EN EL MUNDO DE LAS HADAS

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"La fantasía es una distracción hasta que el dragón aparece; entonces, se convierte en un plan de emergencia."
― Terry Pratchett





Mi cuerpo duele, como si mi tórax estuviera siendo presionado por una tonelada de acero, esa sensación de dolor me hace despertar. Siento que me falta el aire.

Abro los ojos y no reconozco el lugar en donde me encuentro, no recuerdo haber tenido pesadillas pero se siente similar a una, esa pesadilla recurrente que no me ha abandonado por todo este tiempo, despertar y amanecer en un lugar desconocido, odio esa sensación.

Sigo vestido con mi pijama de franela roja a cuadros, me pellizco para asegurarme que estoy despierto. Me ha dolido. Si lo estoy.

Esta habitación es grandísima, quizá del tamaño de mi casa. Todo está lleno de luz y claridad, las cortinas y los muebles son de blanco inmaculado, mi cama es tan suave como si estuviera hecha con nubes. Me levanto y me acerco a un enorme ventanal, este lleva hacia un balcón, me asomo y quedo impactado, es una hermosa vista, la alcoba está construida en un acantilado a las orillas de un lago, mi habitación está cimentada a la mitad de él, rodeada de flores de miles de colores, los rayos del sol se asoman por detrás de unas cuantas nubes, dándome una agradable sensación de calidez, es un paisaje mágico, se escucha el canto de las aves y el ir y venir de las pequeñas olas del lago cristalino, pero además de eso, todo está en silencio.

Tomo una profunda bocanada de aire, sin embargo la presión de mi pecho sigue latente, es como si respirar en este lugar me hiciera daño. De nuevo el miedo comienza a embargar mi cuerpo.

Me asomo un poco más y me doy cuenta que es una hermosa estancia de la que no puedo escapar con vida, al menos no por la ventana.

Comienzo a entrar en pánico y me dirijo hacia la puerta de la habitación, por fortuna no está cerrada con seguro, me asomo para ver, la entrada está custodiada por caballeros enormes que van vestidos con capas oscuras. Al notarme, uno de ellos se acerca a mi y de inmediato lo reconozco.

—¿Namjoon? ¿Eres tú?

Ver ese rostro en medio de esta extraña pesadilla me regala un poco de estabilidad emocional, ese rostro conocido que desapareció sin dejar huella desde hace más de un año y que me recuerda una historia vergonzosa que se quedó a medias.

—¡Jimin,despertaste!, digo su alteza, es bueno verle —él se acerca hacia mi regresandome a la habitación pero antes da instrucciones a sus acompañantes— Jungkook, avísale al Rey que su Alteza acaba de despertar y por favor asegúrate que Taehyung venga a revisarlo.

—¿El Rey? ¿Alteza? ¿Esto es una broma?

—Me alegra verte despierto ¿Como te sientes?

—Desubicado ¿en donde me encuentro? ¿por qué me llamas así?

—¿Qué es lo último que recuerdas? —me pregunta en voz baja.

—Estaba en casa de mi madre y mi jardinero peleaba con sombras —rayos eso se escucha increíblemente raro.

—Tengo una historia bastante larga...y complicada que debo explicarte, sin embargo necesito asegurarme de que estás completamente despierto.

Una vez dentro de la habitación, solicita que me siente en la orilla de mi cama mientras él se acomoda en un mullido sillón frente a mi.

—Bajaste de peso —me dice con tono de reproche y sin dejar de verme.

—¿Cómo está Agust? —pregunto sin poner atención a lo que me dijo.

—¿Agust?

—Si, Agust —me avergüenzo de solo haber tenido la osadía de preguntar—, vamos, no me hagas exponerme más, solo dime si él está bien; se fue sin despedirse, él juró que vendría a visitarme, por muy infantil que suene creí que era verdad, por favor no le digas que pregunté por él, pero contéstame.

Namjoon me ve fijo mientras piensa concienzudamente su respuesta, es demasiado obvio que no sabe que decirme.

—No te preocupes en responder, tu silencio dice más de lo que me gustaría.

—Él tuvo que marcharse de emergencia, quizá por eso no dijo adiós.

—¿Sigue con ese trabajo...espantoso?

No encuentro otra forma mas sutil para preguntar si el objeto de mi afecto sigue siendo un prostituto.

—No.

—Eso es bueno —muero de ganas de preguntarle si se acuerda de mi.

—Te extraña —Namjoon me contesta y veo cómo analiza cada reacción que trato de cubrir.

—No lo suficiente para comunicarse con un simple mensaje — sin querer reprocho en voz alta.

—¿Te enamoraste de él? —pregunta con una sonrisa cómplice.

La sola idea de que eso sea una posibilidad hace que mi corazón se acelere y mis mejillas ardan en calor. No puedo negar que desde que se marchó no ha pasado un solo día sin que piense en él.

—No lo sé, pero no se lo digas —solicito— eso sería humillante.

—¿Por qué humillante?

—Porque ha pasado más de un año desde que se marchó y aunque nunca regresó, aun no puedo superar que lo último que hice fue pelear con él.

—¿Lo último que hicieron fue pelear? no lo entiendo —los gestos de Namjoon son divertidos.

—Él insinuó que quería aprovecharme de ti.

Las carcajadas de Namjoon resuenan por toda la habitación.

—¿Querías hacerlo?

—No —me contagia su risa.

—¿Y qué respondiste?

—Me bajé de su auto y lo dejé hablando solo, dos días después desperté en un hospital.

—Vaya, es increíble ¿Es tu último recuerdo de él? —me ve sorprendido.

—Sip.

—Si menciono a Jung Hoseok ¿que puedes decirme al respecto?

Escuchar ese nombre en la voz de Namjoon crea un remolino dentro de mi, como si mi mente fuera removida por un ciclón.

—Es alguien que puedo llegar a odiar.

—¿Y si digo Min Yoongi?

—¿Debería saber quien es? —contesto inseguro.

—Esto será más complicado de lo que creí ¿Y si digo Min Agust? —pregunta muy serio.

Siento miles de emociones recorrer todo mi cuerpo junto a una sensación de calor agobiante.

Namjoon me mira preocupado, está a punto de decir algo cuando alguien toca la puerta interrumpiéndonos.

—¿Puedo pasar? —veo una sonrisa cuadrada asomarse lentamente.

—¿El chico de los increíbles waffles? ¿Qué haces aquí? —me sorprendo.

—Vine a cuidarte —contesta muy animado— Hola Nam, lárgate —dice grosero.

—¿Ustedes se conocen?

—Somos hermanos.

—¿Tu conoces a Agust?

—¿Agust? no conozco a nadie con ese nombre.

—Mis amigos no son sus amigos —Namjoon interviene para que no siga preguntando.

—Tampoco sus novios son mis amigos, debo aclarar —Taehyung dice como burla.

—Jimin, esta conversación la debemos tener en otro momento, Taehyung está acá para asegurarse de que te sientas bien, estas a salvo en este lugar, confía en mi, por favor trata de descansar y de comer mejor y tu —se dirige en modo serio y mandón a Taehyung— más te vale que no digas o hagas algo de lo que puedas arrepentirte —amenaza— Regresaré pronto.


Memorias Perdidas (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora