Amatista

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Los meses seguían pasando y mi entrenamiento con Amaranta continúo y de la misma manera El embarazo de Ivette, aunque sabía que el niño que ella esperaba no era mío, la idea de que esos niños los fuéramos a cuidar nosotros me llenaba el corazón de dicha, creo que después de todo lo pasado era una de las pocas cosas que me subían el ánimo junto a Ivette, aunque ella decía que se veía fea y gorda, yo la seguía viendo tan bella como la primera vez que la encontré y créanme me encargaba de hacérselo saber. De vez en cuando Atasuke nos visitaba y se quedaba unos días con nosotros, no importa cuánto preguntáramos, él nunca nos decía donde se encontraba Akanael, solo nos decía que estaba cumpliendo un trabajo como Jinete, aunque si soy franco en su cara se veía un pequeño destello de tristeza cuando hablábamos del tema, pero fuera de ello cada vez que nos visitaba se tomaba parte de la visita en probar como avanzaba con mi entrenamiento, no dejaba de decirme que pronto deberíamos viajar a otro lugar y que debía estar listo, ese día fue la última vez que lo vi hasta que Ivette dio a luz.

Según lo que alguna vez me conto Akanael, Ivette estaba ya a 9 meses de su embarazo, lo que significaba que en cualquier momento podría dar a luz, mi mente estaba permanentemente detraída, por cualquier cosa me ponía a pensar en Ivette y como seria cuidar a su hijo con ella, seriamos una familia feliz. Pero mis sueños se veían frustrados por Amaranta que de un momento a otro me golpeaba con una espada de madera para volver a la realidad durante mis entrenamientos

-Amaranta: Muchacho descuidado presta atención pro una vez en tu vida!!!

-Xilio: condenada vieja, que no puedes llamar mi atención de otra manera!!!!

Amaranta escucho eso y la furia que la lleno la desahogo directamente conmigo golpeándome con la espada de madera

-Amaranta: condenado niño cómo es posible que seas tan falto de respeto!!!

Los golpes de amaranta me hacían por un momento volver a poner mi atención en los entrenamientos, pero en mi lugar quien no se distraería??? Ella estaba allí en frente de mi mirándome cada día y yo embobado por ella, claro hasta que llego el día. Iba como un día cualquiera, Amaranta y yo entrenábamos e Ivette nos observaba, hasta que de repente un grito llamo nuestra atención, Amaranta y yo volteamos a ver a Ivette

-Xilio: pasa algo???

-Ivette: escuche un ruido extraño y me está saliendo agua

-Amaranta: por dios Xilio llego la hora, llévala a su habitación pronto!!!

Una vez lleve a Ivette a nuestra habitación y allí la acomode en la cama

-Amaranta: ve lo más rápido que puedas y tráeme agua tibia

Salí corriendo de la habitación y fui a calentar un poco de agua, calenté el agua y tan pronto estuvo lista la lleve hasta la habitación, una vez llegue ya Amaranta había ayudado a ponerse cómoda a Ivette

-Amaranta: tardaste demasiado pon el recipiente en el suelo

Hice lo que me dijo y ella inmediatamente empezó a lavarse las manos con esa agua

-Amaranta: Ahhhh!!!! Esta caliente, ten más cuidado muchacho, habla con tu mujer te necesitara para calmarse

Me aproxime a Ivette y ella me tomo la mano

-Ivette: siento que voy a morir

-Xilio: no te preocupes linda, todo irá bien, solo ten paciencia se fuerte

-Amaranta: respira lentamente no te apresures

Imite la respiración lenta y le dije a Ivette

-Xilio: hazlo así...

Ivette intento copiarme pero le costaba con el dolor que sentía

-Xilio: hazlo más lento

-Ivette: que crees que hago acaso tu eres el que está sufriendo???

Aun tras eso intente calmarla

-Xilio: oye no te alteres, será más difícil para ti si te exasperas

Ivette intento hacerme caso y continúo con su respiración

-Amaranta: el momento llego Ivette sigue mis indicaciones, contare hasta 3 y luego te diré que pujes, entendido

Ivette asentía con la cabeza mientras Amaranta iniciaba el conteo, el parto se alargaba y a Ivette le costaba, con cada vez que Ivette pujaba sostenía mi mano como si me la fuera a arrancar. Finalmente después de muchos gritos y apretadas de mano escuchamos como el niño empezaba a llorar tras salir del vientre de Ivette y de repente un alivio la lleno, Amaranta corto el cordón umbilical mientras limpiaba al niño con unas sábanas remojadas con el agua tibia, para luego envolverlo y entregármelo, al pasar esto Amaranta me entrego al bebe para que lo cargara, era un niño pequeño, lo tome y lo acerque a Ivette

-Ivette: que bello mi niño, se llamara Xion

-Amaranta: niña, tienes todo el día para elegir nombres aun vienen mas

Al escuchar eso los dos respondimos de golpe

-Ivette/Xilio: Que???

-Amaranta: como escucharon no se calmen que todavía falta

En ese plan continuamos con el parto el cual trajo al mundo a 3 niñas luego del pequeño Xion, una vez todo termino Ivette estaba acostada con los 4 niños

-Xilio: ya decidiste que nombres les darás a las niñas???

-Ivette: estas dos se llamaran Charlotte y Madeleine

-Xilio: y esta otra???

-Ivette: aún no se me ocurre ningún nombre

Amaranta se estaba limpiando las manos luego de tanto trabajo e Ivette le dirigió la palabra

-Ivette: señora Amaranta

-Amaranta: dime niña

-Ivette: gracias por su ayuda

-Xilio: Amaranta…

-Amaranta: si???

-Xilio: no, no es eso

-Ivette: pasa algo???

-Xilio: qué tal si la llamamos Amatista???

-Amaranta: niño mi nombre es Amaranta y nadie lo cambiara

-Xilio: Tu no vieja, la niña

-Ivette: me parece un nombre bonito, está bien se llamara Amatista

Así Ivette trajo a este mundo sus cuatro hijos quien pensaría que tan pequeñas criatura nos traerían una felicidad tan grande

El Ángel caido (Por edicion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora