Capítulo 21: Recuerdo/Respuesta.
Eran las seis de la mañana cuando Nathan abandonó la casa. Lo sabía porque no había dormido en toda la noche esperando por si él iría a dormir con ella, cosa que nunca hizo. Sus parpados se negaron a cerrarse y cerca de las cinco treinta decidió averiguar donde había decidido su marido pasar la noche. Escuchó el sonido de la ducha en la habitación en la que ella había estado durmiendo mientras aun vivían juntos pero no compartían cama. Se mantuvo escuchando detrás de la puerta hasta que los pasos se acercaron y corrió a camuflarse con la penumbra del pasillo. Él bajó las escaleras hablando en susurros con su prima, al parecer iría por ella.
Se devolvió a su habitación cuando escuchó a las mujeres de servicio hablar con Nathan antes de que éste saliera y se dijo que lo único que podía hacer era intentar dormir pero no podía obligar a su cabeza que dejara de pensar. Entre lo que sucedía con Nathan y la llamada de Lynn tenía la mente hecha un lío.
Se incorporó en la cama nuevamente, sintiendo que si no hacía algo se iba a volver loca así que salió de la cama con una idea en su cabeza. Necesitaba esperar una hora más adecuada para hablar pero tenía que llamar a la doctora Sullivan y consultar una cita con ella. No había obtenido muchos progresos en sus anteriores sesiones antes de irse a ver a Claire pero era lo único que sentía que podría ayudarla a traer esos estúpidos recuerdos de vuelta.
Cerca de las ocho se encontraba dando vueltas de un lado para el otro esperando que fuera la hora que la secretaria comenzaba a anotar citas. Llevaba más de veinte minutos vestida aun cuando se había demorado su tiempo en el baño se sentía nerviosa de que Nathan pudiera llegar antes de que ella saliera.
Llamó en cuando el reloj le dio luz verde pero tuvo que hacer varios intentos antes de ser atendida. Afortunadamente la doctora no se negó a atenderla a esa hora y en cuanto cortó, corrió escaleras abajo para tomar un taxi.
Esos recuerdos volverían de una forma u otra.
****************
Fue cuando estuvo en la entrada del aeropuerto que recibió el mensaje de Lynn diciendo que habían tenido un retraso en el vuelo, pero ya que se encontraba ahí, solo le quedaba esperar.
Lo que le dijo su prima lo mantuvo despierto toda la noche. Él había estado preocupado por ese asunto toda la semana y era una de las cosas en las que había estado pensando después de recibir el cuadro de Ashley. Había necesitado un momento para alejarse y para reflexionar que lo que había estado haciendo no era del todo correcto. Se había dejado llevar por la ilusión de recuperar lo que era su vida en los primeros años de matrimonio pero finalmente se había dado cuenta que el pasado no se borraría solo porque su esposa no pudiera recordarlo.
El tablón en el que se leían los vuelos indicaba que el que tomó Lynn llegaría en menos de una hora. Su prima y él tenían muchos asuntos por resolver pero al final de todo era tener que decirle lo que pasaba a Ashley lo que más le preocupaba. Si aquel hombre volvía por ella sería peor si ella no estaba preparada y él viviría con el remordimiento por ser egoísta. Al final del día, lo único que importaba era mantenerla a salvo.
Fue después de cuarenta y cinco minutos que finalmente divisó a su prima entre las demás personas que también venían en el vuelo. Ambos fueron por la única maleta de Lynn ya que no planeaba quedarse mucho tiempo y después de un cálido reencuentro llegó el momento de afrontar la razón por la que ella se encontraba en Seattle.
―¿Has hablado con ella? ―preguntó su prima cuando estuvieron en el estacionamiento.
―Aun no ―respondió reacio. Ella sabía que para él era difícil tener que hablar de eso con Ashley cuando ambos habían decidido que no tocarían ese tema desde que sucedió.
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Desde el principio... Otra vez ©
ChickLitAlgunas veces se reciben segundas oportunidades sin pedirlas.