17-Con el amigo en la boca

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17- Con el amigo en la boca:

“Muy agradable, podría tener esta cosa en la garganta toda mi vida”.

“¿Le puedo chupar el pene?”, funcionó la primera vez cuando intentó que no saltara del balcón acabando así con su vida.

En su desabrido rostro también se puede percibir un atractivo que Jasn'ham consideró: «propio de un muerto vivo», una persona al filo de la tumba todo el tiempo. Chuparle el miembro no le afectó para nada, es más, está ansiosa por obtener un ascenso.

Pronto se separan, tienen que repudiarse mutuamente y no podrá volver a poner sus manos sobre el joven, un Targaryen de sangre pura, ningún lindo acompañante en una taberna se puede comparar a la sombra del dragón.

El rey giró en su lugar y avanzó hacia la salida, a Jasn'ham también le parece bueno si solo se ofende y lo quiere verla, le sirve para salir de la situación.

—Vamos a la habitación —ordenó el joven mientras se adelantaba, afirmado con su muleta la llamó, esa voz tuvo una leve alteración.

Sin dudarlo lo persiguió por los pasillos hasta que ambos se adentraron a la habitación donde los guardias solo bajaron la cabeza al verlos cruzar, Jasn'ham no le dio importancia alguna y el rey siempre ignora a todos.

Quería empujarlo con rudeza a la cama y abrirle el pantalón enterrando su cara en la verga seguramente ya parada y humeda, sin embargo, no está ebria, no puede hacer esa locura.

—Por favor —lo invitó a la cama para que se recueste.

Con desconfianza el joven se quitó su saco tirándolo a un lado de la cama y se acomodó con su cabeza en las almohadas, abrió un poco las piernas algo indeciso.

—¿Cuántas chupaste hasta ahora? —La pregunta de Aegon la descolocó, recordó sus experiencias con los niños bonitos de las tabernas y en realidad ha tenido mayor interacción con las cortesanas.

Jasn'ham se quitó los zapatos y se subió a la cama a gatas para ir directamente hasta su lugar deseado, él abrió más sus piernas para hacerse espacio.

No podía creer que tiene la oportunidad de desvirgar al rey de los siete reinos, su mano apretó en cinturón el cual relució en el oro y las gemas pequeñas incrustadas.

—Pocas —respondió sincera —. Normalmente me enredó con otras mujeres y son ellas que usan su lengua en mí.

Una digan hija de su padre, en las ciudades libres no se entiende la pureza y vergüenza como en Westeros.

Metió sus mano entre las telas para tocar al animal semi despierto, lo acarició con ternura pues él merece un trato tierno y delicada.

El joven posó el dorso de su mano en su boca para soportar los sonidos que salían, sus cejas estaban fruncidas con molestía y sus ojos analizaban algo en el aire.

—¿En qué tanto piensa, mi rey? —Quiso saber, se acomodó entre las piernas abiertas y masajeó la vara erecta con mucho cuidado.

Él dudó en preguntarlo, tenía una espina en su corazón que a  Jasn'ham divirtió.

—¿Eres pura? ¿Habrá sangrado si lo hacemos en el encantamiento? Admítelo ahora y ahorrame la humillación —pidió con firmeza, el cinturón fue deslizado y con ello el frente quedó totalmente al aire libre.

¿Sangrado?

¿Hacer qué en el encantamiento?

Desconce algunas palabras y sus significados, ¿encantamiento? No hacen tal cosa en Lys pero puede averiguar lo que representa. ¿Él quiere cogersela ante los maestres? Le pareció una humillación en sí, eso no ocurrirá pues ellos no tendrán una ceremonia.

Almirante Lohar (Aegon III) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora