Mermelada

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________'s POV

De pronto, apareció un auto, con Jos y Freddy dentro.

-¡Muchachos!-Grito Freddy.- ¿Donde estaban?

-Si, los buscamos como desesperados.- Hablo Jos quitando el seguro de la puerta trasera.

Alonso abrió la puerta y se aparto un poco para que yo entrará primero, y después él.

-Lo siento.-Comenzó.- Pero en un momento de estupidez, deje las llaves dentro del auto y tuvimos que caminar.

Al segundo, Jos y Freddy estallaron en risas, parecían focas retrasadas, poco faltaba para que se orinaran en los pantalones.

A Alonso no le causo mucha gracia, pues ahora lucia un poco frustrado, esos dos llevaban casi diez minutos riendo como idiotas de lo mismo, y a mi, la verdad me dio igual, solo me limite a recargar mi cabeza en el cristal y esperar a que Jos me llevara a casa, pero no fue lo que esperaba, el ojimiel, dio vuelta a la derecha, cuando debió ser a la izquierda, en fin, el caso fue que termine en casa de Alonso, de nuevo.

-¡Ay ya! Dejen de reír.- Y si, Jos y Freddy seguían riendo a carcajadas por el hecho de que Alonso había dejado las llaves dentro del auto.- No es tan gracioso.

-Si lo es...- Hablo Freddy como pudo.- Invitaste a ______ a salir, y lo arruinaste por completo.

-¡Que tonto!-Completo Jos

Vaya, esto se esta poniendo incomodo.

-Okay... Creo yo estoy de mas aquí así que....- No termine de hablar por que Bryan apareció por las escaleras y me interrumpió.

-Quieren callarse, Alan esta durmiendo y ya saben como se pone cuando interrumpen su sueño de belleza.-Lo sentimos,- Se disculpo Freddy.- Pero espera a que te cuente la manera tan épica en la que Alonso arruino su cita con _____, entonces nos entenderás.

-Oigan.- Dije llamando la atención de los cuatro.- Estoy aquí, no olviden.- Dije con la esperanza de que entendieran lo incomodo que era esto para mi.

-Tienes razón, lo lamento.- Hablo Jos.- Es que no me he tomado mi café y si no me lo tomó, no estoy tranquilo.

-Descuida, yo igual me tengo que ir.- Dije señalando la puerta.

-¡¿Estas loca?!- Grito Bryan.

-Si, un poquito.

-______, son las 12:30. 

-¿Y?

-No te iras.- Dijo quitándome la taza que me había dado hace como treinta segundos.

-Claro que me iré, o mi papá hará mermelada conmigo

-Ese, es tu problema. Pero donde yo me entere que te marchaste sola,- Me advirtió.- Él que hará mermelada contigo no sera tu papá, seré yo.- Dijo antes de subir las escaleras y dejarme alli debatiéndome en quien quería que hiciera mermelada conmigo, porque alguien tenia que hacerlo: Bryan o mi padre.

-¡Oye! ¿Y si convenso a Alonso para que él me lleve?- Grite.

-Despierta lo y has lo que quieras, pero no salgas de esta casa tu sola.- Respondió desde algún lugar cercano.

¿Se fue? Vaya, debo ponerle mas atención a ese chico.

Subí las escaleras y entre a su habitación, lo vi allí, tirado en el piso con la ropa mojada,  ¿Tan cansado estaba? que ni tiempo le dio de cambiarse, en fin...

-Alonso, Alonso...- Lo movi varias veces para que reaccionará.

-Con salsa verde, favor.- Dijo volviendo en si.- ¿Que sucede, ______?

-Necesito que me lleves a casa.

-¿Estas loca?- Se talló los ojos.- Es casi la una.- Miro el reloj.- No, no te iras.

Se levanto y salio de la habitación.

-Por favor.- Dije detrás de él.- Mi papá me va a matar si no llego.

