La oficina de Lucius estaba bañada en una luz fría y sobria. Las paredes, de un gris oscuro, y los muebles de líneas rectas transmitían un ambiente serio, casi impenetrable. Él se encontraba sentado detrás de su amplio escritorio de madera, revisando unos documentos, su expresión tan imperturbable como siempre. Frente a él, Kenai estaba sentado, con la espalda recta, pero el ambiente estaba cargado de algo más profundo, una tensión que flotaba entre ellos.
Lucius alzó la vista cuando finalmente dejó los papeles en el escritorio. Sus ojos se encontraron con los de Kenai, que lo miraba expectante.
—Aquí tienes lo que pediste —dijo Lucius con voz calma, extendiéndole un sobre con documentos.
Kenai tomó el sobre sin decir nada al principio, sus dedos apretando ligeramente el papel mientras su mirada descendía hacia el contenido.
—¿Y? —preguntó después de un silencio prolongado. Su voz era más baja, como si temiera la respuesta.
Lucius se recargó en el respaldo de su silla, observándolo con una mezcla de cautela y compasión contenida. Sabía lo que estos documentos significaban, y cómo el peso de esa información podía destrozar las esperanzas de alguien.
—El bebé que estabas buscando... murió a los pocos días de nacido —soltó con una neutralidad calculada, pero su tono suave reflejaba que no era insensible a lo que estaba revelando—. El orfanato le hizo un pequeño funeral, lo cremaron y sus cenizas fueron arrojadas al mar.
Kenai dejó escapar un leve suspiro, sus ojos repasando cada palabra en los documentos. Su rostro, aunque siempre mantenía esa fachada estoica, se tensó. Las palabras de Lucius resonaban en su mente con un eco casi ensordecedor.
—¿Es definitivo? —preguntó, su voz más baja y rota de lo que le habría gustado mostrar.
Lucius asintió lentamente, entrelazando sus manos sobre el escritorio.
—Lo lamento, Kenai. Sé que tu madre lo ha estado buscando durante mucho tiempo. Pero los registros son claros —agregó, señalando los documentos frente a él—. Está todo aquí.
El silencio que siguió fue espeso. Kenai no dijo nada, simplemente asintió mientras volvía a mirar los papeles, aunque su expresión seguía rígida sintió que algo se removía dentro suyo.
Kenai guardó los documentos en el sobre sin decir una palabra más. Su expresión, normalmente serena, estaba teñida de algo más profundo: una mezcla de resignación y frustración contenida. Se levantó de su asiento con movimientos lentos, como si el peso de la noticia lo hubiera agotado por completo.
—Gracias por esto —murmuró, su voz vacía de emoción, mientras miraba a Lucius por última vez antes de dar media vuelta hacia la puerta—. Se lo haré saber.
Lucius lo observó mientras caminaba hacia la salida, la postura de Kenai reflejaba un agotamiento que iba más allá de lo físico. Cuando la puerta se cerró tras él, el aire en la oficina cambió. El silencio se apoderó del espacio durante unos instantes, denso y lleno de lo no dicho.
Entonces, la expresión de Lucius se transformó.
Sus labios se curvaron lentamente en una sonrisa satisfecha, casi depredadora. Los documentos, las evidencias, todo había salido según lo planeado. Con ese último obstáculo fuera de su camino, nadie estaría lo suficientemente cerca para amenazar lo que había construido, lo que tanto le importaba: su familia.
Apoyó los codos en la mesa y entrelazó los dedos, su mirada llena de triunfo mientras observaba el lugar donde Kenai había estado sentado.
Ahora nada ni nadie nos separará, pensó Lucius, sintiendo una calma casi eufórica apoderarse de él.
ESTÁS LEYENDO
Hope - [✔️]
RomanceSinopsis: Oliver, un omega solo, atrapado en deudas y con un hijo de cinco años, se ve obligado a aceptar la ostentosa propuesta de uno de los alfas más adinerados de Londres. Para su fortuna o infortunio, este alfa resulta ser el padre de su hijo...