Memorias Perdidas (Yoonmin)

EL FUTURO REY

"La realidad es más extraña que la ficción, pero es porque la ficción está obligada a ceñirse a lo posible; la realidad no."  Mark Twain

Quizá sea cruel de mi parte decirlo, pero he escuchado a muchas personas decir que les gusto, inclusive que me aman y mi corazón jamás sintió nada al respecto, como si todo fuera ajeno e irreal para mi.

La culpa me ha dejado una sensación de vacío por dentro durante mucho tiempo, al punto que he guardado cada ingrato libro que me regalan, solo como recordatorio de que no podría amar a nadie, después de lo que pasé con Hoseok.

Es mejor mantenerse lejos de cualquier provocación, para no volver a dañar a nadie en el camino, sin embargo, escuchar a Agust decirlo sacudió mi mundo. Para empezar no me di cuenta cuando él comenzó a volverse importante para mí, lo supe hasta que dijo que se marcharía.

Esa noticia me hizo sentir una punzada de dolor porque, él formaba parte de mi rutina diaria y daba por hecho de que así sería, por mucho tiempo.

Se que se irá, pero presiento que dolería más perderme la oportunidad de estar cerca, aunque sea por poco tiempo...estoy en un punto de no retorno, al extremo de perdonar que hasta el dia de ayer el amanecía en diferentes camas.

Estoy dispuesto a arriesgarme, pero tengo miedo.

Lo veo moviéndose en la cocina de un lado para el otro, cortando vegetales y removiendo los sartenes. Mi tonta cara no deja de sonreír, mientras estoy sentado cerca de la encimera atento a cada cosa que hace, hasta casi olvido que en seis años, nunca nadie había entrado a este lugar. Se siente diferente con él aquí. Este es mi santuario sagrado, en donde dejo afuera todo lo que me perturba en la vida. Y él le aporta una grata sensación de calidez.

—Te ves hermoso cuando sonríes —dice.

Sus palabras me sorprenden y siento como mi rostro se acalora, de inmediato él se acerca y deja un pequeño beso en mi mejilla.

No debería intentar hablar... no podré ocultar lo nervioso que estoy.

—Estoy seguro que has escuchado esto muchas veces ¿por qué te sonrojas?

—Yo...yo, pocas veces me ha importado —decido ser sincero, sea lo que sea que eso implique— .¿Sabes cuando te marcharas?

—El nueve de marzo —responde sin dudarlo.

—Tienes muy clara la fecha —afirmo casi como un reproche.

—Debo estar en casa ese día, es algo estrictamente burocrático.

—¿Tomarás la presidencia o que? —me burlo de su poca información.

—Algo así —levanta la mirada buscando mi reacción— Ese día debo recibir la corona de mi pueblo.

—Basta, si no me quieres contar no lo hagas, solo no me respondas de esa forma, odio que se burlen de mi —me levanto y comienzo a lavar los platos que él ha utilizado.

—¿Cómo alguien con esa cara dulce puede tener tan mal genio? —me abraza por detrás mientras susurra en mi cuello.

—Esa es mi cruel realidad —intento ignorarlo y seguir con mi tarea, sin embargo el calor que irradia traspasa la pequeña distancia entre ambos y se siente increíble.

—Debo contarte muchas cosas sobre mí, pero —toma una pausa— es difícil hacerlo.

—Lo más difícil para mi es aceptar tu profesión, pero estoy tratando de entenderlo ¿qué puede ser peor que eso? ¿Matar a alguien? —digo como una mala broma... pero su silencio me asusta, busco su mirada y es de hielo —¿¡Mataste a alguien!? —insisto y no tengo respuesta— Ahora dime que eres casado —añado sarcástico y sus ojos se agrandan.