Alonso entró a la cosina.- No lo hará...- Dijo poniendo un poco de agua caliente y café en una taza.- Ademas, te preocupas demasiado.

-No, me preocupo lo suficiente.- Alonso se sentó frente al televisor.- Bryan dijo que si tu me llevabas, podía ir a casa.

Alonso me miro divertido.- Osea que yo tengo el poder.

-¿Cual poder? ¿De que hablas? Solo debes llevarme a casa.

-No.- Encendió el televisor.

-¿C-como que no?- Me pare frente al aparato para obligar a Alonso a que me mirará.

-Me hiciste caminar, y por tu culpa me quede varado en la lluvia. Así que tómalo como una venganza.

-¿Que?- Grite incrédula por sus palabras.- En primera; Yo no te obligue a nada. En segunda; yo también me moje, pero la diferencia es que tu ya estas en la comodidad de tu casa.

-Tu también....

-¿Yo también que?

-Tu también estas en la comodidad de mi casa.

-Ya, no estoy para tus juegos... Llévame a casa.- Le suplique

-No.- Pero fracase.- Y anda.- me tomo por lo hombros.- Vamos a dormir.

-¿Estas loco?- Grite- ¿Donde quieres que duerma?

-¿Que no es obvio? Pues en mi cuarto, conmigo.

En ese segundo y sin más, solté una carcajada mas fuerte que las de Freddy y Jos juntos.- No, ya en serio... ¿Donde?

Pero al parecer este chico no tiene sentido del humor.- Pues, amenos que quieras dormir en la bañera.

-Pues prefiero la bañera.

-¿Segura?- Me miro desafiante

Rayos.

-Okay, te traeré algunas cobijas.- Comenzó a caminar lento, muy lento...

 ¡Esto es un complot!

Demonios.- Espera.

-¿Que sucede?- Pregunto con una falsa inocencia.

-Esta bien, iré contigo... Pero yo duermo en el piso.- Dije haciendo que su sonrisa desapareciera.

-¿Como vas a dormir en el piso?- Mi ropa estaba mojada y ya era tarde, así que hacia frió y yo había comenzado a temblar como perrito chihuahueño.- Estas a punto de pescar un resfriado ¿ Aun así quieres dormir el piso?

-Esta bien, tu duermes en el piso.

-¡No puedes echarme de mi cama!

Estaba a punto de seguir la discusión pero, Alonso no me dejo.- Y ya, ya no me estés discutiendo... Vamos, creo que mi prima dejo algo de ropa seca la ultima vez que vino.

Entro en una habitación oscura, encendió la luz y a los pocos segundos escuche la voz de Jos quejarse.- ¿Que demonios sucede contigo? Son las Dos de la mañana, ¡Sal de aquí!

-Rayos, por aquí abunda la falta de respeto.- Dijo Alonso saliendo de la habitación.- Ten esto.- Me entrego "una pijama"

-¿Es una broma cierto?- Dije al ver el conjunto. No era mas que un short, super diminuto y una pequeña blusa de tirantes en color lila.

Alonso me miro inocente y also los hombros.- Es eso o duermes en ropa interior.

-Pues seria casi lo mismo.- Dije sin dejar de mirar la ropa.

-Anda ya, cámbiate, y dame tu ropa para ponerla a secar.- Dijo con un tono de voz suave.

Entré al baño y me puse la "pijama" que me dio, pero en sima me puse una bata que encontré allí en el baño.

Salí pero el pelirrojo ya no estaba, así que solo colgué mi ropa en un pequeño tendero y me fui a la habitación de Alonso.

Cuando entre, el chico ya se había puesto su pijama azul de ositos, incluso ya estaba acostado leyendo un libro.

Espere a estar en la cama, para quitarme la bata y taparme lo mas rápido que pude. En cuanto mi cabeza toco la almohada, podría jurar que me quede completamente dormida, así que ya no supe mas de mi, hasta la mañana siguiente.

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