CAPÍTULO VEINTIDÓS

105 21 18
                                    

Mateo volvió a entrar a su casa con el peor de los humores, embroncado porque lo habían despertado, por el trato que recibió de la chica y porque se había quedado con ganas de partirle la cabeza a Ariel.

Se dirigió a su habitación y llamó enseguida a sus amigos para confirmar que no tenían nada que ver con lo que lo habían ido a acusar, y definitivamente nadie sabía nada.

Tiró el celular en la cama, quería sacarse el enojo de encima pero ir a pegarle al novio de la vecina solo le iba a traer problemas con ella, y era lo ultimo que quería, así que se decidió por simplemente meterse a bañar a ver si se calmaba un poco.

Salió de la ducha, se secó y se vistió, bajó a la cocina de su casa para prepararse algo de comer, pero estando frente a la heladera lo desconcentró la sirena de una ambulancia.

Se sentía muy cercana y el miedo de que este en la casa de Nicole hizo que salga enseguida afuera, y definitivamente si, estaba en la casa de en frente, pero al ver a la chica simplemente acompañando la camilla se relajó.

Cuando pudo ver mejor notó que era Liliana quien estaba recostada, Nicki no tardó mucho en verlo, y secándose las lágrimas caminó hacia el.






- me estas cagando la vida flaco y encima te das el lujo de venir a hacerte el chusma!!!? - habló enojada después de empujarlo


- qué pasó? - habló tranquilo tratando de ignorar sus palabras para no embroncarse devuelta


- pasó que sos una mierda, eso pasó - siguió bardeándolo con los ojos llenos de lagrimas - a mi vieja le hizo mierda el otro día preocuparse tanto por mi, y ahora por mi hermana, se esta muriendo


- llame a mis amigos y ellos no saben nada, te juro que en esta no tengo nada que ver






La protagonista lo miró por unos segundos, sus ojos derrepente le regalaron otra mirada, le creyó, se notó que le creyó sin dudarlo ni un segundo, pero tenía la cabeza muy desordenada por todo lo que estaba pasando en su casa, no se pudo tomar el trabajo de tratarlo bien.






- mas te vale - limpiándose las lágrimas - porque sino te juro por mi vida que lo de pegarte un tiro deja de ser amenaza





El chico asintió con la cabeza, no iba a ponerse a pelearla, se notaba que estaba mal en serio; la chica dió media vuelta y volvió a caminar para su casa, Ariel la estaba esperando desde su vereda.

Mateo entró a su casa ya con una idea en mente, nunca le prestó mucha atención a Micaela, pero hay dos cosas que sí notó de ella, una es que se el cae la baba cada vez que lo ve, y otra, es que siempre está queriendo llamar la atención, y quizás esta vez no sea la excepción.

La buscó en instagram, la empezó a seguir, ella ya lo seguía, y le escribió.






hola hermosaaaa

no te vi hoy en tu casa, por donde andasss? estuve esperando todo el día a cruzarte






Terminó de escribir esos mensajes y salió del chat muriéndose del asco, también rogando que lo que él tenía en mente sea cierto, porque sino estaba quedando como un pelotudo.

Volvió a la heladera en busca de algo de comida, vió unos sándwiches preparados así que los agarró, y justo cuando estaba volviendo a la mesa el celular le sonó.





DANGEROUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora