12 | Capítulo |

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Alice.

Ravenfil.

La habitación estaba envuelta en una penumbra suave, iluminada únicamente por la luz tenue de una lámpara en la esquina. Me encontraba frente al espejo, vistiéndome con un conjunto de lencería negra de encaje que abrazaba mi figura con una elegancia seductora. Cada toque del encaje contra mi piel parecía encender un fuego interno, resaltando cada curva de manera provocativa. Con movimientos lentos y deliberados, me puse un vestido carmesí ajustado, que abrazaba mi figura con una intensidad que hacía que mi corazón latiera con fuerza.

Cada curva de mi cuerpo, afilada a mi piel pálida.

El vestido se deslizó sobre mi cuerpo como una segunda piel, ajustándose a cada contorno y resaltando el contraste entre el negro del encaje y el rojo del vestido. Me miré en el espejo, admirando cómo el color carmesí acentuaba mi piel y el escote profundo que revelaba una cantidad justa de mi figura. Cada ajuste que hacía era un recordatorio de la sensualidad que estaba a punto de desatarse.

Sabia que el estaba allí, observándome.

La anticipación del encuentro con Jasper me mantenía al borde, y cada segundo se estiraba en una eternidad. El eco de mi propio corazón parecía retumbar en mis oídos, y el sonido de la puerta abriéndose me hizo dar un salto. Me giré lentamente, el corazón latiendo con una mezcla de expectación y nerviosismo, solo para encontrarme con Jasper en la entrada.

Allí estaba el, detrás de mi.

Su presencia era imponente, casi intimidante. Llevaba una camisa blanca ajustada y pantalones oscuros que contrastaban con el ambiente cargado de la habitación. Sus ojos azules, profundos y enigmáticos, brillaban con una intensidad que desnudaba más que el propio vestido que llevaba. La elegancia y la peligrosidad que irradiaba eran casi palpables, creando una atmósfera cargada de tensión.

—Alice —murmuró Jasper, su voz un susurro que resonó en la habitación como un desafío seductor. La forma en que pronunció mi nombre hizo que mi piel se erizara, y el deseo contenido en su voz era tan potente que casi podía sentirlo.

Me acerqué a él con pasos medidos, cada movimiento cargado de una anticipación febril. La distancia entre nosotros se acortó, y sentí el calor de su cuerpo mezclado con el mío. Sus ojos no dejaban de recorrer mi figura, y el deseo en su mirada era tan ardiente que me hizo temblar.

—Jasper —dije, mi voz temblando con una mezcla de deseo y emoción—. No puedo creer que estés aquí.

El rostro de Jasper mostró una mezcla de satisfacción y ansia mientras sus ojos recorrían mi cuerpo. La intensidad en su mirada parecía consumir todo a su alrededor, y sentí cómo el ambiente se cargaba de una energía que no podía ignorar. Sin perder tiempo, Jasper avanzó y me envolvió en sus brazos con una fuerza que era a la vez protectora y dominante.

Se arrastro hacia de una manera feroz y se arrodillo ante mi, hasta que le indique que podía levantarse.

El contacto entre nosotros fue eléctrico. Sentí cada roce, cada movimiento, como una descarga de sensaciones que me hizo perderme en el momento. Nuestros labios se encontraron en un beso que era a la vez desesperado y apasionado, un beso que hablaba de todo lo que habíamos sentido el uno por el otro y de todo lo que habíamos estado guardando.

Correspondí al beso con una intensidad igual, mis manos se aferraban a la camisa de Jasper mientras nuestros cuerpos se movían en una danza de deseo y necesidad. El roce de su piel contra la mía, el contacto de nuestros labios, era una explosión de sensaciones que me hizo perderme en el deseo.

Cuando finalmente nos separamos, ambos estábamos jadeando, nuestros rostros iluminados por una mezcla de emoción y deseo. Jasper me miró con una expresión que combinaba adoración y una promesa silenciosa, mientras yo intentaba recuperar el aliento.

Two Roses Black (ALONE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora