¿Amor? ¿Que es eso? ¿Se comé?

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_________'s POV

Eran las 7:15, me desperté para ir a la escuela, iba a llegar tarde a clase, la primera hora era la de historia. Llegue media hora tarde, el maestro explicaba algo referente a la segunda guerra mundial.

-Me da permiso de pasar profe?

-Pase señorita, pero no haga ruido.-Pase y me senté en mi lugar; min tras caminaba hasta la última butaca de la última fila, lograba escuchar los murmullos de mis compañeros "Oh mira, crei que Halloween era hasta Octubre" "¡Lindo disfraz de vampiro", como sea, intento ignorar cualquier estupidez e insultos que salen de la boca de todos ellos.

Tome mi lugar, al final, como siempre, saque mi cuaderno, y me puse a escribir lo que estaba en el pizarrón, la clase paso rápido, termine de tomar apuntes y anotar la tarea, guarde mis cosas y me acomode la mochila en el hombro.

Me dirigia para mi casillero, para tomar mis libros de la siguiente clase y dejar los de la anterior, pero el brazo de alguien me tiró mis libros.

-¡¡¡Fijate, estúpida!!!- Como siempre, decidí quedarme callada y limitarme a tomar mis cosas, para después alejarme lo más posible de todos estos cerebros de maní. Más justo cuando iba a tomar mi último cuaderno, los zapatos que Aída tomó de mi armario se pararon frente a mi.

-Hola querida.

-¿Que quieres Aida?

-Nada especial, sólo molestarte un rato

-Pues felicidades, ya lo conseguiste- Ya me iba pero me jalo del brazo obligándome a voltear.

-A mi no me vas a dejar con la palabra en la boca, chiquita.

-No lo hago, pero ya me tengo que ir.

-Tu no te vas, primero nos vamos a divertir contigo un poco.- Entre ellas, comenzaron a aventar me, hasta que caí al piso y me golpee el brazo demasiado fuerte, que sentía que sólo las lágrimas brotaban de mis ojos, todos a mi alrededor reían y comentaban entre ellos, pero eso era poco para describir la expresión de Itzel, Alondra y Aída.

Tome mi mochila como pude y salí corriendohacia el baño de chicas, cerré la puerta principal con llave, fui a la esquina del fondo y descargue todo mi dolor y mi rabia en el llanto que brotraba de mis ojos.

¿Como era Posible que esa chica fuera capaz de cagar mi existencia en tan solo un segundo y yo no pudiera hacer absolutamente nada para evitarlo?

Hacia tres meses, había visto varios reportajes de personas que sanaban su dolor interno, cortando su piel.

La verdad, yo nunca tuve la intención de hacerlo, pero tampoco encontraba otra manera, jamás pensé que YO terminaría aciendome daño a mi misma, pero ahora, aquí estoy, encontré la forma de aliviar mi dolor con más dolor.

Sé que algunos pensarán que esto es estúpido, pero no lo es.

Estúpido es lastimar tanto emocionalmente a alguien, al grado que sienta la necesidad de que debe hacerlo también, eso sí es estúpido.

Mis muñecas sangraba, demasiado, de hecho, hoy si diría que me hice cortes más profundos.

Me levante y con agua de los lavamanos, enjuague la sangre que brotaba, tome mi mochila y saque un par de vendas con las que envolví mis brazos.

Me mire en el espejo, estaba hecha un asco, mi maquillaje estaba todo corrido.
Con una toallita húmeda, lo limpie y lo retoque.

Intentaba convencerme de que tal vez, solo tal vez, algo mejoraría en lo que resta de este asqueroso día, claro que sólo era un suposición, una simple suposición.

Cuando el día de mierda terminó, tenía dos opciones, caminar a casa o irme en autobús.

Por supuesto decidí caminar, sinceramente, prefiero la compañía musical de Simple Plan "que las burlas e insultos de Aída, sus amigas y todos los cerebros de nopal que estudian conmigo.

Llegue a mi casa con cierto cansancio emocional, por tan genial día, Nótese mi sarcasmo, así que no tenía ganas de saber si Samara o si mi padre estaban en casa, y mucho menos, enterarme si Aída había vuelto ya, es suficiente soportarla en la escuela, como para encima,a ver su cara en casa.

Joder, ¿pero que hice yo para merecer una vida tan pinche culera, JESÚS BENDITO?

En noches como esta, cuando no hay nadie en casa, son las noches en las que por fin siento que puedo tener, aunque sea un unos minutos de paz emocional. Noches asi, son presisamente las que quisiera que jamas terminaran.

Subí los escalones de cristal que hay en mi casa, y en el último cuarto del pasillo fue donde entre y cerré la puerta bajo llave.

RompecabezasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora