Memorias Perdidas (Yoonmin)

CUANDO TE CONOCÍ

EL MUNDO DE LOS HUMANOS:

DIECIOCHO MESES ATRÁS

—¿Hacia dónde lo llevo Señor? —le pregunto al chico que ingresa al auto que conduciré por unos cuantos meses en este empleo temporal. A primera vista noto que su rostro es serio y con aires de grandeza, apuesto a que ni siquiera se dignara en saludarme, como cualquier humano.

Los humanos son seres complicados para mi. Han creado un mundo propio en donde se han resguardado para no ver la realidad que los rodea, si no lo pueden tocar, probar o poseer no existe para ellos, es la filosofía de vida de la mayoría. Eso nos mantiene protegidos a los seres del mundo mágico como yo, podemos mezclarnos a su alrededor sin ser descubiertos. Pese a ello, a manera de prevención cada vez que tenemos que interactuar con alguno, debemos borrar sus recuerdos, y así mantener en secreto la existencia de nuestro mundo.

Nos valemos de hechizos para que en sus memorias no queden pruebas de nuestra irrupción a la dimensión de los mortales.

El ingreso de un humano a nuestro mundo está prohibido.

Si alguno lograra pasar la barrera de protección del territorio Kim jamás podrá regresar a su mundo normal, a menos que consiga el perdón del Rey o regrese muerto, siendo la segunda opción la más probable. Forjar una amistad entre especies es prácticamente imposible debido a las estrictas prohibiciones que mi raza tiene con respecto a ellos. A pesar de que su naturaleza es compatible con la nuestra.

Sin embargo hay otros seres mágicos que tienen vía libre para relacionarse con ellos, la única condición es que los puedan percibir, así que es un permiso con truco, solo los humanos más sensibles logran ver a las hadas pero esa amistad puede durar varias vidas.

Estoy de nuevo acá en esta ciudad porque acompaño a Namjoon, es un Hada del elemento Tierra quien está en una misión especial. El es un rastreador, el mejor de todos.

Nuestra estadía no es del todo "legal" . Es un secreto a voces que el mundo de las Hadas está al borde de sufrir una guerra civil, a pesar de ser de la misma especie, los elementos han entrado en disputas que, con los siglos se han vuelto brechas casi imposibles de salvar, así que me ofrecí a ayudar a Nam en su misión, soy ajeno a todos sus dramas familiares, pero vamos, es mi amigo, uno de los mejores, así que agregarle un poco de acción a mi rutina no viene tan mal. Debo permanecer cerca de este territorio neutral para ser útil. Encontré un empleo que me mantendrá en este perímetro, aunque me obligue a relacionarme con estas criaturas ignorantes, que descubro cada vez están más lejos de despertar a la verdad de este mundo.

—Buenos días —el chico que se sube al auto me ve extrañado y hace que pierda mi propia apuesta— ¿Quién eres? No te había visto antes.

—Soy su nuevo conductor Señor.

—¿Nuevo conductor es tu nombre?

Exhala irónico.

—En realidad no me importa —interrumpe cualquier intento de respuesta de mi parte—. Te deseo la mejor de las suertes —dice con tono más sarcástico—. Soy Park Jimin ¿para cuánto tiempo te reclutaron? Recursos humanos se ha olvidado de hacer bien su trabajo, no me notificaron de tu contratación.

La molestia en su voz llama a mi curiosidad, lo observo desde el retrovisor, puedo notar que es un humano elegante, es rubio, con porte orgulloso y seguro de sí mismo a pesar de que seguramente es bastante joven. Su rostro parece el de una obra de arte, casi perfecto pero frío, impasible...y zoquete.

—Seis meses señor.

—¿Ahora resulta que alargaron el plazo?

—¿Alargaron? —pregunto con curiosidad.