C: 22 - FUGITIVO VINCULADO

506 79 312
                                    

El Caldero Chorreante.
Londres-

-Donker terminaba de cambiar su pijama, por una ropa más decente. Sin duda esperaba causar grandes impresiones apenas bajara al comedor; un nuevo día había llegado, y sin duda, el castaño había preferido estar encerrado desde que llegó, después de que el Ministro Fudge no dejará de seguirlo a dónde sea que quisiera ir.

Incluso a los baños, donde lo esperaba afuera y lo hacía apurarse y tener un tiempo límite para cada vez que el chico se encerraba en su habitación.

De haber sabido que era peor que el Orfanato, quizás hubiera considerado quedarse y soportar unos días más.

Donker empezaba a odiar al Ministro. Se le hacía alguien tan tedioso y paranoico. Pero aún así, suspiró aliviado cuando salió de su habitación y no había nadie afuera de su puerta.

Donker llevaba a Trueno en el bolsillo de su saco negro que vestía esa mañana. Ambos susurrando que necesitaban comer algo o se iban a desmayar, pero por suerte, apenas estaban en las escalinatas, los dos sintieron el olor a café y pan recién hecho.

Quizás Trueno no tomaba café, pero el pan no podía negarlo. Y Donker siguió bajando hasta llegar al rellano intermedio, donde apenas miró hacia abajo, se encontró con varias cabezas pelirrojas y... ella.

De espaldas a él, sosteniendo un animal entre sus brazos y peleando con el menor de los Weasley. Todos estaban ahí, parecía incluso reunión de los Weasley y, más al fondo, un Harry Potter hablaba entre murmullos con un hombre pelirrojo, quien fácilmente el castaño pudo identificar como el patriarca de la numerosa familia.

Y el primero en alzar su vista al darse cuenta de la figura alta y delgada que se encontraba mirándolos con cara de pocos amigos, fue Ron Weasley, quien sintió sus piernas temblar al sentir la mirada penetrante y gélida de Donker, sobre él-

Ron: Riddle. -susurró nervioso, tratando saliva mientra sigilosamente se ocultaba detrás de su mejor amiga-

-Hermione por otro lado miró con confusión a su amigo al escuchar ese apellido, y al darse cuenta de que Ron miraba por detrás de ella, se giró, dejando de acariciar a su nueva mascota al conectar mirada con Donker Riddle. Su sonrisa que apareció por inercia al saber que estaba con ellos, despareció, y más al ver como el chico gruñía enojado cual gato rabioso-

Percy: Donker. -expresó sonriendo, dejando su taza de té sobre la larga mesa y parándose de su banca para caminar hacia las escaleras-

-todos los pelirrojos alzaron sus vistas al escuchar el nombre, en especial Arthur Weasley, quien al ver como su hijo esperaba al castaño con emoción, frunció el ceño-

Percy: Por Merlín, solo mírate. -expresó feliz- Estás muy alto. Creciste mucho este verano.

Donker: ¡Percy! -sonrió feliz, y no dudo en bajar con más rapidez las últimas escaleras hasta aventarse al mayor-

-Percy sonrió divertido, pero correspondió el abrazo de Donker, bajo la atenta mirada de Arthur Weasley, quien no podía entender cómo su hijo podía ser amigo de ese chico-

Harry: ¿Pasa algo, señor Weasley? -le preguntó confundido-

Arthur: ¿Qué sabes sobre Donker Riddle? -preguntó de inmediato, ignorando su pregunta-

Harry: Bueno, tiene problemas de confianza, y es un poco contestón, pero solo cuando no le caes bien. -respondió con sinceridad- Si lo pregunta por Percy, Señor, no creo que deba preocuparse. Él y Penny son los únicos con los que Riddle ha logrado empatizar tan bien que a veces pienso que lo han adoptado de cierta forma. -sonrió divertido-

OSCURO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora