C: 25 - LA TENSIÓN DE LAS CLASES

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Hogwarts-

-Cuando Harry, Ron y Hermione entraron en el Gran Comedor para desayunar, lo primero que vieron fue a Draco Malfoy, que entretenía a un grupo de gente de Slytherin con una historia muy divertida. Al pasar por su lado, Malfoy hizo una parodia de desmayo, coreado por una carcajada general-

Hermione: No le hagas caso. -le aconsejó, que iba detrás del azabache- Tú, ni el menor caso. No merece la pena...

Daphne: ¡Eh, Potter! -gritó la rubia de Slytherin que tenía la
cara como un dogo- ¡Potter! ¡Que vienen los dementores, Potter! ¡Uuuuuuuuuh!

-Harry se dejó caer sobre un asiento de la mesa de Gryffindor; junto a George Weasley.

George: Los nuevos horarios de tercero. -anunció el gemelo, pasándolos- ¿Qué te ocurre, Harry?

Ron: Malfoy. -contestó, sentándose al otro lado de George y echando una mirada desafiante a la mesa de Slytherin-

-George alzó la vista y vio que en aquel momento Malfoy volvía a repetir su pantomima-

George: Ese imbécil. -murmuró sin alterarse- No estaba tan gallito ayer por la noche, cuando los dementores se acercaron a la parte del tren en que estábamos. Vino corriendo a nuestro compartimento, ¿verdad, Fred? -miró a su gemelo-

Fred: Casi se moja encima. -confesó, mirando con desprecio a Malfoy-

George: Yo tampoco estaba muy contento. -reconoció- Son horribles esos dementores...

Fred: Se le hiela a uno la sangre, ¿verdad? -preguntó el chico-

Harry: Pero no se desmayaron, ¿o sí? -les pregunto en voz baja-

George: No le des más vueltas, Harry. -le sonrió- Mi padre tuvo que ir una vez a Azkaban, ¿verdad, Ron?, y dijo que era el lugar más horrible en que había estado. Regresó débil y tembloroso... Los dementores absorben la alegría del lugar en que están. La mayoría de los presos se vuelven locos allí.

Fred: De cualquier modo, veremos lo contento que se pone Malfoy después del primer partido de quidditch. -comentó burlón- Gryffindor contra Slytherin, primer partido de la temporada, ¿se acuerdan?

-La única ocasión en que Harry y Malfoy se habían enfrentado en un partido de quidditch, Malfoy había llevado las de perder. Un poco más contento, Harry se sirvió salchichas y tomate frito, todo mientras Hermione se aprendía su nuevo horario-

Hermione: Bien, hoy comenzamos asignaturas nuevas. -expresó alegremente-

Ron: Hermione. -murmuró el pelirrojo, frunciendo el entrecejo y mirando detrás de ella- Se han confundido con tu horario. Mira, te han apuntado para unas diez asignaturas al día. No hay tiempo suficiente.

Hermione: Ya me apañaré. Lo he concertado con la profesora McGonagall.

Ron: Pero mira. -le comentó riendo- ¿Ves la mañana de hoy? A las nueve Adivinación y Estudios Muggles y... -el chico se acercó más al horario, sin podérselo creer- Mira, Aritmancia, todo a las nueve. Sé que eres muy buena estudiante, Hermione, pero no hay nadie capaz de tanto. ¿Cómo vas a estar en tres clases a la vez?

Percy: ¿Quién va a estar en tres clases a la vez? -preguntó el mayor de los hermanos Weasley, sentándose con seriedad junto a Oliver Wood y Fred Weasley-

Ron: A Hermione le entregaron su horario mal. -sonrió sorprendido de ver a su hermano hablarle- Tiene más de tres materias a la misma hora en la mayoría de días.

Percy: Eso es imposible. -frunció el ceño, mirando a la castaña-

-Hermione le sonrió tímida, desde el problema con Donker, ni Percy ni Penny le habían vuelto a hablar.

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