"Lo que es tuyo llegará a ti, pero a veces debes dar el paso para reclamarlo con confianza." — Desconocido
Creo que me quedé dormido profundamente, demasiado tiempo.
Mi cuello está rígido, me levanto de la silla mecedora y decido llevar mis maletas a mi antiguo dormitorio en la planta alta. Mientras subo las escaleras veo con el rabillo del ojo como varias siluetas se mueven entre las sombras, parpadeo rápido y desaparecen, creo que aún no estoy despierto del todo. Fue tan real lo que soñé hace unos minutos que aun siento ese sabor amargo en mi boca, es una locura.
SeokJin se encargó de mi habitación, cambió la cama a una más grande y todas las paredes están pintadas de blanco. Hace frío, aún falta para que amanezca y todavía tengo sueño, creo que podré dormir profundamente después de mucho tiempo. Me abrigo con un pijama de cuadros rojos, me acomodo para entregarme a los brazos de Morfeo.
Sin embargo, percibo extrañas vibraciones en el piso, como si hubiera un pequeño terremoto, acompañadas de un ruido seco parecido a una explosión. Escucho pasos dirigiéndose hacia mi habitación, siento que sigo soñando pero esto es demasiado real, comienzo a asustarme.
Me levanto de un respingo pero no logro ponerme los zapatos. Abro lentamente la puerta para ver que sucede, en la planta baja se está liberando una batalla campal, hay miles de sombras moviéndose con rapidez de un lado a otro, son atacadas por una figura alta cubierta por una capa estilo medieval, su atuendo es increíble y majestuoso, viste una túnica rojo cereza bajo una capa negra de terciopelo que tiene pequeñas llamas bordadas en hilo de oro; calza botas de cuero hasta la rodilla y empuña una enorme espada, escucho el sonido del metal chocando entre sí, vaya, esta vez sí que perdí más de un tornillo con estos sueños lúcidos, las sombras son rápidas pero el caballero es implacable, van cayendo una por una, hasta que logra acabar con todas, pero súbitamente él voltea su rostro hacia mi.
Cielos, es él, mi jardinero.
Seokjin es un personaje mítico de los cuentos infantiles.
Se acerca hacia mí, su rostro y sus manos están cubiertas de sangre, me quedo inmóvil del pánico, siento nauseas subir por mi garganta y gotas de sudor caer de mi frente, estoy a punto de desmayarme, de repente, detrás de mí, una delgada mano del color de la nieve cubre mi boca para que no grite y soy jalado con fuerza hacia adentro de mi habitación.
—¿¡Qué mierda haces aquí Min!?—Seokjin grita a la persona detrás de mí.
—Estoy tomando lo que es mío —responde una voz ronca y profunda que me hace temblar.
—Dijiste que no lo harías.
—Cambie de opinión —Se ríe burlonamente.
Y luego todo se queda negro frente a mi vista.
Una hora atrás...
—Su Alteza ¿mandó a llamarme? —Hago una profunda reverencia mientras me presento con el Príncipe Heredero esperando sus noticias.
—Gracias por venir tan pronto Min Yoongi, te he mandado a llamar. Mi hijo perdido regresó.
—Me alegra que su casa tenga buenas noticias que celebrar —digo con honestidad y manteniendo el protocolo oficial hacia un Príncipe Heredero.
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Memorias Perdidas (Yoonmin)
Ficção AdolescenteSer raro no fue un problema hasta que confirmé que, en realidad, sí soy raro. Cielo santo, no sé cómo decodificar toda esta información en mi cabeza. Cuando era niño, mis amigos imaginarios eran hadas del bosque. Decirlo en voz alta me llevó a varia...