Aunque me había dormido tarde terminando la tarea, valió la pena. Al día siguiente, me entregaron la calificación y me llevé una grata sorpresa: saqué un 5. Ana también, como siempre. Salimos juntas de la universidad con esa sensación de alivio que solo te da haber hecho las cosas bien.
Mientras caminábamos hacia la salida, vi que mi tía ya había llegado por mí. Ana me acompañó un rato hasta el carro, y antes de despedirse, soltó lo que ya se veía venir.
—Creo que hay un parche hoy en la casa de Westcol. ¿Vamos?
—Mmm, no sé... —dudé, aunque parte de mí ya sabía la respuesta.
—Dale, vamos. Va a estar Ríos.
Me reí, rodando los ojos. La última vez que hablamos, le había confesado que Richard Ríos me parecía atractivo y que mi TikTok estaba lleno de videos de él. Desde entonces, no había dejado de molestarme con eso.
—¿Y eso qué? —le contesté, fingiendo desinterés.
—Vamos, te quedas en mi casa para que no te tengas que ir tan tarde.
Asentí, sabiendo que iba a terminar cediendo. Empecé a caminar hacia el auto mientras Ana gritaba:
—¡Te amo!
Me giré, le saqué el dedo y ambas estallamos en carcajadas. Subí al carro de mi tía, disfrutando el aire acondicionado que estaba a full, ya que hacía un calor insoportable.
—Tía, hoy saldré y creo que me voy a quedar en casa de Ana —le dije, acomodándome en el asiento.
—Está bien, cariño —respondió sin problema, pero luego preguntó, curiosa—. ¿A dónde van?
—Creo que iremos a la casa de Westcol a tomar —respondí despreocupada.
—¿Quién es Westcol y quiénes van?
—Eee... supongo que Richard, Daniel, James, Mr Stiven, Pelicanger...
—¿Ellos no son los jugadores? —me miró, sorprendida.
—Yes —le respondí con una sonrisita traviesa.
Frenó el auto en seco, mirándome con más sorpresa todavía.
—Ve, ¿y tú desde cuándo te juntas con gente famosa?
Solté una risa, divertida por la situación.
—Son amigos de Ana. Aunque me caen bastante bien. La otra vez estuve en la casa de Pelicanger y salí en un stream.
—¡Veee, famosa saliste! —mi tía reía a carcajadas, y yo la acompañé en las risas hasta que llegamos a casa.
Pasé el resto de la tarde viendo una serie mientras comía algo, y mi tía trabajaba en su oficina. La tarde se fue volando y, cuando cayó la noche, comencé a arreglarme. Puse música a todo volumen, "Prohibidox" de Feid sonando de fondo, y empecé a maquillarme con bastante detalle. Me hice unas ondas en el pelo y escogí mi outfit: un jean roto en las rodillas, un top de encaje y unas Jordan. Me sentía lista para la noche.
Ana me pasó la dirección, y cuando llegué a la casa de Westcol, la música ya se escuchaba desde la calle. Me abrió Mojica, otro jugador de la selección.
—Hola, soy Yuli —le dije mientras pasaba.
El ambiente dentro estaba animado. Saludé a algunas personas y vi a Ana hablando en una esquina, pero no quise interrumpirla. Así que me senté al lado de Carrascal, otro de los jugadores.
—Hola, soy Carrascal. Bueno, así me dicen —me saludó.
—Soy Yuli, mucho gusto.
Nos quedamos hablando un rato sobre cosas triviales. La conversación fluía fácilmente, y cuando Ana se unió a nosotros, el ambiente se volvió aún más animado. Empezamos a tomar y a relajarnos. A las tres de la mañana, el hambre ya nos estaba ganando, y fue Lucho quien sugirió:
—Vamos a comprar empanadas.
Me preguntó si quería ir, y asentí sin pensarlo. Nos subimos en el carro de James Rodríguez, que estaba manejando. Muñoz iba a su lado, y atrás se subieron Carrascal, Daniel y Richard. Ana, sin pensarlo mucho, se sentó en las piernas de Daniel, y yo me quedé de pie, sin saber qué hacer. Richard me miró y dio unas palmadas en sus piernas, indicándome que me sentara.
No es como que él y yo hubiéramos hablado mucho antes, así que la incomodidad se sentía en el aire, pero no tenía otra opción. Me senté en sus piernas mientras arrancábamos hacia el puesto de empanadas.
Llegamos a un lugar frente a una licorería, y aunque estábamos algo borrachos, la pasamos bien, jodiendo y riéndonos mientras nos sentábamos en el andén a comer. James había comprado unas botellas de aguardiente, así que seguimos la fiesta con tragos en mano.
En algún punto de la noche, Richard me pidió que le tomara una foto con su la botella en la mano, y bueno, accedí. Aunque la situación era de lo más casual, sentía que había algo en el aire cada vez que hablábamos.
Pero, la peor parte de la noche llegó cuando ya había terminado de comer y ellos seguían devorando sus empanadas. Por no quedarme mirándolos comer, decidí sacar el celular para ver TikTok. Lo primero que me salió fue un video titulado: *"Richard Ríos y su atractivo físico que cautiva..."*.
Sentí que la tierra me tragaba en ese preciso instante. Todos me miraron y soltaron una carcajada al ver mi cara de vergüenza.
—¡Qué hijueputa incomodidad! —me dije mentalmente mientras intentaba reír con ellos para disimular la pena.
Después de ese bochornoso momento, nos devolvimos a la casa de Westcol, aún con el ambiente alegre y las risas resonando en el aire.
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Que rarita eres... - R.R
FanfictionEn medio de partidos, celos y emociones reprimidas, Richard, un futbolista famoso, se ve atrapado entre la pasión y la confusión que le provoca Yuli, una joven que nunca imaginó desear tanto. Mientras los malentendidos con su mejor amigo James escal...