C: 16 - PALABRAS CON SIGNIFICADO

459 67 193
                                    

Hogwarts-

—Donker terminaba de escribir lo que había visto en la taza de Cho Chang, dándose cuenta de que la chica tendría una experiencia de vida un poco horrible, pero que al final, sería feliz.

Aun así, no quiso decirle nada a la chica de Revenclaw, pensando por primera vez, que debía ser amable con ella y no asustarla, incluso pensó que quizás y solo eran tonterías, sabía que la clase de Adivinación no podía tomarse realmente en serio.

Pero tal parecía que Cho pensaba lo contrario, porque mientras el castaño escribía en su pergamino, la chica no dejaba de ver con atención como movía su pluma con su mano izquierda y formaba las palabras, y apenas terminaba una oración, Cho se estiraba para intentar leerla-

Cho: ¿Cómo que una cruz invertida? -preguntó preocupada-

Donker: Por Salazar, Cho Chang, no deberías leer mi apunte. -la miró mal- Va contra las instrucciones que nos dio la profesora Trelawney, yo no leí lo que escribiste tú por mi taza de té.

Cho: Perdón, pero, ¿voy a sufrir algún destino horrible? -lo miró con un puchero-

-y Donker solo hizo una mueca al verla hacer eso, creyendo que Cho era una persona ridícula e infantil-

Donker: Compórtate, no tienes siete años. -rodó los ojos-

Cho: Pero yo...

Donker: Es la última nota para terminar el proyecto. Mañana volvemos a clases, Cho Chang, así que deja de hacerme perder mi tiempo y deja de leer mi apunte.

Cho: Oh, vamos, Donker. -rodó los ojos- ¿Qué acaso no te interesa a ti saber lo que escribí?

Donker: No.

Cho: ¿Cómo puedes decir eso? -lo miró ofendida- Se trata de tu futuro.

Donker: Una taza de té, no va a definir mi futuro. -resoplo aburrido- Lo hacen nuestras acción, nuestras decisiones y la forma en que queramos sobresalir.

Cho: Hablas como todo un señor.

Donker: Quizás seas tú la que actúe como una infantil aquí. -se cruzó de brazos, mirándola con sonrisa burlona y una ceja alzada-

Cho: Bueno, al menos nadie cree que soy rara.

Donker: Cho Chang, eres tan aburrida como tus vuelos de quidditch. Quizás sea raro, pero todos hablan de mi. Lo contrario de ti, que nadie te nota interesante. -la miró mal, poniéndose de pie y metiendo todas sus cosas en su mochila-

-La chica solo lo miró ofendida, sin duda ese había sido un insulto horrible, pero cuando quiso contestarle, Donker ya se había ido de la mesa donde estaban, dejando a Cho sola, incluso en el pasillo de la biblioteca.

Y mientras Donker caminaba para devolver el libro de tesomancia en su lugar, murmuraba cosas por lo bajo, para que nadie pudiera escuchar sus quejas, claro que no se había dado cuenta de que una castaña con cabello abundante y capa de Gryffindor había llegado al mismo estante al verlo pasar-

Donker: ¿Raro yo? -se preguntó a sí mismo- Sí, claro, esa chica mejor debería volver a su torre de marfil y dejar que quien realmente importa haga el trabajo duro, o sea, yo. -sonrió satisfecho, dejando el libro en su lugar-

Hermione: No sabia que te gustaba hablar solo. -comentó a sus espaldas, causando de inmediato un sobresalto en el castaño-

Donker: Por Merlín, niña. -se giró a verla- Desde que te soltaron de la enfermería te has vuelto como un gato. -frunció el ceño-

Hermione: ¿Cómo sabes lo del gato? -lo miró perpleja-

Donker: ¿Qué? ¿Ahora de qué hablas?

Hermione: Quizás te dijo Myrtle, ¿no? Debí suponer que no iba a desapro...

OSCURO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora