"No hay más amor que el que viene con odio... y viceversa." – Joaquín Sabina
Estoy a punto de tomar una decisión importante, un nuevo comienzo, aunque viene de la mano de un hecho de mi pasado.
Que Jimin haya encontrado la forma de entrar al Reino de las Hadas de la Tierra me ha obligado a evaluar si esta decisión es lo más conveniente para el futuro de este mundo... y del mío.
Suran me ofrece una alternativa llena de apariencias, pero de tranquilidad y sin involucrar emociones, al menos en la teoría. Estoy dispuesto a vender mi alma con tal de olvidarme de Jimin, ese ser que me tortura la existencia.
Sin embargo tenga la oportunidad de utilizarle para mi beneficio, además podré controlar cada paso que de sin que pueda negarse, voy a asegurarme que deje de salir con imbéciles y no me importa que eso signifique volverlo un rehén.
Maldita sea.
Es desastroso ver como sufre cada vez que se da cuenta que se ha equivocado al amanecer con cualquiera.
¿Por qué demonios lo sigue haciendo? es en extremo doloroso para mi, no solo por cuestiones de orgullo y de ego, sino porque siento lo mismo que él, su miseria se moviliza por todo mi cuerpo. Estoy harto de ser infeliz al punto que me he visto a mi mismo deseando que uno de los dos muera.
Lo que nos une es tan fuerte como una maldición y sin embargo nuestro romance de dos segundos fue solo algo platónico, como una tonta historia de adolescentes. Jamás me perdonaré haber sido tan optimista con respecto a él. He tratado de olvidarlo en muchas camas y en muchos cuerpos y solo he logrado que su recuerdo me ataque con más fuerza, estoy cansado de mentirme a mi mismo al decir que no fue importante para mí, no obstante, es momento de que estas emociones absurdas lleguen a su fin.
Nada es tan mortificante como haber perdido las esperanzas.
Debo marcharme hacia las tierras de las Hadas del Aire, sin embargo llevo dos semanas obligándome a no encarar a Jimin, no quiero hablar con él porque no estoy seguro de poder controlarme de arremeter en contra suya, pero como el masoquista patético que soy, deseo verlo.
Desde el día que lo arrebaté de las manos de Jin no he podido sacarlo de mis pensamientos. Quiero acabar con esto de una vez por todas, quiero destruir cualquier expectativa que haya quedado escondida en algún rincón de mi ser.
Decido ir a mi casa del Lago.
Pasé todas las temporadas de vacaciones de mi niñez en esa hermosa estancia, conozco cada uno de sus rincones, se que es un lugar adecuado para que el viva, está lo suficiente lejos de mi y de mi castillo para evitar que en un descuido caiga en la tentación, además, puedo mantener a mi guardia custodiándolo todo el tiempo. Es casi medianoche, espero que él esté durmiendo.
Espero verlo por última vez en mi vida.
Anclo mi bote al muelle, soy recibido en silencio por mis guardias, ninguno se atreve a cruzar una palabra conmigo, ordeno que nadie me siga.
Camino por una pequeña vereda rocosa escondida entre las flores y vegetación del lugar, es un ángulo peligroso, el acantilado da directo a las rocas y la profundidad del oscuro lago. Sin embargo conozco el camino de memoria y sé que me lleva directo a la antecámara de los aposentos Reales.
Escucho el sonido de pisadas descuidadas y de ramas partiéndose contra el suelo, de inmediato me abalanzo sobre la amenaza para que caiga sobre la dura roca.
—¡Por favor no me mates! juro que no me quiero escapar, ni siquiera puedo nadar —escucho una voz que me hace regresar al pasado.
Me levanto y ofrezco ayuda para que él se ponga de pie.
ESTÁS LEYENDO
Memorias Perdidas (Yoonmin)
Teen FictionSer raro no fue un problema hasta que confirmé que, en realidad, sí soy raro. Cielo santo, no sé cómo decodificar toda esta información en mi cabeza. Cuando era niño, mis amigos imaginarios eran hadas del bosque. Decirlo en voz alta me llevó a varia...