Capítulo 26: Sentimientos problemáticos.
Seis años atrás...
Un año, dos meses y cuatro días.
No es que llevara una cuenta... aunque tal vez el calendario en su habitación no dijera lo mismo.
Inútilmente se decía a sí misma que no sentía su corazón correr más rápido cada vez que miraba el círculo rojo enmarcando el día veintiséis.
Su primera cita con Nathan.
Después de esa aparición en su habitación a dos semanas del episodio de David, Nathan le había propuesto tener una cita. Él se había tomado su tiempo en hacerlo porque sabía que ella aun se estaba recuperando de aquello aunque sabía que él nunca sería como David. Sin embargo, tuvo que admitir que no se contuvo en demostrar su emoción al aceptar. Sabía que probablemente lucia patética pero se engañaba a sí misma si decía que no había fantaseado con eso muchas veces.
Las cosas habían continuado una salida a la vez y con el tiempo se hizo habitual verse casi a diario. No era muy diferente a cuando ellos habían sido solo amigos, solo que esta vez habían caricias y besos de por medio. Muchos besos. Desde que él la rechazó nunca pensó que aquello alguna vez fuese a ocurrir pero no podía decir que pensara mucho en ello mientras sus labios estaban sobre los de ella. Parecía un recuerdo de una vida pasada.
Mientras salía de la ducha, un mensaje parpadeaba en la pantalla de su celular:
«Nos vemos a las seis ;)» leyó el mensaje de Nathan y enseguida respondió con el mismo guiño.
Por ser su primer año como novios oficiales ―aun cuando ella contaba los primeros dos meses de solo salidas―, Nathan le había dicho que tenía una sorpresa para ella.
Desde hacía un par de meses habían estado hablando sobre el próximo paso. Ashley no había querido llegar tan lejos con David por lo que aun seguía siendo virgen pero le había dicho a Nathan que quería que fuese el primero y él le había dicho que aquello tenía que ocurrir en una ocasión especial aun cuando muchas veces las cosas se pusieron subidas de tono entre ellos. Finalmente decidieron que su primer aniversario sería una buena ocasión y él le había dicho que se encargaría de que aquella fuese una noche especial.
No había querido hablarle mucho al respecto pero había tenido que sacarle qué tipo de ropa tendría que utilizar para el lugar al que quería llevarla y él había tenido que ceder un poco diciéndole que debía ser algo elegante, así que ahora miraba todos los vestidos en su armario intentando escoger cual sería el más adecuado.
―Toc, toc. Mejor amiga pasando ―interrumpió la voz de Lynn, abriendo la puerta sin tocar como de costumbre.
―Adivino, bienes a dar tu ojo crítico sobre mi atuendo ―alzó una ceja y la observó mientras su atención se dirigía hacia los vestidos sobre la cama.
―Uno que aun no traes puesto ―se cruzó de brazos―. ¿A qué hora dijo Nathan que pasaría a buscarte? Los chicos saben que las mujeres se toman su tiempo, Ash, pero mi primo no fue bendecido con el don de la paciencia.
Ni que lo diga. Ash sabía que una de las cosas que más valoraba Nathan era la puntualidad. No le gustaba esperar ni hacer esperar. Por lo general a ella no le molestaba porque solía tardar poco en arreglarse, pero esta vez no podía simplemente pasar una camisa sobre su cabeza y utilizar pantalones cortos, así que necesitaba su tiempo.
―Aun falta una hora ―le informó, mostrándole el mensaje que acababa de enviarle.
―Bien, pero todavía debes darte prisa ―ella asintió―. ¿No sabes cual vestido?
ESTÁS LEYENDO
Desde el principio... Otra vez ©
ChickLitAlgunas veces se reciben segundas oportunidades sin pedirlas.