C: 24 - ENOJADO, PERO DETALLISTA

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Hogwarts-


—El gran comedor de Hogwarts estaba lleno del sonido de cubiertos, risas y conversaciones mientras el sol de la mañana bañaba con su luz dorada las largas mesas.

Donker Riddle, inmerso en las páginas de su libro, apenas prestaba atención al bullicio que lo rodeaba. Las letras y descripciones sobre las aves mágicas y su relación con la magia antigua lo mantenían absorto. Sentado en la mesa de Ravenclaw, con Penny Clearwater a su lado, Donker tomaba pequeños bocados de su tostada mientras pasaba las páginas con lentitud-

Penny: Tomi, deberías comer algo más. -pronunció, en un tono maternal que ya no sorprendía al castaño. Era el único que le permitía llamarlo así-

-Ella lo observaba con una sonrisa mientras movía su varita para servirse un poco más de jugo de calabaza-

Penny: No quiero que te desmayes en medio de la clase por leer tanto y no alimentarte bien.

Donker: Estoy bien, Penny. -respondió, sin despegar la vista de su libro. Su voz era calmada, casi indiferente, pero había una leve sonrisa oculta en el borde de sus labios-

-Penny rodó los ojos divertida, pero no insistió. Sabía que cuando Donker se concentraba en algo, era difícil sacarlo de su mundo. Aún así, lo conocía lo suficiente para saber que, en el fondo, apreciaba sus cuidados-

Donker: Las aves mágicas... -comenzó, ahora levantando la vista para mirarla- ¿sabías que los Augurey son capaces de predecir lluvias con una precisión que supera incluso a los hechizos atmosféricos? -sonrió- Es fascinante, ¿no? Imagina poder saber si va a llover solo observando su vuelo.

-Penny sonrió con ternura, sabiendo que Donker rara vez mostraba emoción en su rostro, pero podía sentir el entusiasmo en su tono-

Penny: Eso es increíble, Tomi. Pero… ¿no sería más fácil solo usar un hechizo? -le respondió, con una leve risa mientras mordía un pedazo de su tostada-

-Donker la miró por un segundo, un brillo de diversión en sus ojos se pudo ver a simple vista, algo que a la rubia le encantaba ver en su chico pequeño-

Donker: Claro, pero no es lo mismo. -respondió volviendo a su libro- Las aves tienen una conexión natural con la magia que los humanos a veces olvidamos.

-Justo en ese momento, Percy Weasley se acercó a la mesa de Ravenclaw. Con su túnica perfectamente arreglada y el habitual aire de responsabilidad, Percy tomó asiento junto a Penny mientras le daba un beso en la mejilla y suspiró profundamente, como si acabara de escapar de un lugar infernal-

Percy: Desearía haber estado con ustedes desde el inicio. -comentó, casi sin saludar formalmente-

-Penny levantó una ceja, divertida ante su comentario-

Penny: ¿Qué pasó, Cariño? -preguntó mientras servía más jugo de calabaza para él-

-Percy rodó los ojos con exasperación mientras revolvía el cabello de Donker como un saludo silencioso al verlo leer el libro que le había regalado a inicios del año escolar-

Percy: He escuchado la canción del feliz cumpleaños cinco veces en los últimos dos minutos. ¡Cinco veces! -se quejó- Me siento como si estuviera atrapado en una fiesta interminable de cumpleaños.

-Penny rió suavemente, pero Donker, que había vuelto a su lectura, levantó la mirada, curioso. No solía interesarse por las quejas triviales, pero algo en lo que dijo Percy lo hizo detenerse-

Donker: ¿De quién es el cumpleaños? -preguntó, su tono neutral, aunque sus ojos mostraban un leve interés-

-Percy, sorprendido de que Donker mostrara interés en algo que no fuera académico, respondió rápidamente-

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