El Ángel caido (Por edicion)

El despertar

Tras un rato de tranquilizarse la situación con Ivette Lax fue a hacer guardia mientras ella y yo nos quedábamos en la casa y pude sentarme a conversar tranquilamente con ella sentados en la cama, le conté todo lo que había pasado y ella escucho atentamente para luego decirme

 -Ivette: ese es mi sueño

 -Xilio: pero quienes son esas sombras???

 -Ivette: no tengo ni la más mínima idea, sé que las conozco pero no sé quiénes son si solo pudiera recordar tal vez me sabría qué significa este sueño

 Me puse detrás de ella y la abrase para que se calmara un poco y le susurre al oído

 -Xilio: no te preocupes, ya averiguaremos que significa y el sueño te dejara de molestar

 -Ivette: gracias por apoyarme, no sé qué habría hecho hasta ahora sin ti

 -Xilio: siempre que me necesites estaré aquí para ti

 En eso entro arrojando la puerta Lax a la habitación, muy agitado y sudoroso llego para sacarnos de aquí

 -Lax: debemos irnos, están atacando la ciudad y te buscan Ivette

 Tome mi espada y la empuñe

 -Xilio: que se atreva a venir quien lo desee nadie le tocara ni un pelo a Ivette

 -Lax: no entiendes no son solo los demonios…

En ese momento se escuchó como la puerta de la casa era destrozada y Lax desesperado intento convencernos

 -Lax: ya es tarde debemos salir de aquí…

 El silencio de Lax condujo a los pasos que se acercaban a la habitación que se detuvieron finalmente en la puerta dejando ver la figura de Atasuke que entraba en la habitación, esto hizo que Lax se lanzara al ataque contra el pero este sin más lo golpe con uno de sus brazos enviándolo contra una pared

 -Atasuke: Eriel, aquí estas, te eh estado buscando por todos lados

 Ivette al ver a ese hombre de frente solo empezó a gritar, su mente empezaba a doler sin parar como cuando aprecio por primera vez Lax, al ver lo que pasaba me lance contra él, sin pensar, sin razonar, al igual que yo el tomo su guadaña chocando ambas armas en un movimiento violento que hizo que ambos dejáramos caer nuestras armas  lo cual hizo que los dos nos lanzáramos frenéticos a los golpes, el me golpeo en la cara, yo a él en las costillas el me pateo en una pierna dejándome caer  al suelo y yo para levantarme lo patee en el estómago con ambas piernas. Nuestro conflicto continuaba mientras la cabeza de Ivette se partía en dos, sus recuerdos fluían con mucha fuerza hasta que finalmente guardo silencio calmándose, mostrando en su cara una mirada más tranquila y seria

 -Ivette: Azrael detente…

 Al escuchar la vos de Ivette Atasuke se levantó y se quedó tranquilo casi como si estuviera obligado a obedecer, yo me levante y confundido le pregunte a ella

 -Xilio: este es Azrael???

 -Ivette: si, él es mi caballero y jinete Azrael, no le hagas ningún daño a este hombre él me ha cuidado desde que nos separamos y lo quiero entre nosotros

 -Atasuke: como usted diga mi señora

 En eso Ivette se desmayó y la sostuve

 -Xilio: Ivette, Ivette, estas bien!!!!

 Ivette reacciono como débil me miro a la cara y poniendo su mano en mi rostro me dijo

 -Ivette: que paso???

 -Xilio: recordaste a este tipo

 -Ivette: si??? Y que dije???

 Ivette volvió a su estado anterior en el que no recordaba absolutamente nada y con un Atasuke listo para ayudarnos