CAPÍTULO DOS

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- Nicole! - gritó Liliana en la puerta de la habitación de su hija, pero nadie la escuchó - Nicoleeeee! - insistió, pero no hubo caso





La joven estaba muy concentrada ordenando su habitación mientras escuchaba y bailaba la música que tenía sonando a todo volumen en el parlante, nisiquiera se había percatado de la presencia de su madre.

La mujer se hartó de los llamados sin respuesta, así que se dirigió directamente al parlante a apagar la música.





- que haces!? - preguntó la protagonista sin haberle gustado ni un poco lo que había hecho su madre

- parecemos locos con la música tan fuerte!

- *chista la lengua* que me importa Liliana, estoy en mi casa, quien me va a decir algo?? - acercándose

- *suelta un suspiro* quedamos mal con los vecinos Nicole, recién llegamos, no hagas renegar

- bueno si no les gusta que se vayan - volviendo a prender la música




La mujer se mordió el labio harta y salió de la pieza, obviamente a llamar a Sergio, es el único que logra que Nicole le haga caso, a veces.




- baja la música porque a tu mamá la tengo que aguantar yo sino - dijo el hombre apenas cayó al parlante

- da papi me estas jodiendo?

- no te cuesta nada escucharla mas bajito, porfavor

- si un montón me cuesta - respondió ya enojada, doblando una prenda de ropa sobre la cama

- la estas dejando linda - agregó el hombre después de un silencio observando la pieza

- no te pregunté - sin dejar de doblar su ropa

- mal llevada - soltó en una carcajada - no te encules, son los primeros días que tu mamá esta nerviosa, después haces lo que quieras

- bueno - largó en un suspiro resignada

- *sonríe y la despeina* cámbiate después, así vamos a comer afuera a estrenar la ciudad

- bueno, termino con el ropero y me baño

- bueno - dándole un beso en la frente





El hombre abandonó la habitación, la protagonista siguió con lo que estaba haciendo, aunque vió algo desde el balcón que la desconcentró.

El mismo chico que se bajaba del auto esa misma mañana, estaba en la vereda, hablando con dos hombres, los cuales Nicki no veía porque estaban de espalda; en realidad los hombres hablaban entre ellos, el joven estaba mirando hacia el ventanal.

Cuando ella lo vió el corrió la mirada de inmediato, haciéndose el que prestaba atención a la conversación de los mayores.

La protagonista miró por un rato, pero después volvió a su tarea, y al terminar, se pudo meter a bañar por fin.





- estas? - preguntó Sergio desde el otro lado de la puerta

- no, banca que me cambio - respondió sacándose la toalla del pelo





Todavía con otra toalla envuelta en su cuerpo empezó a buscar que ponerse, al ya mas o menos tener una idea, iba a empezar a vestirse, pero se percató que el vecino de en frente seguía en la vereda, ahora solo y fumando.

Devuelta lo agarró mirándola, pero esta vez ni se gastó en correr la mirada, la mantuvo fija en ella, mientras se mostraba despreocupado, apoyado en la pared soltando el humo de su cigarrillo.





- se te perdió algo? - preguntó Nicki saliendo al balcón envuelta en la toalla

- *niega con la cabeza* a vos las cortinas por lo que veo - respondió elevando un poco la voz para que se escuche, lo mismo había hecho la chica





La protagonista se mordió el labio y sacó el dedo del medio, acompañado de una sonrisa completamente sarcástica.





- la próxima si vas a poner música alta trata de que sea buena por lo menos - agregó el chico antes de que ella se metiera para adentro nuevamente





Lo volvió a mirar alzando las cejas sorprendida, nadie se mete con su gusto musical.





- y vos trata de que la próxima que estés espiando a alguien, no sea una mina que este re loquita y te pueda meter un tiro - largó todavía con su sonrisa sarcástica





El chico soltó una carcajada que hasta ella llegó a escucharla desde arriba.





- dale, te espero - respondió despreocupado

- dale buenísimo

- Nicole! - la voz de su madre proveniente desde allí abajo hizo que ella abriera los ojos grandes y corriera la mirada para poder verla - que haces en toalla en el balcón!?





Estaba también en la vereda, pero bien abajo del balcón, ya que era la vereda de su casa.

Lo vió al chico volver a reírse, lo cual hizo que le de mas bronca todavía y un poco de vergüenza también.





- me quería cambiar pero el desubicado me estaba mirando - se quejó señalándolo al vecino

- deja de hacer papelones y cambiate que nos tenemos que ir - respondió la mujer





Nicole soltó un suspiro y se resignó, no se iba a poner a pelear con su mamá desde arriba del balcón y menos con un pibe mirándola.

El chico quiso seguir molestándola, saludándola con la mano con una sonrisa victoriosa, ella volvió a hacerle la misma seña que hacía un rato, y se metió para adentro.





- discúlpala - habló la señora llamando la atención del joven - esta muy acostumbrada a otro tipo de barrio

- todo bien - respondió con una sonrisa - es su hija?

- si, la mayor, aunque parece la adolescente rebelde

- *suelta una carcajada* si, tiene carácter por lo que veo

- ves bien - respondió en otra carcajada

- todo bien? - preguntó Sergio interrumpiendo la conversación, junto a el estaba Micaela

- si, estoy esperando a Nicole, como siempre - respondió Liliana





El vecino justo había terminado de fumar, así que tiró la colilla del cigarrillo y entró a su casa.

La hija menor de los Cucco suspiró, estaba tratando de juntar valor para saludarlo, pero le ganó la vergüenza y el ya se había ido sin nisiquiera mirarla.

Por otro lado, Nicki se había metido al baño a cambiarse y una vez lista salió para ir a cenar en familia, cómo había propuesto su padre.





- el lunes apenas podamos hay que ir a comprar las cortinas para tu habitación Nicole - soltó la madre mientras comían

- no tenes cortinas? - preguntó Sergio

- no - respondió en una carcajada - pero no me jode - con una leve sonrisa

- si tenes bruta, deben ser como las mías, que están enrolladas arriba - agregó Micaela

- eh?

- si, tenes que apretar un botón y bajan

- *se ríe* mira vos, no sabía

DANGEROUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora