EL MUNDO DE LOS HUMANOS
DIECIOCHO MESES ATRÁS
—Buenos días August —lo saludo mientras ingreso al auto de la compañía.
Puedo ver que su espalda es ancha, pero está oculta bajo esos trajes oscuros de diseñador que viste, es un tipo misterioso y extraño aunque es bastante atractivo, demasiado para mi comodidad. Su cabello largo y de color azabache me recuerda una estrella de rock, pero hay algo en él que me perturba y no estoy seguro que es. Lo he descubierto varias veces viéndome de una forma invasiva, como si quisiera leer mis pensamientos y no muestra ni una pizca de timidez o vergüenza por ser pillado. Es más, pareciera que refuerza esa postura altanera que refleja su personalidad insolente. Aunque debo confesar que prefiero ese tipo de personalidad que te escupe en la cara, pero no te apuñala por la espalda.
—Buenos días Señor ¿se encuentra bien? —el responde a mi saludo, suena amable pero sus gestos me dicen que está consternado.
—Lo normal, mi madre conserva mi habitación como si aún viviera con ella ¿tengo cara de trasnochado?— me preocupa la expresión de su rostro.
—No. Es una pregunta de rutina —dice con una repentina molestia—, normalmente nadie recuerda mi nombre al otro día.
Me atraganto una carcajada.
—No es que quiera ofenderte, pero es obvio que todos querrán fingir que no te conocen al otro día, a menos que quieran ser tus clientes frecuentes.
Ahora es él quien se atraganta con su café.
—¿Cómo haces para tener la resistencia necesaria para cumplir en tus dos trabajos? —le pregunto emboscandolo con rapidez— de conductor no te esfuerzas tanto, es un vehículo automático —me respondo a mi mismo como tonto—, en todo caso, la pregunta correcta seria ¿no te afecta no dormir?
Normalmente no me entrometo en la vida de mis colaboradores, pero hay algo en el que despierta mi infantil curiosidad. Jamas había conocido a alguien que viviera una doble vida y lo manejara tan abiertamente, con honestidad eso me hace sentir respeto hacia él. Aunque también siento que estoy un poco hiperactivo, quizá no debí tomar esa tercera taza de espresso en el desayuno. Estoy esperando una respuesta lógica de su parte, pero él me ve tratando de adivinar si me burlo y no lo estoy haciendo, tengo la oportunidad de preguntar, no la desaprovecharé.
—¿Manejas paquetes especiales o es como pedir en un menú a la carta? ¿Has llegado a encariñarte con un cliente? —pregunto sin parar para que no lo piense tanto— ¿Nunca te has topado con alguna persona obsesiva? ¿Como bloqueas tus emociones?
—¿Quieres incursionar en el mundo del amor pagado? —responde mordaz.
—No —arrugo la nariz— yo creo que no podría, aún de gratis las relaciones humanas son complicadas, no puedo imaginar qué más dificultoso se vuelve cuando involucras dinero de por medio, insisto, no te quiero ofender, sé que debes tener buenas razones, pero tengo mucha curiosidad.
—¿Sobre qué tienes curiosidad? —usa un tono condescendiente.
—¿Cobras por tiempo o por cantidad? y ¿donde queda la calidad en este asunto?
—Nunca he recibido quejas.
Que presumido.
—¿Y cómo te preparas? Haces algo así como ¿un juego mental? no es posible que te gusten todas...o todos...o lo que sea ¿Usas alguna supervitamina o algún medicamento?
Estoy atento a todos sus comentarios.
—Si tienes tanta curiosidad puedo darte una prueba gratis ¿la quieres?
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Memorias Perdidas (Yoonmin)
Teen FictionSer raro no fue un problema hasta que confirmé que, en realidad, sí soy raro. Cielo santo, no sé cómo decodificar toda esta información en mi cabeza. Cuando era niño, mis amigos imaginarios eran hadas del bosque. Decirlo en voz alta me llevó a varia...