Esta historia empieza tras una guerra, cielo e infierno en una lucha donde la tierra era el campo de batalla, ¿por qué sucedía?, bueno creo que a nosotros los humanos no nos incumbía solo éramos testigos, por todo el planeta demonios y ángeles arrasaban en su búsqueda por la victoria, las ciudades ardían, la gente huía, y solo nos quedaba escondernos, mi nombre Era Xilio y en medio de todo este desastre tuve un papel que jamás espere. Entre los humanos habíamos 3 facciones, los que apoyaban a los ángeles, los que eran seducidos por los demonios y finalmente los que nos escondíamos. Mi familia y yo nos escondíamos en una cueva abandonada a las afueras de Ertomia un viejo pueblo portuario que tras el inicio de la guerra fue tomado como base de operaciones de un grupo de ángeles, mi padre era un herrero y fabricaba armas para la guerra y así conseguía la protección de los ángeles, su nombre era Vincent, mis dos hermanos menores Albio y Nedio, solo eran unos niños y aunque temían un poco a lo que sucedía, como niños gustaban de salir a jugar e investigar lo que no conocían, claro cada día teníamos ruinas nuevas que a ellos les encantaba visitar para jugar al escondite o quien sabe que se les ocurriera, el detalle es que yo era quien me encargaba de estar al tanto de cómo estaban ellos y por lo tanto era el que normalmente debía buscarlos cuando se iban a jugar y no aparecían, y ese día no fue exactamente diferente. Papa preparaba una entrega de armas y los muchachos no estaban por ningún lado.
-Vincent: Xilio ve a buscar a tus hermanos, es probable que ataquen los demonios para conseguir la entrega
Fui y tome mi espada y junto a mi armadura, total no es mucho solo mis hombreras, la pechera botas y guantes. Una vez estuve listo salir a buscar a los muchachos, decidí empezar en los restos de la vieja catedral de la santa Guilia. Aun en pie pero con destrozos por todos lados esta era el lugar perfecto para jugar al escondite y mis hermanos tendían a ir a jugar allá así que decidí empezar por allí, al estar cerca pude ver como un demonio estaba rondando cerca. Piel negra con escamas colmillos, babeantes, ojos negros que si no fueran por su brillo se perderían con el color de su piel, con unas garras tan filosas como cuchillas y encorvado, si uno de los rastreadores estaba cerca de la catedral debía ser cauteloso o se daría cuenta de que me aproximaba. Aproveche para esconderme tras unas piedras mientras el rastreador se alejaba, fuera lo que fuera que buscaba al parecer era importante pues estaba muy apresurado, tome la oportunidad para entrar en la catedral y empecé a buscar a los muchachos, me di cuenta de que había un agujero en el techo que era nuevo, preocupado porque mis hermanos tal vez estuvieran debajo de los escombros corrí a ver esperando no encontrarlos heridos
-Xilio: Albio!!!! Nedio!!!!
Cuando llegue los conseguí allí, gracias a dios no enterrados bajo los escombros pero trataban de sacar algo de debajo de ellos
-Xilio: qué demonios están haciendo????
-Nedio: hay una mujer allí abajo
-Albio: si cayo desde el techo hay que sacarla
-Xilio: a ver déjenme espacio
Empecé a levantar pedazos de madera y tejas hasta llegar hasta la mujer, cuando la vi quede hipnotizado, era una mujer hermosa, estaba golpeada y tenía 2 heridas en su espalda, no me imagino como habría caído desde el techo pero con el rastreador cerca decidí salir de allí y llevarla conmigo.
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El Ángel caido (Por edicion)
RomanceLa cacería de uno de los ángeles del cielo llevara a Xilio a proteger a una extraña mujer que consigue herida en una catedral. Viéndose en medio de una guerra entre cielo e infierno por obtener a Ivette, donde solo el y los jinetes podrán defenderla...