3.2 - Nostalgia

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23 de Diciembre 2032

Era pasada la medianoche cuando el equipo, exhausto, trabajaba sin descanso. Las luces titilaban, y el zumbido de los generadores hacía eco en la sala. Las sombras en el taller proyectaban un ambiente sombrío, lo que aumentaba su sensación de aislamiento. La paranoia comenzaba a apoderarse de ellos. Cada crujido, cada sonido lejano, los hacía voltear, esperando lo peor.

Fue una de esas noches cuando, de repente, David apareció nuevamente en el umbral del laboratorio clandestino. Esta vez, su llegada no fue una sorpresa. Su presencia se había convertido en algo regular, pero lo que Mark, Emma y Alex no sabían era cuánto tiempo David había estado observándolos.

—Ustedes trabajan duro —comentó David en su tono serio, casi paternal, mientras cruzaba el umbral—. Pero podrían estar más seguros si fueran más discretos.

Mark levantó la mirada de los planos de la máquina del tiempo, y Emma y Alex lo siguieron. Todavía no sabían cómo se sentían acerca de David, pero poco a poco empezaron a ver que sus intenciones no eran hostiles. Él no solo se quedaba observando, sino que había comenzado a colaborar activamente, aportando ideas y proponiendo mejoras en la estructura de la máquina.

—¿Cómo encontraste este lugar? —preguntó Alex una noche, mientras David ajustaba uno de los componentes.

David sonrió levemente, una rara muestra de emoción en su rostro endurecido por años de experiencia.

—Llevo mucho tiempo siguiéndolos. Conozco bien sus movimientos, sus horarios... y más importante, sus intenciones —dijo, mientras miraba a Mark con una mirada más cálida de lo habitual—. He estado observando a Mark desde que comenzó a trabajar en Hydronova. Sabía que era hijo de Jonathan. Supe que, tarde o temprano, haría algo por descubrir lo que su padre dejó atrás. No podía alejarme. Hice una promesa.

Mark lo miró fijamente, procesando sus palabras. Sabía que su padre había trabajado con personas de confianza, pero jamás imaginó que alguien estaría vigilándolo de esa manera.

—¿Por qué no te presentaste antes? —preguntó Emma, con cierto escepticismo.

David dejó el equipo que estaba manipulando y suspiró, como si revivir el pasado le pesara.

—No podía interferir tan pronto. Ustedes necesitaban llegar a sus propias conclusiones, entender lo que está en juego. Pero cuando vi que estaban en peligro, supe que debía intervenir. Jonathan me lo pidió... —David hizo una pausa, recordando— Cuando supo que el Proyecto Umbral era una amenaza real, su principal preocupación fue su familia. Prometí que, si algo le pasaba, yo haría todo lo posible por protegerte, Mark. Y aquí estoy.

Las palabras de David cayeron sobre el grupo con el peso de una verdad ineludible. Desde ese momento, la desconfianza se fue disipando. Aunque no lo conocían bien, empezaron a ver en David algo que les hacía falta: una guía, una figura de autoridad con la experiencia y la fortaleza para llevarlos hacia su objetivo.

Poco a poco, David comenzó a revelar más sobre su propio trabajo en Hydronova. Había estado a cargo de varios proyectos dentro de la compañía, y aunque no había trabajado directamente en el Proyecto Umbral, conocía su existencia y las implicaciones que traía consigo. Había supervisado experimentos con el Velyrium y sabía lo volátil y peligroso que era el elemento.

—He estado dentro mucho tiempo —dijo mientras ajustaba una pieza crucial de la máquina—. He visto lo peor de lo que Hydronova es capaz. Por eso sé que esto no es solo un experimento. Es una sentencia de muerte si no lo detenemos.

Mark, Emma y Alex comenzaron a confiar en David de una manera que no esperaban. No solo porque era un experto en los proyectos que ellos apenas estaban empezando a entender, sino porque sabían que tenía un vínculo con Jonathan, un lazo que lo unía a la causa de manera profunda. Cada noche que pasaba, se volvía más claro que David no solo estaba allí para guiarlos, sino también para protegerlos de las fuerzas que acechaban desde las sombras.

—He estado siguiéndolos desde el principio —dijo, mientras miraba a Mark—. He visto cada movimiento que han hecho en este laboratorio clandestino. Sabía que no podía interferir hasta que estuvieran listos. Pero ahora veo que están preparados. Y voy a asegurarme de que terminen lo que Jonathan comenzó.

Ven por la ventana, comenzo a nevar, Mark, Emma y Alex salieron a disfrutar de los copos de nieve, pues su estrés y preocupación los habia llevado a disfrutar cada pequeño momento que les daba la vida mientras David los vio desde adentro y dijo en voz baja.

—No es nieve, son tus lágrimas, sé que eres tú Jonathan, quiero que sepas que el esta muy orgulloso de ti, yo los protegeré.

Dijo mientras esbozo una sonrisa y salio una lagrima resbalando por su mejilla.

Con el tiempo, la presencia de David se convirtió en una constante de apoyo. No solo ofrecía su experiencia, sino que también aportaba una estrategia que les faltaba. Su determinación por proteger a Mark, cumpliendo su promesa, se volvió uno de los pilares que sostendría al equipo mientras avanzaban hacia su objetivo: terminar la máquina del tiempo y evitar que el Proyecto Umbral destruyera el mundo que conocían.

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