Dada la aparición de Astaroth en la casa de Amaranta Atasuke decidió volvernos a mudar a un lugar diferente, el como siempre no quiso aclararme el lugar al que viajaríamos pero desgraciadamente nos impuso algo que no estábamos listos a aceptar
-Atasuke: por la seguridad de sus niños, mi señora deberá dejarlos aquí con mi hermana
-Ivette: no Atasuke no lo hare, estás loco???
-Atasuke: si llevamos a los niño con nosotros seguirán siendo perseguidos, eso quieres???? Mantener a tus niños en un constante estado de peligro???
-Xilio: ya basta Atasuke!!! Déjanos a solas deberemos pensarlo
Atasuke nos dejó a solas y allí Ivette y yo hablamos de esto
-Ivette: no dejare a mis niños aquí, no importa lo que diga Atasuke o cualquiera, ellos son mis niños no los dejare
-Xilio: mi vida piénsalo bien, sé que suena doloroso, pero él tiene razón, si los llevamos con nosotros vivirán amenazas como las de la otra vez quien sabe con cual frecuencia, en cambio si dejamos a los niños estarán seguros y podremos venir de vez en cuando a verlos
-Ivette: no!!!! No quiero!!! Irán con nosotros o nos quedamos aquí!!!
En ese momento se sentó en la orilla de la cama y poniendo sus manos en si cara empezó a llorar, tratando de calmarla me senté a su lado mientras pasaba mi brazo sobre sus hombros
-Xilio: Amor yo tampoco quiero dejarlos, pero debemos pensar en lo mejor para ellos
Ivette seguía llorando sin consuelo hasta que de repente el llanto paro, ella se limpió los ojos y se aproximó a la cuna de los niños, entonces tomo a Xion y me lo entrego
-Eriel: sostenlo un momento
Tome al pequeño Xion en mis brazos mientras ella colocaba al resto de los niños en el suelo, entonces poniendo sus manos sobre ellos estas empezaron a brillar de un color blanco haciendo que Charlotte, Madeleine y Amatista crecieran, no mucho seguían siendo niños pequeños quizás tendrían 2 o 3 años. Charlotte era una niña con un pelo negro color azabache con unos ojos rojos que la verlos uno pensaba que eran como la sangre, Madeleine una niña de cabello rubio y ojos azules, mientras amatista era un pequeña con el cabello negro azabache y ojos color purpura
-Eriel; no importa cuánto intentes convencer a Ivette de dejarlos, no lo hará, así los niños no necesitaran de ella, y será más fácil para Amaranta cuidarlos
-Xilio: quién eres???
-Eriel: soy Eriel, soy la forma ángel de tu amada Ivette, al igual que ella no quiero dejarlos pero se cuáles son los riesgos, y no permitiré que mis hijos pasen por ello, Xion nos acompañara
-Xilio: pero por que???
-Eriel: él es mi primer Jinete “Azkatiel” si lo dejo aquí seria como si los llevara conmigo los buscarían solo por él, acompáñame debemos hablar con Amaranta
Las niñas seguían dormidas así que los acomodamos en la cama mientras íbamos a buscar a Amaranta, cuando ella la vio se dio cuenta de que ante ella estaba era Eriel
-Amaranta: vaya por fin apareciste
-Eriel: debo hacerlo, Amaranta confió plenamente en ti, por favor cuida a mis niñas, yo vendré cada vez que pueda a visitarlas
-Amaranta: funciono el dije de tu hermano???
-Eriel: si, mejor de lo que imagine, me di cuenta de que el alma de Azkatiel estaba dentro nada más me lo diste, cuando estuvo Akuma aquí???
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El Ángel caido (Por edicion)
RomanceLa cacería de uno de los ángeles del cielo llevara a Xilio a proteger a una extraña mujer que consigue herida en una catedral. Viéndose en medio de una guerra entre cielo e infierno por obtener a Ivette, donde solo el y los jinetes podrán defenderla...