2.5 - Densidad

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De vuelta en casa, Mark cenaba con sus padres. Jonathan había llegado tarde del trabajo, pero aún así, se sentó a la mesa con ellos. La mesa estaba dispuesta con cuidado, y el aroma de la cena casera llenaba el aire.

—Hoy fue un día agotador. Parece que nunca se acaban los desafíos en la empresa —dijo Jonathan, mientras se servía un poco de ensalada. Su voz estaba cargada de una mezcla de cansancio y satisfacción.

—¿Algo de lo que quieras hablar? —preguntó Amelia, mirándolo con curiosidad mientras pasaba el pan.

—Nada grave, solo ajustes en los nuevos sistemas de producción de agua. Parece que el Velyrium aún tiene secretos que no hemos descifrado del todo. La adaptación y la implementación de la tecnología siguen siendo un reto constante —respondió Jonathan, con un tono algo cansado. Sus ojos reflejaban el esfuerzo que ponía en su trabajo.

Mark, siempre curioso, preguntó:

—¿Crees que podría haber problemas con el elemento? Pensaba que ya lo tenían completamente bajo control. ¿No se supone que Hydronova ha dominado todos los aspectos del Velyrium?

Jonathan negó con la cabeza, pero su expresión era pensativa.

—No son problemas en el sentido estricto. Son ajustes técnicos, y la ciencia es así: siempre en evolución. El Velyrium es una maravilla tecnológica, pero como toda tecnología avanzada, siempre hay espacio para mejorar y refinar.

Mark asintió, satisfecho con la respuesta, y el silencio volvió a llenar la mesa mientras terminaban de cenar. Aunque todo parecía normal, Mark no podía evitar sentir una leve inquietud que no lograba explicar. El avance y la perfección, en su opinión, no siempre vienen sin desafíos ocultos.

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