13- Lord Tully

68 10 3
                                    

13- Lord Tully.

“Disfrutaré esto, nunca volveré a tener tanto poder sobre una ciudad”.

Por segunda vez King's Landing vivió lo que era una orda de uniformados con total poder para impartir su llamada justicia: «las capas doradas», fueron los primeros en hacerlo hace años.

Los días eran largos y tenía a más de un atropa en las puertas de la cuidad, el joven rey cayó en la oscuridad de la inconsciencia solo despertando por muy cortos lapsos.

“Soportó días despiertos sin pegar un ojo hasta su llegada, desea descansar”, informó ese maestre en quien supo puede confiar.

La ciudad fue tomada por la esposa del rey, es una mujer lysena muy cruel la cual gusta de ejecutar a mano propia en las calles, más allá de ello no comete ningún acto realmente despreciable.

Inclusive se abrió un comedero en las puertas del castillo para quienes iban a protestar, estar tantas horas exigiendo la cabeza de la “bruja lysena” debe ser agitador. Con sus estómagos llenos muchos desistieron y regresaron a sus hogares, con plena sinceridad: No les importa quien sea su reina siempre y cuando los alimente, el resto son asuntos políticos.

Al décimo día llegó una gran comitiva a las puertas, Jasn'ham con ayuda de Gehild pudo salir a las puertas donde el caballo se paró orgullo en su armadura con su jinete sobre él, el cabello rojizo y esos rizos la deslumbraron, los hombres de los ríos tienen la costumbre de ser unas «cabezas de zanahoria» duras y valientes, con rostros totalmente manchados.

—Ceda la ciudad —pidió el joven con cortesía.

—Bien —respondió la almirante con simpleza, se encogió de hombros y ordenó abrir las puertas.

Su reinado del terror fue corto y no dejó decenas de muertos pero si una impresión en el pueblo: “Es una mujer malvada, aunque nos dio alimentos y se aseguró de no castigar a inocentes, también cancelo los impuestos de la temporada...”, tal vez no sea tan malvada.

Para sorpresa de todos el señor supremo del tridente no encarceló al bandido que tomó la ciudad, sino que le ofreció su mano para estrecharla.

—Primo Gehild —saludó el Lord a su primo quien se mantuvo a una cierta distancia.

—Mi Lord —Se inclinó Gehild.

Jasn'ham por orden del maestre Kendric cedió el total control a su aliado de las tierras de los ríos.

Ambos montaron lado a lado, el joven Lord era mayor que el pequeño rey pero no lo suficiente, supo que también el lobo en el norte se hallaba furioso por la situación en King's Landing pero con el invierno en puerta no podía abandonar Winterfell: «Gracias a los dioses», se habla y teme al temple del lobo, si llegase a darles una visita está segura que no saldrá ilesa.

Junto al señor del tridente caminó por las calles en tranquilidad, este parecía sorprendido por la armonía dentro de la ciudad tomada.

«Lord Tully es un hombre digno y agradable», a su alrededor tiene un aura tranquilizadora que obliga a todos a obedecer. Jasn'ham no pudo evitar ver su perfil puntiagudo y esas pecas que manchas su rostro, le dio unas miradas muy sutiles.

—No hay disturbio —dijo asombrado.

Jasn'ham pudo ver a las personas pasar por la calle sin que nadie le arroje mierda o intente asesinarla.

—Eso se lo debo al septo supremo —informó la joven almirante, el Lord le dio una mirada inquisitiva —. Oh, ¿no lo sabe? —Kermit Tully negó con la cabeza —. Soy Jasn'ham Lohar —Extendió su mano presentándose como es debido mientras ambos se dirigían al castillo.

Almirante Lohar (Aegon III) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora