26. Quizás es mucho, pero solo es uno.

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Hace cosa de unos días estábamos en Halloween y ahora, a 20 de noviembre Kiki nos ha reunido a todos en el salón plantando delante nuestra la caja que tiene escrita "Adornos de Navidad".

Ni siquiera es diciembre y ya quiere poner el árbol de Navidad que Violeta le ha ayudado a traer al salón.

Pedro no ha dejado de dar vueltas alrededor de ellas y estoy seguro de que aunque ahora parezca muy emocionado, cuando Chiara le ponga ese maldito abriguito que ha comprado este año en especial para él con forma de árbol no va a ser algo que le haga mucha gracia.

- Vale, ya está todo. Venga moved vuestros culos y ayudadme a decorar - dice dando un par de palmadas.

- Yo... tengo que irme a mi piso a por... - intenta escabullirse Juanjo.

- A por nada porque tienes prácticamente todo aquí - le detengo yo tirando de su mano.

- Sí... pero les había dicho a mis compañeras que hoy terminaba de recoger mis cosas para así...

- Déjate de tonterías Juanjo, tienes hasta finales de semana para sacar todo de ese piso y solo dejamos una caja la otra vez - dice Ruslana poniendo sus ojos en blanco - ¿Que más quieres si tienes a tu novio aquí?

Noto el ardor subir por mis mejillas. Pese a que Juanjo vuelve a compartir habitación conmigo y ahora ambos pagamos ese dormitorio a conjunto, nada ha sido oficializado como para poder ponernos esa etiqueta de pareja que Ruslana no para de repetirnos siempre. Si no me equivoco esta misma semana, estando solo a miércoles, ha repetido la palabra novios un total de 15 veces.

- Anyways, vamos chicos, coged algo y empezad a adornar - repite Chiara.

- Kiki cariño, ¿no será mejor repartirnos las cosas? - le acaricia el brazo Violeta mirando todos los adornos que hay en el centro del salón.

- Okay, okay, pues nosotras dos nos encargaremos del pasillo y pondremos guirnaldas de estas. Rus tú... puedes adornar la entrada y ellos que son dos el árbol.

- Perfecto. Me libro de montar ese monstruo - sonríe victoriosa Ruslana - ¡Suerte chicos!

Sonríe cogiendo lo necesario de la caja para la entrada y se larga como si un pequeño diablo nos acabase de echar una maldición. Chiara no se detiene mucho, hace lo mismo que Ruslana encargándose de coger lo necesario para poder empezar adornar y sale corriendo canturreando hacia el salón mientras que Violeta nos mira como si fuéramos dos pequeños cachorritos completamente abandonados por su mamá.

- Tenéis que tener paciencia. Es viejo y cuesta montarlo, pero fue una ganga que consiguió Kiki. Si necesitáis refuerzo nos llamáis.

Con un guiño de ojo sigue los pasos de su novia y sale del salón dejándonos con el árbol desmontado y los adornos medio desperdigados. Perfecto, todo puede salir mal.

Miro a Juanjo intentando buscar un atisbo de esperanza pero solo veo el pánico en su cara cuando se acerca al árbol y empieza a sacar piezas. Nunca vamos a conseguir montar ese dichoso monstruo.

- ¿Tú crees que sabes hacerlo? - pregunto agachándome junto a él.

- Bueno, la verdad que no tengo ni idea. Pero tampoco puede ser muy complicado.

Nos sonreímos y nos ponemos manos a la obra perdiendo la noción del tiempo, tanto que hasta Pedro que no paraba de dar vueltas a nuestro alrededor acaba por tumbarse a un lado nuestro mientras nos mira esperando a que consigamos poner el primer trozo en pie. Algo que a primera vista desde luego que es imposible.

- Creo que eso...- intento decir cuando Juanjo vuelve a colocar una pieza igual que hace un rato de forma errónea.

- ¡Déjame! Esto va así seguro - se queja haciendo fuerza.

Vorágine.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora