Hope - [✔️]

๑Capítulo 32.

Oliver estaba detrás de la barra del bar, limpiando una copa cuando una noticia de última hora apareció en la pantalla grande. Las luces parpadeantes del establecimiento iluminaban el lugar con un ambiente festivo, pero su mente estaba en otra parte, ocupada con las preocupaciones diarias y las tareas que tenía por delante. Sin embargo, el sonido de los murmullos de la multitud y la música de fondo se desvanecieron cuando se dio cuenta de que la atención de todos se centraba en la pantalla.

Curioso, levantó la vista y lo que vio le hizo el corazón se detuviera. La imagen de Lucius, el alfa que había llenado sus pensamientos durante tanto tiempo, aparecía en la pantalla, rodeado de un resplandor dorado. Estaba vestido con un elegante traje negro que resaltaba su figura y su porte majestuoso. Pero lo que más capturó la atención de Oliver fue la hermosa omega a su lado, con un vestido de novia deslumbrante que caía en suaves ondas a su alrededor.

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Oliver estaba en la mansión, el sol de la tarde se filtraba a través de las grandes ventanas, creando un ambiente cálido pero inquietante. Había estado organizando algunas cosas para la llegada del nuevo bebé y, a su vez, tratando de mantener a Kian cómodo y distraído. Sin embargo, la preocupación por la salud de su hijo lo mantenía inquieto.

—Oliver, necesitamos hablar —dijo el doctor, tomando asiento frente a él.

Oliver se sentó, sintiendo una mezcla de nerviosismo y anticipación.

—¿Sobre Kian? —preguntó, apenas conteniendo la respiración.

—Sí. He estado revisando los últimos análisis —dijo el doctor, abriendo la carpeta y mirando los documentos—. La leucemia de Kian ha respondido bien a los tratamientos, pero necesitamos actuar rápido.

Oliver sintió que el nudo en su estómago se apretaba aún más.

—¿Qué es lo que necesitamos hacer? —preguntó, su voz llena de preocupación.

El doctor levantó la mirada y continuó:

—El nacimiento de tu bebé está programado para dentro de dos semanas. Y hemos decidido que ese mismo día es el momento ideal para realizar el tratamiento para Kian. Esto nos permitirá utilizar recursos y atención médica al mismo tiempo.

Oliver se quedó en silencio por un momento, procesando la información. La idea de que su hijo menor recibiera tratamiento el mismo día que llegaría su nuevo bebé era abrumadora, pero también le ofrecía un rayo de esperanza.

—¿Está seguro de que esto es lo mejor? —preguntó, su voz temblando.

—Es la mejor opción que tenemos, Oliver. Al coordinar ambos eventos, podemos garantizar que Kian reciba la atención necesaria sin demora, y tú estarás presente para ambos momentos importantes en sus vidas. Además, en el caso de que se confirme que el bebé sea compatible, podría ser un donante ideal para Kian.

La mente de Oliver se nubló momentáneamente con esa posibilidad. La idea de que su nuevo hijo pudiera ayudar a su hermano mayor en su lucha contra la leucemia lo llenó de emociones contradictorias.

—¿De verdad hay una posibilidad de que el bebé pueda donar? —preguntó, su voz apenas un susurro.

—Sí. Las pruebas preliminares muestran que hay una buena probabilidad de compatibilidad. Esto podría ser crucial para el tratamiento de Kian —dijo el doctor, y la mirada de Oliver se llenó de determinación.

—Está bien —dijo, sintiéndose un poco más decidido—. Estoy listo. Solo necesito que todo salga bien.

El doctor sonrió, transmitiendo una confianza que Oliver necesitaba.