Las palabras que Erilette me dijo no salían de mi cabeza, no podía pensar en nada mas, quería estar siempre con Ivette y daría lo que fuera para lograrlo, pero ¿Por qué Akanael y Atasuke se oponían?, no entiendo, ¿para qué entrenarme entonces? Solo pensaba en todo esto mientras miraba a Ivette dormida en la cama. Ivette despertó sin que me diera cuenta y noto mi cara de preocupación
-Ivette: estas bien????
Inmediatamente voltee a ver a Ivette aun confuso por todo lo que había pasado y cabizbajo le dije
-Xilio: si estoy bien y tu cómo te sientes???
-Ivette: bien, pero me duele algo la cabeza
-Xilio: ya…
-Ivette: seguro todo está bien???
Sin decir nada me levante y me retire de la habitación, Ivette se levantó y me siguió hasta fuera el techo de la casa donde me senté a pensar mientras veía el atardecer, ella se sentó a mi lado y paso su brazo por debajo del mío mientras pisaba su cabeza en mi hombro, para decirme delicadamente
-Ivette: Xilio Qué te pasa???, tú no eres así y menos conmigo, sigues preocupado por lo de mi cambio???
-Xilio: se nota tanto????
-Ivette: demasiado, dime que piensas???
-Xilio: hoy volviste a cambiar…
-Ivette: no, yo estaba dormida, después de que te fuiste me acosté a dormir y acabo de despertar en cama donde estaba
-Xilio: luego de terminar mi entrenamiento, entramos a la casa y me puse a conversar con Atasuke sobre el asunto de tus cambios, entonces de repente entraste a la habitación, pero no eras tú, eras Erilette tu nos dijiste algunas cosas y te desmayaste, yo te lleve de nuevo al cuarto hasta que despertaste
-Ivette: y que dije estando así???
Recordando las palabras que dijo preferí guardar silencio
-Xilio: nada importante…
Ivette me levanto la cara y me hizo mirarla a los ojos
-Ivette: Xilio, tú no te pones así por nada, dime que paso???
Soltando un suspiro un poco frustrado por no poder ocultarle las cosas a ella, le termine contando
-Xilio: cuando entraste yo había preguntado ¿que necesitaba hacer para deshacerme de Erilette?, entonces lo que dijiste fue que te matara, que era la mejor forma de desparecerla, entonces te acercaste a mí y me preguntaste que si deseaba protegerte, obviamente dije que sí, entonces me dijiste que fuera tu jinete, luego me besaste y te desmayaste
Ivette se sorprendió con lo que escucho, estaba boquiabierta, tanto que se la tapaba con las manos
-Ivette: y que decidiste???
-Xilio: si es por mi yo lo haría sin dudar, quiero estar para ti siempre y protegerte delo que sea, pero me preocupa algo en todo esto
-Ivette: que cosa????
-Xilio: Atasuke y Akanael se negaron, es más se notaba que algo no estaba bien, no se siento que no debo, por más que lo deseo
Ivette vio que me preocupe más y me empujo al techo para que me acostara en él y una vez así se acurruco en mi pecho
-Ivette: todo estará bien ya verás no te preocupes, aparte yo no necesito que seas mi jinete, yo sé que siempre contare contigo
Con eso pude calmarme un poco, no sé por qué pero quería creer en ella, todo estaría bien y este momento bajo ese cielo que pasaba de naranja a azul oscuro seria eterno. Un rato después Lax subió al techo a buscarnos
-Lax; oigan tortolos, es hora de cenar bajen ya
Pase mi mano por la cara de Ivette acariciando su mejilla y le dije
-Xilio: tienes hambre???
Ivette asintió con su cabeza y entonces con cuidado me levante haciendo una reverencia estirando mi mano para ayudarla a levantarse
-Xilio: entonces mi señora deme su mano y gustoso la escoltare a la cocina para que pueda comer
-Ivette: tonto no me molestes
Ivette decía esto entre risas y tomaba mi mano para levantarse y hacer una pequeña reverencia diciéndome
-Ivette: será un placer mi leal caballero, no le confiaría esta labor a nadie más
Entonces bajamos a del techo y entrelazando mi brazo con el de ella la lleve como si fuéramos dos aristócratas hacia la cocina
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El Ángel caido (Por edicion)
RomanceLa cacería de uno de los ángeles del cielo llevara a Xilio a proteger a una extraña mujer que consigue herida en una catedral. Viéndose en medio de una guerra entre cielo e infierno por obtener a Ivette, donde solo el y los jinetes podrán defenderla...