19-El matrimonio no es un juego

76 14 3
                                    

19-El matrimonio no es un juego:

“Que agradables mujeres, muy hermosas, sanas y puras, si tan solo pudiera ponerles las manos encima... Él rey está ciego para no verlas y en cambio tenerme a mí en cuenta”.

El rey Aegon se encerró en su estudio, en su habitación igual, ni siquiera sale a pasear por los jardines.

“Ve y confabula con Alyn Velaryon en las sombras”, esas palabras la persiguieron como una nude negra sobre su cabeza.

Los días siguientes Aegon no quiso verla o hablar con ella, con la llegada del maestre Kendric a su habitación este la miró mal.

—Entra sin tocar —comentó Jasn'ham, su rostro no es mejor que el demacrado semblante del anciano en este momento.

«La tiene difícil intentando sobrellevar el carácter del rey estos días», dedujo, hay quienes afirmar: “no desea acudir a las reuniones matutinas, dejó al consejo a un lado”.

—¿Qué ocurrió con el rey? Él no le dirige la palabra a nadie —preguntó el anciano ignorando la tensión que crecía entre ellos.

Jasn'ham se sentó en un sillón con las manos a los costados y una mirada complicada, prefirió tampoco salir de su habitación y mantenerse en casi completa oscuridad solo pensando en todo este asunto.

Según los informes su hermanita mejoró su condición gracias a los dioses y ahora se halla más vivaz, es una buena noticia, sin embargo, sabe que es un asunto del corazón, cuando Shara sepa que su hermana no volverá... ¿qué puede ocurrir?

—Problemas maritales —respondió lúgubre.

El anciano pareció oír algo demente, miró con desconfianza de pies a cabeza a la joven.

—Una buena esposa sabe resolver estos asuntos —tiró las palabras con molestía, Jasn'ham en el fondo también siente que es su culpa.

El maestre se retiró con una expresión fea, Jasn'ham quiso tirarse por la ventana abierta delante suyo.

Hace días que no le da su atención especial al rey Aegon, también está el asunto con Alyn Velaryon quien la citó varias veces en privado, ella no acudió por temor: «¿Se puede considerar traición?», algo le dijo que lo último que quiere es despertar la ira del joven rey.

Una comitiva llegó al palacio ese día, como almirante de las fuerzas marítimas bajo el mando de la corona, aunque los lores no la consideren como tal, es su deber acudir al encuentro.
Sin muchos accesorios y un guardaespaldas, caminó hacia la entrada donde vio a una joven de voluminoso vestido parada con la espalda derecha.

Se fue acercando y el grupo de gente notó su presencia, la charla que podían estar teniendo terminó al instante.

«Nadie en la corte desea hablarme realmente», su reputación es horrible, desde lo degenerada hasta lo cruel, de por sí es considerada una perra con rabia la cual el rey utiliza cual arma y no teme perder.

—¿Quién es ella? —se preguntó, los ojos viciosos de Jasn'ham barrieron de pies a cabeza a la joven sin pudor alguno, la propia chica bajó la cabeza apenada.

Su fiel seguidor, el joven aprendiz de maestre, Alduar de la casa Frey de los valles le dijo en secreto: “Ella es lady Peake”.

Myrielle Paeke, una joven de negra cabellera y un decorado voluminoso, sus pecho llamaron la atención de Jasn'ham de inmediato.

«¿No estaba enferma?», al parecer su salud no era buena y su padre la trajo al castillo para cuidar de ella.

—Vamos a conocerla —dijo divertida sin importarle que la puedan oír, el grupo se mantuvo estático ante la figura ya delante suyo.

Almirante Lohar (Aegon III) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora