamos en algún lugar nuevo. Tal vez, solo tal vez, la máquina funcionó.

Emma se acercó a Mark, sus manos buscando su rostro en la oscuridad.

—¿Y David? —preguntó con voz entrecortada, lágrimas cayendo sin parar—. ¿Qué pasa con David?

Mark sintió una ola de culpa, pero no pudo responder. El dolor por la pérdida de David y el peso de la responsabilidad abrumaban su corazón.

Alex quedo en shock al ver que su amigo y mentor se habia sacrificado, llora su perdida con un sentimiento profundo.

De repente, una tenue luz comenzó a aparecer a lo lejos. Era una luz cálida y acogedora, un faro en la oscuridad infinita. La esperanza renació en los corazones de los sobrevivientes mientras avanzaban hacia ella, cada paso cargado de incertidumbre.

Cuando finalmente alcanzaron la luz, se encontraron en un paisaje que les resultaba familiar, pero con un aire fresco y esperanzador. Los árboles estaban verdes y saludables, el cielo era de un azul brillante y sin nubes. El sol brillaba en lo alto, un sol que parecía estar en su apogeo.

Mark miró a su alrededor, su mirada de asombro y confusión. Habían llegado a un momento anterior al apocalipsis, a un pasado en el que la catástrofe aún no había ocurrido. Era el pasado que habían estado buscando, el momento en que podrían cambiar el curso de la historia.

—Estamos... en el pasado —murmuró Mark, sus palabras llenas de asombro y esperanza.

Emma y Alex intercambiaron miradas de incredulidad, pero también de una renovada determinación. La oportunidad estaba frente a ellos, y aunque el costo había sido alto, el futuro todavía estaba por escribirse.

—Tenemos que actuar rápido —dijo Mark, mirando a sus compañeros con una resolución renovada—. Tenemos una oportunidad para evitar todo esto. No podemos dejarla pasar.

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