Que rarita eres... - R.R

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Al llegar al avión privado, Richard caminaba con una sonrisa triunfante y yo apenas podía mirarlo sin querer matarlo.

Saludé al conductor rápidamente, sin darle mucha importancia.

-Señorita, buenos días —me dijo el piloto amablemente.

Asentí, sin prestarle mucha atención. Pasé directo a la parte de atrás del helicóptero como si fuera mío, sintiéndome frustrada y cansada. Richard me siguió de cerca y se sentó justo a mi lado, como si no fuera consciente de lo mucho que me estaba molestando.

—¿Me perdonas? —me dijo, con un tono que parecía casi inocente, como si no hubiera hecho nada malo.

Giré la cabeza lentamente hacia él, con una mezcla de incredulidad y enojo. —¿Por qué me estás pidiendo disculpas? ¿Por haber dejado que Nicole me humillara o por haber cancelado mi viaje importante para la universidad? —le respondi, intentando no gritar.

—Por las dos —respondió sin titubear, pero con un tono más suave.

Lo miré fijamente, mis manos apretadas en mi regazo mientras intentaba controlar mi ira. —Pues no, no te perdono -dije, cruzándome de brazos y dándole la espalda por completo. Sentía que mi piel ardía de rabia.

—Son muchas horas de vuelo... —dijo tras una pausa—. ¿Estás segura que no quieres reconsiderarlo?

—Estoy completamente segura -respondi firme, sin mirarlo. Me levanté de mi asiento bruscamente—. Me voy a poner ropa más cómoda.

Caminé hacia el baño, decidida a no pensar más en él. Me cambié rápidamente, poniéndome un short que parecía de pijama pero no lo era, y un top sencillo.

Cuando regresé, vi que Richard también se había cambiado a algo más cómodo y tenía una manta sobre sus piernas, como si el frío del helicóptero ya comenzara a afectarle.

Richard aprovechó el momento para deslizar su mano sobre mi muslo, haciendo que mi cuerpo se estremeciera al contacto. Me dio un beso suave en la frente, y sin pensarlo mucho, le di uno en el cuello. Era como si todo lo que sentía estuviera a punto de explotar, pero no podía controlar mis emociones.

Su mano empezó a apretar mi muslo con más fuerza, subiendo lentamente mientras su respiración se hacía más pesada. Me besó de nuevo, y esta vez no pude resistirme. Nuestros labios se encontraron con urgencia, y en cuestión de segundos, el helicóptero y todo lo que me rodeaba desapareció. Me agarró por la nuca y nos besamos como si no hubiera un mañana.

Sentí cómo su cuerpo reaccionaba, su pantalón estaba demasiado ajustado y su respiración se volvía irregular. Dejó su celular a un lado y me levantó fácilmente, haciéndome sentarme sobre él.

Mis manos recorrieron su espalda mientras el dejaba besos en mi cuello, bajando sus manos hasta mi camiseta, que en cuestión de segundos quedó tirada en algún rincón del avion .

-Chúpala, por favor —me dijo entre suspiros, mientras me miraba con una mezcla de deseo y necesidad.

Sonreí con malicia antes de bajarle los pantalones y su ropa interior. Sin decir una palabra, lo tomé en mis manos y lo miré desde abajo. Sabía que esto era solo el comienzo.

Empece chupando la cabeza , en círculos y dejando mucha saliba , creo que era el pipí más grande que había visto

lo chupe poco a poco hasta llegar hasta abajo

La cara de richard lo era todo , de vez en cuando me empujaba la cabeza

Me levanté y él se encargó de quitarme todo dejándome completamente desnuda

Me cargo encima de él y yo empecé a moverme restregándome contra el pero estaba vez desnudos , ese hombre se estaba muriendo

Ya déjame meterlo — dijo desesperado mientras me despegaba el cabello de la cara que se había adherido a mi por el sudor

Yo sonreí con malicia.

No— respondí.

El se rio y me agarro de los brazo haciéndome tenerlos para atrás , yo sonreí
Y el me acomodo dejándome Justo ahí en su pipí

Yo empecé a bajar poco a poco , yo creo q lo estaba disfrutando como nunca , mi cara lo demostraba todo , tenía la boca un poco abiera y los ojos cerrados

Mis gemidos llenaban todo ahí

Mmmm—

Ma.... más—

Mmgggg—

Pero de repente él empezó a hacerlo muy fuerte

Me... me duele —