La promesa

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Mientras Atasuke y Amaranta se retiraron de la mesa yo decidí hacer lo mismo, coloque los cubiertos junto a mi plato y me levante de la mesa

-Xilio: lo siento no tengo apetito, discúlpenme con la señora Amaranta cuando vuelva

Ivette se levantó de la mesa pero en ese instante Akanael le dijo

-Akanael: déjalo, de verdad necesita pensar

Yo me retire y poco después ignorando a Akanael Ivette se levantó de la mesa y me siguió, Yo me encerré en mi habitación, me acosté en la cama y puse mi brazo sobre mis ojos, no quería ver a nadie, solo quería estar solo, todas las caras que veía me recordaban lo que había hecho, Albio me temía, no podía ni mirarlo por que inmediatamente lo hacía volteaba asustado o se escondía tras Ivette, cada segundo que pasaba veía en mi mente como se repetía una y otra vez las palabras de mi padre, suplicando porque me detuviera, la imagen de Nedio desangrado en la cama se había grabado en mi retina, los gritos de cada uno resonaban como si aún estuvieran allí, de verdad ya no sabía que hacer sentía que me iba a volver loco, yo no merecía seguir vivo después de todo lo ocurrido, pero no tenía la fuerza para hacerlo, soy una basura sin valor cambie a mi familia por poder, por un título, no merezco más que la muerte. Tras un rato allí Ivette quien llevaba prácticamente todo ese rato sentada frente a la puerta decidió acercarse y tocar, tímida dio 3 golpes suaves que a duras penas llegue a escuchar, cabizbajo me acerque a la puerta y abriéndola Ivette temerosa y me dijo

-Ivette: puedo pasar???

En realidad a la persona que en ese momento menos quería ver era a ella, sé que siendo Ivette ella nunca ordeno nada pero aun así la ira que sentía en mi pecho por Erilette era tal que no me dejaba si quiera mirarla como antes lo hacía. Por no ser grosero con ella la deje pasar, yo me acomode en la cama como estaba antes de que ella llegara y ella se sentó al borde mirándome, ambos guardamos silencio durante un largo rato hasta que finalmente tuve que romperlo

-Xilio: que deseas????

Ivette seguía temerosa de hablar, no sabía cómo hablarme, no quería hacer que recordara lo sucedido y mucho menos quería enojarme, así que se dejó caer sobre mi pecho llorando a todo pulmón

-Ivette: lo siento…nunca…nunca quise…que esto pasara…todo es mi culpa

No me esperaba eso la verdad aunque no quería ver a nadie en el fondo necesitaba a alguien a mi lado y ver a Ivette así, me hizo hacer lo que nunca había hecho delante de otra persona desde la partida de mi madre…en ese momento arranque a llorar descontroladamente y bajando mis brazos abrace a Ivette mientras dejaba salir de mi todo este dolor que yacía dentro de mí, el tiempo paso y ambos dejamos de llorar, allí hable con Ivette y le dije todo lo que sentía

-Ivette: tú no eres una basura

-Xilio: Ivette, mira todo lo que hice tú crees que en verdad después de eso yo puedo merecer seguir viviendo???

-Ivette: SI, SI LO MERECES, ESTO NO FUE TU CULPA YO TE LO ORDENE Y TU NO PODIAS OPONERTE, NO TIENES NADA DE CULPA…yo soy la que no merece vivir

Sin nada para poder responderle a Ivette la abrace mientras ella me correspondió poniendo su cabeza en mi pecho

-Ivette: Lo siento, esto paso por mi culpa, tal vez hubiese sido mejor que nunca me conocieras

-Xilio: CALLATE!!!

Ivette impresionada por el grito guardo silencio y me escucho

-Xilio: tú me has hecho un hombre muy feliz, y me has mostrado que eres un persona muy valiosa, no es tu culpa que ese lado demonio tuyo sea una desgraciada e hiciera todas estas cosas, por favor no dejes que esto te ponga mal, ya es suficiente conmigo que de verdad tengo culpa

Ivette me abrazo con fuerza y me dijo

-Ivette: harías algo por mí???

-Xilio: que???

Entonces Ivette separo el abrazo y me mostro su mano cerrada con solo el meñique levantado

-Ivette: prométeme que si supero esto tú también lo harás

Dibuje una sonrisa en mi cara feliz por saber que contaba con ella así que extendí mi meñique igual y lo sujete al de ella

-Xilio: lo superare, seguiré adelante

Así los dos cerramos ese trato

-Xilio: sabes ahora si tengo hambre crees que aun podamos comer de la cena de verdad se veía buena

-Ivette: bueno vayamos a ver que conseguimos

Nos entrelazamos de los brazos y nos fuimos juntos ya más tranquilos  

El Ángel caido (Por edicion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora